Sexto cara a cara entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. El presidente del Gobierno ha ahondado en un discurso centrado principalmente en los trabajadores frente al “plan” de la derecha para privatizar el Estado del Bienestar, anunciando una subida del salario mínimo interprofesional (en un 8% y de 1.080 euros mensuales) y presentándose como el garante de los servicios públicos.
Sánchez, en su primera intervención en el Senado con motivo de su comparecencia, hizo un discurso muy al estilo del que pronunció en el Foro de Davos, insistiendo en la pérdida de poder adquisitivo de los ciudadanos frente a los beneficios de las grandes empresas, que van a sus directivos y no a los dependientes o a los reponedores.
La idea del presidente es “reindustrializar” España, poniendo como principal modelo a Alemania, para tener empresas con salarios más abultados para los trabajadores, y no ser un país que ofrezca “mano de obra barata”.
Contra el plan privatizador de la derecha
Lo que quiso Sánchez es confrontar el modelo de la coalición con el de las derechas, criticando el plan de bajar impuestos que conlleva peores servicios públicos. “No es libertad, es esclavitud”, enfatizó, en una clara referencia a la Comunidad de Madrid, principal laboratorio neoliberal en España. Añadiendo: “La degradación de los servicios públicos no es occidental”.
“Existe un plan para debilitar y socavar el Estado del Bienestar”, reafirmó. Con otro mensaje: “No vamos a permitir que hay una Sanidad y una Educación para ricos y para pobres”, agregó, para lanzar: “No vamos a permitir que los derechos se conviertan en mercancías”. Por eso, incidió en que se va a “redoblar” el apoyo a lo público. El presidente le pidió al popular que escuche las reivindicaciones de los sanitarios en la Comunidad de Madrid.
Choque por el 'sí es sí'
Un discurso económico que intentó esquivar posteriormente en su intervención el líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, que pretendió luego acorralarlo con temas como la del 'sí es sí': "Usted y su Gobierno pasarán a la historia por dar un paso atrás en la lucha del feminismo".
Este se convirtió en su principal piedra de crítica exigiendo al presidente que se disculpe y reprochándole que ahora se abre a modificarla por "miedo a las encuestas". "Asuma sus responsabilidades", le lanzó, a la vez que ofreció los votos del PP para la modificación.
Con otro foco que lleva Feijóo explotando desde finales del año pasado: que se baje el IVA de la carne, el pescado y las conservas.
El presidente, en su réplica, reconoció que la ley del 'sólo sí es sí' está teniendo "consecuencias no deseadas": "La vamos a corregir". Por eso, dijo que la mayoría del Parlamento quiere aliviar esos efectos indeseados. "Pero sobran los insultos e improperios", se lamentó sobre la actitud del PP.
Del "apocalipsis" a Rodrigo Rato
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Pero Sánchez volvió en su réplica a centrarse en la economía frente al "apocalipsis" que vaticinó el Partido Popular, presentando datos como el crecimiento del 5,5% del PIB, por encima de las previsiones, o que es la inflación más baja de Europa. "Cada vez que abre la boca sube el pan", le soltó.
El jefe del Ejecutivo lanzó duras críticas al líder conservador, reprochándole su gestión en Galicia. Además tiró de ironía tras las declaraciones que hizo el presidente popular este fin de semana sobre la "mediocridad" del Gobierno de Sánchez. E ironizó que habría que cambiar a Nadia Calviño por Rodrigo Rato, a Yolanda Díaz por Eduardo Zaplana y a Teresa Ribera por Jaume Matas.
"Le voy a pedir que no hable mal de España", también se quejó Sánchez ante Feijóo. Con otra idea: "Incluso el PP viviría mejor sin Vox", centró la parte final de su réplica Sánchez, lamentando las proclamas "estrambóticas" de la manifestación de Cibeles de las derechas. "Viven pendientes de la ultraderecha, se mimetizan", le arrojó.
Sexto cara a cara entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. El presidente del Gobierno ha ahondado en un discurso centrado principalmente en los trabajadores frente al “plan” de la derecha para privatizar el Estado del Bienestar, anunciando una subida del salario mínimo interprofesional (en un 8% y de 1.080 euros mensuales) y presentándose como el garante de los servicios públicos.