El trabajador autónomo es el eterno novio sin pretendiente: todos los partidos le ofrecen su apoyo más candoroso, pero a la hora de la verdad se van a bailar con cualquier otro. Eso mismo se refleja en los programas electorales de los principales partidos para el 20-D. Muchas vaguedades, la intención de plantearse posibles futuribles y, a la hora de la verdad, pocas sorpresas.
Y eso que el sector del empleo por cuenta propia cobra año tras año más protagonismo en España. En noviembre, 3.166.188 trabajadores estaban afiliados al régimen de autónomos de la Seguridad Social. Si Rajoy logró el pasado mes equilibrar prácticamente el número total de cotizantes, la afiliación al RETA durante esta legislatura ha aumentado de forma significativa, dadas las circunstancias: un 2,9%. Si ampliamos más el foco, las distancias son mayores: mientras que en la última década el tamaño de la fuerza laboral por cuenta ajena se ha contraído un 8,8%, el volumen de autónomos apenas ha bajado un 2,5% en el mismo periodo.
En las pasadas semanas, las asociaciones de autónomos plantearon en distintos portales listados de peticiones para la próxima legislatura. Así lo hicieron, por ejemplo, la Federación de Organizaciones de Profesionales, Autónomos y Emprendedores (OPA) o la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA). Se trata lógicamente de documentos de máximos que ni las propias organizaciones aspiran a ver plasmados al 100%. Pero, aun así, apenas un puñado de sus aspiraciones ha quedado recogido en los respectivos programas.
Si hay una medida estrella en esta campaña electoral en lo que respecta a los autónomos, esa es el esperado establecimiento de una cuota progresiva en función de los rendimientos económicos: tres de los cuatro partidos con más opciones –todos menos el PP– la incluyen en sus programas. Hace unos meses ya explicamos en CTXT las peculiaridades del sistema español, la aportación voluntaria y el efecto barrera para los que empiezan o pasan una mala racha, con ingresos bajos. La tarifa plana introducida en esta legislatura ha sido aplaudida, pero se sigue considerando insuficiente.
Hay que recordar en todo caso que esto, que ayudará de forma indudable a los recién llegados al salvarles del escalón inicial, conducirá inevitablemente a un aumento de las cotizaciones medias, dado que en la actualidad un alto porcentaje de profesionales optan por aportar el mínimo ingresen lo que ingresen. A falta de concretar qué excepciones establecerían llegado el caso los partidos si acceden al poder, quienes tengan en la actualidad un rendimiento neto mensual superior a 884 euros (la base mínima) y coticen 265 euros (el suelo este año) corren el riesgo de ver incrementadas sus aportaciones.
Partido Popular
El programa del PP es el más vago de todos. Sus propuestas sobre autónomos aparecen dispersas en varios puntos a lo largo del programa y apenas se traducen en compromisos concretos. La mayor parte de las menciones se inscriben en loas a las supuestas mejoras introducidas por los populares esta legislatura, como el Fondo de Pago a Proveedores o “los incentivos en materia fiscal y de Seguridad Social”.
Las propuestas:
–Compromiso para flexibilizar el sistema para aplazar cotizaciones, “reforzando así los mecanismos de segunda oportunidad”.
–Abundar en la regulación de fórmulas de financiación participativa como el crowdfunding.
–Incrementar la lucha contra la morosidad de las Administraciones públicas.
–La medida más interesante es el impulso de un nuevo régimen de autónomos más flexible en cuanto al pago de cotizaciones mientras dure la actividad, un sistema “que permita considerar de forma más adecuada las especialidades del trabajador autónomo (incentivos, acceso a prestaciones, tiempo parcial, pluriactividad, etc.)”.
Partido Socialista
El PSOE incluye su compromiso de “avanzar en la posibilidad” de que los autónomos contribuyan por sus rendimientos netos para “acercar la cotización a la Seguridad Social a sus ingresos reales”. Mientras, en materia de impuestos proponen “disminuir el tipo de retención en tramos de ingresos más bajos”.
Junto a esta, hay otras dos reclamaciones clásicas de las asociaciones de autónomos incluidas en el programa: por un lado, facilitar la contratación de créditos y otras ayudas del Instituto de Crédito Oficial; por otro lado, incluir a los autónomos económicamente dependientes (el que factura más del 75% de sus ventas a un solo cliente) dentro del Estatuto de los Trabajadores, de forma que tengan “los mismos derechos laborales” y “se les aplique la negociación colectiva”.
Además de estas, los socialistas proponen:
–Propiciar una excedencia para emprender, que garantice la reserva de puesto de trabajo para quienes inicien un proyecto empresarial.
–Cambiar el periodo de pago de las cotizaciones de mensual a trimestral, “para adaptarlas mejor a las actividades estacionales o temporales”.
Ciudadanos
El programa del partido naranja incluye abundante pedagogía y algunas propuestas demasiado generales que van acompañadas de pocas propuestas concretas, aunque bien detalladas. Así sucede, por ejemplo, con la cotización progresiva a la Seguridad Social, que la formación sitúa en el 7,2% del rendimiento neto (lo mismo que en Estados Unidos); los que ganen menos del salario mínimo quedarían exentos del pago, al igual que de la liquidación del IVA.
Más medidas:
–En cuanto a la lucha contra el fraude, Ciudadanos propone incrementar el control sobre los incumplimientos más graves y relajarlo en los leves y, por otro lado, incentivar el cobro en 'A' por parte de las familias con una desgravación de hasta 300 euros al año.
–Compatibilizar la actividad con el cobro parcial del paro.
–Favorecer la formación de los autónomos, por ejemplo, con “una batería de incentivos” dirigida a los trabajadores de las pymes.
Podemos
De los cuatro, es el que más propuestas concretas reclamadas por las asociaciones de autónomos recoge de forma expresa en su programa. Entre estas figuran:
–Impulsar cotizaciones “porcentuales y progresivas en función del rendimiento neto” siempre que se facture “por encima del salario mínimo”.
–Analizar que haya cotizaciones parciales para casos de media jornada.
–Incluir a los autónomos en las mesas de diálogo social a través de las propias organizaciones.
–Estudiar si se puede crear la figura del autónomo de responsabilidad limitada, que no responda con su patrimonio personal en caso de pérdidas.
Junto a estas, el documento incluye otras iniciativas remarcables:
–Posible equiparación de las prestaciones del RETA y del régimen general.
–Pago trimestral de las cotizaciones, en vez de mensual, si así lo desea el autónomo.
–Un “verdadero régimen de segunda oportunidad” y favorecer la mediación extrajudicial.
Los falsos autónomos cuestan más de 500 millones euros anuales a la Seguridad Social
–Hacer obligatoria la deducción del IVA antes del cobro efectivo de las facturas para evitar que “las grandes empresas” rechacen a las pymes que optan ahorapor este sistema.
El trabajador autónomo es el eterno novio sin pretendiente: todos los partidos le ofrecen su apoyo más candoroso, pero a la hora de la verdad se van a bailar con cualquier otro. Eso mismo se refleja en los programas electorales de los principales partidos para el 20-D. Muchas vaguedades, la intención de plantearse posibles futuribles y, a la hora de la verdad, pocas sorpresas.