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Puigdemont tensa la cuerda con Sánchez y le pide que se someta a una moción de confianza

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Un "punto de inflexión". Así ha definido el líder de Junts, Carles Puigdemont, su petición para que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se someta a una cuestión de confianza en el Congreso. El presidente del Gobierno es el único que puede decidir si presentarla, pero lo que busca Junts es forzar al resto de partidos a que se pronuncien. “Si el Congreso hace un debate sobre si el presidente tiene la confianza o no, es un punto de inflexión porque obliga a todo el mundo a posicionarse, y esperamos que el PSOE no se oponga a ello", ha señalado.

Para Puigdemont el socialista "no es de fiar" porque "los avances" con su partido han sido "escasos" y ha imperado la "descoordinación entre lo que se aborda en Suiza y la práctica del Gobierno": "Es muy preocupante", ha zanjado. De Junts depende la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado del 2025 y, aunque el Gobierno se mostraba muy optimista en los últimos días en sacarlos adelante, por el momento Puigdemont ha dejado claro que está lejos de alcanzar un acuerdo. "No nos fiábamos de Pedro Sánchez y hoy continúa demostrando que no es de fiar. No ha conseguido vencer los recelos que teníamos sino que los ha incrementado", incidía.

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"La comparecencia de Puigdemont llega un año después del acuerdo firmado entre PSOE y Junts en Bruselas para facilitar la investidura de Sánchez. Y el balance que ha realizado el dirigente independentista no ha sido bueno. "Al PSOE le hicimos un crédito y está en números rojos”, ha reprochado el expresident de la Generalitat, incidiendo en que la confianza entre el bloque que dio la mayoría parlamentaria al socialista "se ha roto". "Contó con nuestros votos para ser presidente, que dé la cara", ha solicitado el juntaire, si bien ha procurado no romper del todo los puentes y ha señalado que ese acuerdo "sigue siendo válido" para ellos.

El malestar de Puigdemont con el Gobierno se debe a varias cuestiones que él mismo ha señalado este lunes. Entre ellas, la "falta de implicación" del Ejecutivo central para la oficialidad del catalán en la Unión Europea, un requisito que Junts puso sobre la mesa para apoyar a Francina Armengol como presidenta del Congreso. Otra de ellas es la amnistía, que no se ha aplicado a algunos dirigentes condenados, como es su caso. "Una amnistía que es completa no es amnistía", afirmó, lamentando que "Sánchez no haya hecho "ni una comparecencia pública" para protestar por "la injerencia de la judicatura" como "sí hizo cuando afectó a su familia". También mencionó el traspaso "integral" de las competencias en inmigración, o la condonación de la deuda del FLA a la Generalitat.

El líder de Junts también rechazó la "narrativa de la normalidad" que, a su juicio, se promueve desde el Gobierno central y catalán y criticó que, mientras para su partido el acuerdo para la investidura era "el principio", el PSOE lo ha tratado como una herramienta para conseguir la investidura.

Un "punto de inflexión". Así ha definido el líder de Junts, Carles Puigdemont, su petición para que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se someta a una cuestión de confianza en el Congreso. El presidente del Gobierno es el único que puede decidir si presentarla, pero lo que busca Junts es forzar al resto de partidos a que se pronuncien. “Si el Congreso hace un debate sobre si el presidente tiene la confianza o no, es un punto de inflexión porque obliga a todo el mundo a posicionarse, y esperamos que el PSOE no se oponga a ello", ha señalado.

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