El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, exigió hace un año al entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que si no conseguía aprobar los Presupuestos Generales del Estado (PGE), debía someterse a una cuestión de confianza en el Parlamento, informa Europa Press.
"Si el presidente no puede aprobar su principal ley lo que tiene que hacer, como obligación constitucional, es someterse a una cuestión de confianza", advirtió Sánchez el pasado mes de marzo a Rajoy en una rueda de prensa en Ferraz donde dio cuenta de lo acordado por la Ejecutiva Federal del PSOE.
Casi un año después, Sánchez, ahora en el Gobierno, ha visto cómo la oposición ha tumbado este miércoles su proyecto presupuestario, pero aún se desconoce si entre sus planes está adelantar las elecciones a esta primavera o esperar otoño, o si incluso pudiera estar barajando la posibilidad de someterse a una cuestión de confianza, como él sugería meses atrás.
La cuestión de confianza es una herramienta regulada en el artículo 112 de la Constitución para medir el respaldo a un Gobierno, a cuyo presidente corresponde en exclusiva presentarla, previa deliberación del Consejo de Ministros, ya sea sobre un programa concreto o sobre una declaración de política general. Y para superarla necesita mayoría simple (más votos a favor que en contra), pues en caso contrario deberá presentar su dimisión.
Si se pierde, el rey busca un nuevo presidente
El Reglamento del Congreso detalla que ese escrito del Gobierno será trasladado a la Junta de Portavoces de la Cámara y se convocará una sesión plenaria para debatirla, siguiendo los protocolos de un Debate de Investidura. Finalizado el debate, se fijará hora para la votación, que no podrá ser antes de que pasen 24 horas.
Como en los Debates de Investidura, la votación será pública y por llamamiento, con los diputados poniéndose en pie y anunciado su voto en voz alta. La confianza que demanda el presidente del Gobierno se entenderá otorgada cuando vote a favor la mayoría simple de la Cámara, es decir, más síes que noes.
Si el Congreso niega la confianza al presidente del Gobierno, éste deberá presentar su dimisión ante el rey para que el Jefe del Estado ponga en marcha el procedimiento de designación de un nuevo presidente (consultas, investidura y votación).
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Se han celebrado dos cuestiones de confianza
Desde la Constitución de 1978 dos han sido los presidentes del Gobierno que se han sometido a una cuestión de confianza. En septiembre de 1980 fue Adolfo Suárez, de UCD, quien reclamó apoyo a la Cámara para superar la crisis y desarrollar el estado autonómico recién aprobado en la Carta Magna. La superó con creces al sumar 180 síes (UCD, Minoría catalana y andalucistas, básicamente) frente a 164 noes y dos abstenciones.
Diez años después, en abril de 1990, el socialista Felipe González se sometió a la cuestión de confianza tras los problemas en el recuento de escaños en varias circunscripciones en las elecciones celebradas meses antes, en las que el PP impugnó en los tribunales los resultados de Murcia, Pontevedra y Melilla. Al final, el PSOE superó el trámite con sus 175 diputados más un representante de la Agrupación Independiente de Canarias (AIC), frente a 130 noes y 37 abstenciones.
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, exigió hace un año al entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que si no conseguía aprobar los Presupuestos Generales del Estado (PGE), debía someterse a una cuestión de confianza en el Parlamento, informa Europa Press.