La trama del 'caso Koldo' transfirió patrimonio fuera de España tras el pelotazo de las mascarillas

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La trama del caso Koldo movió fondos al exterior tras el pelotazo dado con la venta de mascarillas durante los meses más negros de la pandemia. Las pesquisas llevadas a cabo por el Juzgado Central de Instrucción nº2 de la Audiencia Nacional han revelado que Víctor de Aldama, a quien los investigadores sitúan en la cúspide del negocio millonario, habría enviado dinero a un banco portugués en plena investigación por los contratos bajo sospecha. Los movimientos se habrían producido tanto desde cuentas de las que él mismo es titular como de las sociedades controladas por el empresario. No son, sin embargo, los únicos. La investigación también ha puesto de manifiesto fondos enviados a Brasil o a una sociedad que tiene a otra firma luxemburguesa como único accionista.

La existencia de estas maniobras en suelo luso constan en un auto emitido a comienzos de febrero por el magistrado instructor, Ismael Moreno. La resolución judicial, que acordaba continuar con las intervenciones telefónicas a algunos de los investigados, pone de manifiesto que entre el pasado 25 de septiembre y el 16 de noviembre se transfirieron 1.166.956 euros a cuentas en la entidad Millennium Banco Comercial Portugués. "Operativa de la que se tiene constancia como consecuencia de los sms recibidos [en el teléfono usado por el investigado]", señalaba el instructor de la causa. Tres semanas antes de que comenzaran estas transferencias, la Fiscalía Anticorrupción había interpuesto la querella que ha provocado el estallido del caso.

Aquellos movimientos, además, se produjeron en medio de una investigación tributaria que preocupaba a la trama. Así, tres días antes de que comenzase el envío de fondos a suelo luso, uno de los investigados le contaba a otro de los cabecillas, Juan Carlos Cueto, que el inspector de la Agencia Tributaria quería citar a los administradores y socios de Soluciones de Gestión, la empresa a la que se adjudicaron los contratos de material que ahora están bajo la lupa. Diez días después, Cueto habló con una empleada de Aldama para decirle que éste último, que había sido citado por la AEAT el 18 de octubre, debía comparecer con abogado y habiéndose preparado bien el asunto. "Como vaya alguien allí y empiece a largar y rajar, tiene un problema", señaló Cueto en la llamada.

Fruto de la intervención telefónica, los investigadores tuvieron constancia de que Aldama "estaría llevando a cabo" una "despatrimonialización de sus bienes en territorio nacional". Para ello, continúa el magistrado, "estaría empleando un entramado empresarial" en el que participarían varios "socios", algunos de los cuales tienen vínculos con Koldo García, exasesor del exministro José Luis Ábalos. "Esta labor tendría por objeto poner a nombre de sociedades creadas en Portugal bienes muebles e inmuebles que son de su propiedad", apuntaba el auto. Desde el 31 de agosto de 2022 hasta el 2 de marzo de 2023, Aldama y sus socios "habrían constituido" un "entramado" de siete sociedades lusas que compartían actividad declarada: "otras actividades de apoyo a empresas".

Para el instructor de la causa, dicha operativa del empresario "parece estar dirigida" a "evitar responder" con sus bienes "por incumplimientos tributarios que, vistas las ganancias obtenidas por su intervención en los contratos investigados, podrían generar cuotas defraudadas a la Hacienda Pública, tanto por el Impuesto sobre Sociedades como en el IRPF, superiores al umbral de los 120.000 euros previsto en el artículo 305 del Código Penal". "Lo cual podría determinar que el investigado pudiera también ser responsable de un delito contra la Hacienda Pública", desliza el magistrado.

No es la primera vez que la investigación detecta flujos hacia el exterior. En su querella, la Fiscalía Anticorrupción ya habló de "movimientos de cuentas" que pudieran estar dirigidos a "dificultar el seguimiento y trazabilidad del dinero obtenido" por la adjudicataria de los contratos de suministro de material sanitario. Así, mencionaba una transferencia de 13.500 euros que podía tener como destinatario una sociedad brasileña denominada Suro Capital Brasil Participacoes LTDA y otra de 8.750 euros que pudo ser destinada a una entidad financiera brasileña denominada Banco Itaú BBA. La misma querella recogía también una transferencia de 1,6 millones a una sociedad de crédito participada por una firma cuyo único accionista es, a su vez, otra sociedad luxemburguesa.

Fuentes conocedoras del caso aseguraban la pasada semana a infoLibre que la lista de países extranjeros crecerá, al tiempo que ponían sobre la mesa nombres como Malta y Panamá.

Los coches de Aldama

La investigación también ha ido arrojando más información sobre los bienes e inmuebles disfrutados por Aldama y la "interposición" de terceras personas sobre la titularidad de los mismos. Al empresario se le vincula con una vivienda en La Moraleja y otra en el Paseo de la Castellana. Además, sostiene el instructor, adquirió a través de una de sus sociedades "con parte de los fondos investigados" un Ferrari F12 que se encuentra a nombre de una mercantil administrada por uno de sus socios, la misma a cuyo nombre se puso una nave industrial que MTM 180 Capital –titularidad de Aldama– había adquirido en la localidad madrileña de San Agustín de Guadalix "con los fondos investigados".

