El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se reúne este miércoles con el presidente en funciones y candidato del PP, Mariano Rajoy. La cita, a las 11.00 de la mañana en el Congreso, es el primer encuentro de ambos líderes desde el 26J. Fuentes socialistas subrayan que Sánchez irá "a escuchar" lo que Rajoy tenga que decirle y a "transmitirle el mandato del Comité Federal" del PSOE, que el pasado sábado acordó votar contra la reelección del líder conservador. ¿Qué pasará después? Esa es la pregunta que la dirección del PSOE aún no responde, al menos en público.
En el círculo de Sánchez insisten en que es al PP al que le toca mover ficha y empezar a sumar apoyos a los 137 diputados que obtuvo en las pasadas elecciones. "Que se ponga a trabajar, porque todavía no ha empezado a hacer los deberes y no ha conseguido que nadie vote a favor", señalan en la dirección socialista. Hasta la fecha Rajoy se ha reunido con Unidos Podemos, Ciudadanos, ERC, CDC, PNV y Coalición Canaria. Ninguno de ellos se ha comprometido a darle un sí cuando, previsiblemente a finales de julio o principios de agosto, intente la investidura.
"Nos interesa escuchar con quién quiere intentar Rajoy la investidura y dar estabilidad al Gobierno, pero le toca a él moverse. No se puede invertir la carga de la prueba y poner el foco sobre el PSOE", apuntan fuentes del partido. "Vamos a escuchar y a dialogar, pero de ahí a negociar hay un mundo. Somos la alternativa y estaremos en la oposición, así que Sánchez le trasladará a Rajoy la decisión del Comité Federal de oponernos y le dirá que no nos vamos a abstener. Vamos a ser coherentes", dijo este martes el portavoz socialista en el Congreso, Antonio Hernando, en La Sexta.
Sin plan B, por ahora
Lo que no aclara el círculo más próximo al secretario general es qué hará el PSOE una vez Rajoy se presente a la investidura y fracase, como previsiblemente sucederá si los grupos mantienen las posiciones que hasta ahora han anunciado. "No hay que adelantar acontecimientos", señala una fuente próxima a Sánchez. "Aunque tuviéramos una hoja de ruta clarísima –dice una dirigente regional cercana al líder del PSOE– no es el momento procesal para eso. En ajedrez no le dices nunca a tu oponente qué ficha vas a mover para que él planifique su jugada con ventaja".
Esta misma fuente pone en valor que, "más allá" de las "diferencias" que existen en el seno del PSOE, el partido coincidiera el pasado sábado en el Comité Federal en rechazar la investidura de Rajoy. "No vamos a ayudar a Rajoy. Nadie se va a mover en el PSOE hasta que él se mueva y fracase", apunta. Los socialistas, además, subrayan que ni siquiera Ciudadanos parece dispuesto a votar a favor del PP, de modo que creen que pueden evitar que todos los focos se vuelvan hacia ellos, porque los conservadores están lejos de lograr los apoyos que necesitan.
"Rajoy no puede pretender que le den el Gobierno el 29 de julio sin hacer casi nada y presionando por tierra, mar y aire a Pedro [Sánchez]. Tiene que sudar", dice un diputado electo. Claro que, si el PSOE se mantiene firme en su no al PP, el riesgo de un bloqueo que conduzca a unas terceras elecciones parece aumentar por momentos. "El que haya o no terceras elecciones depende de Rajoy. Rajoy nos está pidiendo que nos dejemos hacer jaque mate, y lo mínimo para exigirnos algo es que lleve más que 137 apoyos. Si lo logra, todo puede ser distinto", responde un cargo regional.
El camino de la abstención
Ese "todo puede ser distinto" refleja lo que en sectores del PSOE se manifiesta estos días con cierta resignación: que antes o después una abstención de los socialistas parece una salida probable. Así lo señalan cargos regionales y también algunos diputados con larga trayectoria que piden "no hacer trampas al solitario" y admiten que, habida cuenta de la aritmética salida de las urnas, no parece haber otro camino. En ese escenario, añaden que hay dos factores a considerar: el sentido del voto de Ciudadanos y Unidos Podemos, y las contrapartidas que podrían negociarse con el PP.
