"La Guardia Civil nos entregó a los marroquíes, sentía que sangraba mucho y estaba mareado. Después, los marroquíes siguieron pegándome en el suelo. Golpes y más golpes, perdí la conciencia y me desperté en el hospital con tres fracturas". Es el testimonio recogido por la ONG Caminando Fronteras de un hombre camerunés que vivió en primera persona lo que se conoce como "devolución en caliente", una práctica denunciada por múltiples organizaciones no gubernamentales, por el Defensor del Pueblo y hasta por Naciones Unidas y que, este miércoles, ha recibido el respaldo del pleno del Senado.
Los votos en contra del Partido Popular, que tiene mayoría absoluta en la Cámara Alta, han paralizado este martes una proposición de ley presentada por Unidos Podemos que pretendía eliminar la disposición adicional de la Ley de Extranjería que regula el rechazo en frontera de inmigrantes a pie de valla en las ciudades autónomas. Concretamente, el grupo planteaba derogar la disposición adicional décima, que establece que "los extranjeros que sean detectados en la línea fronteriza de la demarcación territorial de Ceuta o Melilla [...] podrán ser rechazados a fin de impedir su entrada ilegal en España".
Esta disposición, no obstante, se introdujo tras la entrada en vigor de la Ley de Seguridad Ciudadana aprobada en solitario por el PP, que aprovechó su entonces mayoría absoluta para imponerse a todos los grupos de la oposición que, entre otras críticas, denunciaron que la conocida como ley mordaza "legalizaba" las devoluciones en caliente, que en la práctica ya se realizaban antes, como explica Verónica Barroso, portavoz de Amnistía Internacional. "Desde Aministía llevamos años denunciando este tipo de prácticas ilegales", afirma.
Además, la ley mordaza incluía también otro artículo que establecía que "el rechazo se realizará respetando la normativa internacional de derechos humanos y de protección internacional de la que España es parte". Sin embargo, según denuncia Barroso, esa regulación bajo la cual se realizarían los "rechazos en frontera" todavía "no se ha formalizado", por lo que los derechos que se presuponen para la persona migrante no están recogidos.
Pero, además, la propuesta de Unidos Podemos buscaba un segundo objetivo: modificar el artículo 58.6 de la Ley de Extranjería, que regula el mecanismo de devolución, para que se aplique también con las personas interceptadas entrando de forma irregular en España y no sólo con las que ya tienen abierto un "expediente de expulsión". "Por lo menos este artículo ofrece un mínimo de garantías a las personas migrantes", explica a infoLibre María Isabel Mora, senadora de Podemos encargada de la defensa de la propuesta en la Cámara Alta.
Voto en contra del PP y ausencia de Ciudadanos
El rechazo de la proposición presentada por Unidos Podemos es resultado de los votos en contra del PP. El portavoz del Grupo Parlamentario Popular y alcalde de Melilla, Juan José Imbroda, defendió la actual Ley de Extranjería y criticó duramente la propuesta porque, a su entender, equipara "al señor que salta la valla, muchas veces con violencia, con el que va a pedir asilo político a la oficina de frontera". A su juicio, para Unidos Podemos bastaría con "tocar la valla" para que España tuviera que hacerse cargo del individuo, lo que generaría "efecto llamada".
"Ha sido un discurso completamente xenófobo en el que, además, Imbroda ha presentado datos falsos", critica Mora, quien afirma que este miércoles se vio "quiénes están a favor de los derechos humanos y quiénes no".
Ciudadanos, por su parte, prefirió ausentarse durante la votación. De tres senadores, tan sólo permaneció en la Cámara uno, que se abstuvo. A preguntas de infoLibre, fuentes del partido afirmaban este mismo miércoles, antes de la votación, que estudiarían la propuesta de Unidos Podemos y tomarían una decisión "cuando toque".
"Desde Cs consideramos que algunas devoluciones no se están realizando con las garantías suficientes, algo que además está repercutiendo en el nivel de estrés de los agentes situados en el perímetro fronterizo cuando se enfrentan a este tipo de entradas, generando así una situación doblemente sensible, difícil de controlar", sostuvieron a preguntas de este periódico. Por ello, consideran "imprescindible que el Ministerio del Interior apruebe de forma urgente un protocolo de actuación de tal forma que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado actúen en el perímetro fronterizo a través de un procedimiento que ofrezca garantías, evitando así arbitrariedades en el criterio de actuación", añadieron.