Este coche no es el único vehículo de alta gama que habría estado a disposición del empresario. Según las pesquisas, el investigado, actual presidente del Zamora CF, también habría ofrecido a su pareja un Volkswagen Golf con matrícula portuguesa, un Land Rover, un Audi A8 o un Ferrari Portofino.

Koldo, el hombre para todo

En el momento en el que se produjo la adjudicación de los nueve contratos investigados a la mercantil Soluciones de Gestión –por valor de 54 millones de euros–, Aldama gozaba de "cierta prevalencia" en el Ministerio de Transportes. Tanto que, según se desprende de las intervenciones telefónicas, el presidente del Zamora CF tendría un "pase especial" en dicho ministerio. Por aquel entonces, Aldama tenía una "vinculación personal y directa" con Koldo García, quien fuera asesor del ministro. De ahí que el 2 de mayo de 2020 el empresario le pidiese ayuda con una gestión: "Esta es la empresa que trae los test, que como te he comentado van a ser donados. Necesitan una carta para aduanas en la que diga que estos test van para el ministerio y no tener ningún problema".

El magistrado señala que Koldo, alrededor del cual se ha detectado un incremento patrimonial de 1,5 millones que, según señala Anticorrupción, "no se corresponde con los ingresos procedentes de sus actividades oficiales", habría conservado "capacidad de influencia" sobre el "personal" del departamento tras su salida de la Administración Pública. Así, la investigación destaca que el exasesor de Ábalos habría mantenido "al menos tres comunicaciones" con la mujer de un inspector de policía vinculado al ministerio en las que habría trasladado que el agente sería "consolidado" en su cargo y que ya había tratado dicho asunto con Ábalos y el subsecretario del ministerio.

El instructor habla también en sus resoluciones de que la trama habría recurrido al exasesor para "influir" en aquellas cuestiones que tenían que ver con los contratos bajo sospecha. Es el caso de la reclamación económica de aproximadamente tres millones de euros de la Administración balear a Soluciones de Gestión por el estado de las mascarillas que en su día había suministrado a la misma. A petición de Cueto, Koldo habría ejercido su influencia para conseguir una "resolución beneficiosa" prevaliéndose de "la situación derivada de su relación personal con funcionarios públicos y autoridades". "Todo va por buen camino", le dice el exasesor a Cueto a comienzos de diciembre. "Más que hecho", le comenta una semana más tarde.

El juez apunta a Ábalos

Es ahí donde el juez sitúa como "intermediario" a Ábalos. En este sentido, cita una reunión el 10 de enero de 2024 en un reservado de la marisquería La Chalana a la que habría asistido Koldo y su antiguo jefe. "Esta reunión tiene un especial interés para los hechos investigados habida cuenta de la conversación telefónica mantenida el día anterior entre Cueto y Koldo, en la que Cueto le pedía que antes de que se fuese de viaje a Perú el día 11 de enero de 2024, le dijese algo a un tercero. De hecho, Koldo le informaba a Cueto que una de las cosas a tratar con una de las personas que se reunirá al día siguiente –cuando se reúne con Ábalos– era esa, se entiende que se refería a las gestiones realizadas con la Administración balear", señala el juez en su auto de comienzos de febrero.

El nombre del exministro, que ha tildado de "fantasía" que se señale que él pudo haber intermediado con el Ejecutivo de Baleares cuando el mismo ya estaba en manos del PP, ya figuraba en un informe elaborado por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil hace justo un año. En él, se señalaba que la "relación laboral" entre ambos "parecería trascender a otros ámbitos fuera del asesoramiento", así como de sus labores de consejero en organismos adscritos al Ministerio de Transportes. "García habría coincidido con otros miembros de la familia Ábalos en varios alojamientos y la mujer e hija de García figuran empadronadas en un inmueble titulado por Ábalos y su exmujer", señalaba aquel documento policial. El exministro no forma parte de la lista de investigados en el procedimiento.

La trama del caso Koldo movió fondos al exterior tras el pelotazo dado con la venta de mascarillas durante los meses más negros de la pandemia. Las pesquisas llevadas a cabo por el Juzgado Central de Instrucción nº2 de la Audiencia Nacional han revelado que Víctor de Aldama, a quien los investigadores sitúan en la cúspide del negocio millonario, habría enviado dinero a un banco portugués en plena investigación por los contratos bajo sospecha. Los movimientos se habrían producido tanto desde cuentas de las que él mismo es titular como de las sociedades controladas por el empresario. No son, sin embargo, los únicos. La investigación también ha puesto de manifiesto fondos enviados a Brasil o a una sociedad que tiene a otra firma luxemburguesa como único accionista.

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