Sobre la primera de esas cuestiones, un parlamentario electo apunta que "Rajoy no puede pretender salir campeón en el primer round" y que "si Ciudadanos se abstiene" los socialistas no van a "facilitar nada". "Una clave para el PSOE es lo que haga Ciudadanos. Si Rivera vota a favor es más fácil que el PSOE se acabe moviendo del actual no más adelanteno , en algún momento", comenta otro diputado. "También sería interesante incluir a Podemos en la abstención", señalan estas fuentes, si bien admiten que parece una posibilidad remota. Pablo Iglesias, de hecho, lo descartó este martes.
El segundo factor son las contrapartidas. "Yo creo –asegura otro diputado electo– que nos tenemos que centrar en sacar partido a la abstención. Si se repiten elecciones lo tendríamos muy complicado, porque ha calado la idea de que si se repiten es por nuestra culpa, hemos perdido esa batalla. Así que, en un momento dado, tendremos que decidir entre negociar con el PP para presentar contrapartidas inmediatas a esa abstención o una abstención sin condiciones para hacer una oposición frontal desde el primer minuto".
Este mismo martes, el exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra se sumó a este coro de voces y señaló que, si Rajoy no logra formar Gobierno, será el PSOE quien tenga que decidir entre abstenerse o ir a nuevas elecciones. "Es contradictorio votar no y decir no quiero nuevas eleccionesno, tiene que decidir, o lo uno, o lo otro", dijo Guerra, quien agregó que no ve "viable" una mayoría alternativa con otras fuerzas de izquierdas y los partidos catalanes y vascos: "Meter en la coctelera a partidos independentistas resultaría muy incoveniente".
La salida de izquierdas
Claro que el camino de la abstención provoca enormes reticencias en amplios sectores del PSOE. Incluso entre quienes la consideran la única salida posible se admite que "los barones están muy asustados y no quieren ni hablar de abstenerse porque saben que gran parte de las bases lo rechazan, aunque también hay gente que lo ve con naturalidad porque no quieren bajo ningún concepto otra campaña". "¡Si es que ya llevan dos en seis meses", dice un diputado electo. "Según pasen los días –pronostica otro compañero de bancada– crecerá la presión interna para que Pedro se abstenga".
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Frente a ellos, otro sector del partido pide articular una mayoría alternativa de izquierdas. Es la fórmula que defienden, entre otros, la presidenta balear Francina Armengol, el castellanoleonés Luis Tudanca o sectores del PSC –el primer secretario, Miquel Iceta, dejó esa puerta abierta el pasado sábado–. "Mantener el no a la abstención, el no a unas nuevas elecciones y el no a intentar gobernar no es viable, y si estamos quietos vamos a ser quienes más nos desgastemos. Hay que tantear el terreno e intentar una alternativa si Rajoy no lo logra", dice un representante del ala izquierda del partido.
"Habría que ir en serio con Unidos Podemos y con los nacionalistas. Si el PSOE se abstiene el coste va a ser muy alto, va a quedar tocado para hacer oposición y le va a dejar todo el espacio libre a Podemos en ese papel. La izquierda puede generar un pacto alternativo y levantar el veto a los independentistas que se impuso en el Comité Federal del 28 de diciembre", dicen voces de este mismo sector, que razonan que ante la situación de "emergencia social" las discrepancias sobre la "crisis territorial" deberían quedar "en un segundo plano".
Sin embargo, incluso quienes verían con buenos ojos un nuevo intento de Sánchez admiten que "las presiones en contra de esa posibilidad son muy fuertes" tanto "dentro del partido, porque hay gente que ya ha abierto la puerta a la abstención" como "desde fuera, desde medios y empresas", de modo que "la relación de fuerzas" entre los partidarios de abstenerse y de los proclives a ensayar una mayoría progresista "es muy desigual". Finalmente en el entorno del secretario general, sobre este hipotético Gobierno de izquierdas, se recuerda el no de Iglesias a investir a Sánchez en marzo. "Ya estamos muy escarmentados con Podemos", añaden.
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se reúne este miércoles con el presidente en funciones y candidato del PP, Mariano Rajoy. La cita, a las 11.00 de la mañana en el Congreso, es el primer encuentro de ambos líderes desde el 26J. Fuentes socialistas subrayan que Sánchez irá "a escuchar" lo que Rajoy tenga que decirle y a "transmitirle el mandato del Comité Federal" del PSOE, que el pasado sábado acordó votar contra la reelección del líder conservador. ¿Qué pasará después? Esa es la pregunta que la dirección del PSOE aún no responde, al menos en público.