El PSOE opta por la abstención
La decisión del Grupo Parlamentario Socialista, que se abstuvo en la votación. "Llega tarde y es un parche frente a la que está en trámite en el Congreso", expresó el portavoz del Grupo Socialista, Jesús Martín Rodríguez, que, no obstante, insistió en el "profundo desacuerdo" de su partido con las políticas de inmigración del Partido Popular, según informó Europa Press. "¿De verdad quiere que le jaleemos esta proposición que se queda a la mitad de la cuarta parte de las iniciativas socialistas que se han presentado sobre este asunto y se están tramitando en el Congreso?", le espetó a Mora.
Esta posición de los socialistas también ha sorprendido a la organización Caminando Fronteras, que ha criticado el cambio de opinión que evidenció este miércoles el PSOE. "Nosotros documentamos la muerte de siete mujeres después de sufrir una devolución en caliente. En ese momento, iniciamos una campaña y pedimos apoyo a todos los grupos de la oposición. Unidos Podemos respondió en seguida y Pedro Sánchez y su partido nos enviaron una carta diciendo que aceptaban lo que pedíamos", recuerda Ernesto García, miembro de la ONG. "Nos entristece comprobar que la realidad ahora sea esta", lamenta.
En marzo de 2016, la Cámara Alta ya rechazó una moción de Podemos-En Comú-Compromís-En Marea que solicitaba poner fin a las "devoluciones en caliente". Aquella vez, sin embargo, sí contaron con el apoyo del PSOE, aunque la posición de Ciudadanos y del Partido Popular fue exactamente la misma.
Sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), con sede en Estrasburgo (Francia), falló por unanimidad el pasado mes de octubre que la devolución en caliente de dos inmigrantes en 2014 fue ilegal. El tribunal falló por unanimidad el pasado mes de octubre que la devolución en caliente de dos inmigrantes en 2014 fue ilegal. La sentencia señala que esta práctica vulnera el Protocolo número 4 al Convenio para la protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, que prohíbe la expulsión colectiva de inmigrantes. Además, el fallo consideró que España vulneró el derecho a un recurso efectivo –artículo 13 de la Convención– ya que el 13 de agosto de 2014 N.D. y N.T. (de Mali y Costa de Marfil, respectivamente) fueron esposados y devueltos a Marruecos "sin ninguna medida administrativa o judicial previa", contra su voluntad y "sin que antes tuvieran acceso a intérpretes" ni a asistencia jurídica. Por ello, el tribunal condenó a España a indemnizar con 5.000 euros a cada uno de ellos.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos revisará la sentencia que condenó a España por las devoluciones en caliente
El TEDH tomó esta decisión después de que el despacho de abogados Boye-Elbal y Asociados llevara ante la justicia europea el caso concreto de la devolución de estas dos personas. Tras conocerse el fallo, la confundadora del bufete, Isabel Elbal, consideró que la condena "tiene que provocar un cambio en la práctica realizada" en cualquier país europeo "que se apresure a devolver de forma ilegal a los migrantes y a los refugiados".
Además, el Consejo General de la Abogacía Española (CGAE) también aplaudió la decisión, al igual que todas las ONG que defienden los derechos humanos, como Amnistía Internacional, Caminando Fronteras o la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).
El Ministerio del Interior aún está en el plazo de 90 días para presentar recurso. El ministro, Juan Ignacio Zoido, ya afirmó que la institución está ahora mismo estudiándolo aunque, por el momento, infoLibre no ha obtenido respuesta por parte del departamento sobre el punto en el que se encuentra.
"La Guardia Civil nos entregó a los marroquíes, sentía que sangraba mucho y estaba mareado. Después, los marroquíes siguieron pegándome en el suelo. Golpes y más golpes, perdí la conciencia y me desperté en el hospital con tres fracturas". Es el testimonio recogido por la ONG Caminando Fronteras de un hombre camerunés que vivió en primera persona lo que se conoce como "devolución en caliente", una práctica denunciada por múltiples organizaciones no gubernamentales, por el Defensor del Pueblo y hasta por Naciones Unidas y que, este miércoles, ha recibido el respaldo del pleno del Senado.