El primer ministro francés, Manuel Valls, destacó este miércoles las diferencias que hay entre su estrategia, la de una izquierda "que asume su reformismo", con la que impulsan los partidos conservadores en diferentes países y también en la Unión Europea.
"No se trata de austeridad. Si queréis ver políticas de izquierdas, mirad lo que hacemos en Francia. Si queréis ver políticas de derechas, mirad la política de la Comisión", dijo ante 3.000 personas en el polideportivo de la Vall d'Hebron, en un discurso en catalán, castellano y francés. Poco después de anunciar un severo programa de recortes por 50.000 millones de euros hasta 2017, resaltó que su Gobierno logra proteger las políticas sociales y la educación, según dijo en un acto del PSC junto a la candidata del PSOE en las europeas, Elena Valenciano, y el candidato socialdemócrata a presidir la Comisión, Martin Schulz.
Según Valls, su Gobierno está haciendo un "esfuerzo único en Europa" a favor de la política social, la educación y las libertades, y lo contrastó con las actuaciones de los Ejecutivos europeos conservadores. Frente a una Europa de derechas que en su opinión ha fracasado, reivindicaron el cambio que defienden los socialistas europeos liderados por Schulz, porque "la Europa de izquierdas es la única capaz de enderezar el proyecto europeo". De Martin Schulz enalteció su actitud, que pasa por que en Francia sea "es el más francés, en Cataluña y en España el más catalán y el más español de los socialistas europeos".
Para él, la diferencia entre progresistas y conservadores también se da en términos de igualdad de género, por lo que lamentó que se quieran poner restricciones a las mujeres al abortar, y expresó su "condena total hacia el machismo y el sexismo".
Lo dijo después de que el candidato del PP, Miguel Arias Cañete, haya pedido disculpas por haber dicho que debatir con una mujer es complicado porque, si se demuestra superioridad intelectual, uno puede ser acusado de machista, tras el cara a cara televisado que mantuvo con Valenciano.
Valls se definió como un catalán y español de nacimiento, pero que se siente plenamente y "apasionadamente francés por elección", y se proclamó orgulloso de su país por haber posibilitado que un hombre como él, de origen barcelonés, pueda haber sido alcalde, ministro y primer ministro.
Los socialistas no saben de fronteras
Consideró fundamental que los europeos sepan apreciar qué comparten, y les lanzó una petición: que no contribuyan a crear "nuevas fronteras" que los separen y dividan. Contrapuso a los socialistas con los euroescépticos y la extrema derecha, y destacó la apuesta contra el racismo, el fascismo y el antisemitismo que siempre han hecho los socialistas a lo largo de toda su historia.
Valenciano, a su vez, contrastó las políticas socialdemócratas con las de la derecha, al preguntarse: "¿Puede Europa ocuparse del empleo juvenil? Claro que puede. La derecha no lo hará, lo hará el socialismo". Para ella, únicamente los socialistas pueden garantizar un cambio en las instituciones europeas, algo que implicará "salvar a España, a los trabajadores, a las mujeres y a los jóvenes".
La candidata socialista remarcó que uno de los elementos que singulariza al socialismo europeo es que no entiende de fronteras, y que la única que tiene es la que le separa "del racismo, la xenofobia, el extremismo y la extrema derecha". "La gente que vote aquí al PSC también está votando para salvar las pensiones de las personas mayores en Portugal", y un voto para los socialistas en Francia significa apoyar la lucha en España a favor de la igualdad de género, clamó.
También se dirigió a las mujeres y, en alusión a las palabras de Cañete, aseguró que pueden votar a quien quieran pero no a quienes "las desprecian".
González anima a Navarro a seguir defendiendo el federalismo
Felipe González, el último intervenir, proclamó que la reforma de la Constitución acabará triunfando para dar una salida a la situación de Cataluña, y lo hará frente a quienes defienden "posiciones de enfrentamiento no reconciliables", en alusión a los independentistas, pero también al PP. El expresidente del Gobierno felicitó al líder del PSC, Pere Navarro, por apostar por la vía federal frente a soberanistas y a inmovilistas: "Pere, insiste. Se pasan momentos más o menos difíciles, pero el diálogo, la centralidad y la reforma será lo que se abrirá paso". No hizo referencia a su traspié en La Sexta, donde defendió la gran coalición "si el país lo necesita".
González expresó toda su solidaridad y apoyo al primer secretario del PSC por defender la reforma federal en Cataluña, y pidió "un esfuerzo de voto especialmente en Cataluña por Cataluña, por España y por Europa". "En la identidad de Catalunya está el diálogo, el compromiso y la reforma para fortalecer la convivencia", remachó.
El expresidente dijo que, si gana el PP, supondrá refrendar las políticas del Gobierno de Mariano Rajoy, que entonces las aplicará de nuevo en el próximo presupuesto estatal, y ha sentenciado que estas políticas "no merecen ser refrendadas ni por los votantes del PP". Cargó contra el PP actual, pero también contra el del expresidente José María Aznar, y dijo que ambos Ejecutivos coinciden en que no impulsan ni una sola ley que suponga una "ampliación de libertades, de igualdades o de solidaridades".
"Una vergüenza que mi hija valga menos que mi hijo"
González también se refirió a Cañete para decir que si pide disculpas por "si alguien se ha sentido ofendido", es que en realidad cree que su comentario no es ofensivo. Ante un público entregado, arremetió contra los euroescépticos que definió como "populistas, nacionalistas e insolidarios", y dijo que el socialismo es crítico –que no escéptico– con Europa porque quiere cambiarla ganando las elecciones europeas del 25-M.
Quien también aludió a Cañete fue Schulz, a quien se vio más cansado que en otros mítines en los que ha participado en España. El alemán aseguró que la Europa que quiere el socialismo "no considera a las mujeres inferiores intelectualmente". El candidato a la Presidencia de la Comisión abrió su discurso en catalán y lo pronunció luego íntegramente en castellano, y entró de lleno en la polémica que ha marcado la campaña de las europeas en España: "Para mí es una vergüenza como hombre y como padre pensar que mi hija vale menos que mi hijo".
Cerró su alusión a la polémica asegurando que trabajará junto con Valenciano para que haya igualdad entre hombre y mujer en Europa y para que madres e hijas estén a salvo de la violencia: "Nuestra lucha continuará hasta alcanzar la igualdad real".
El primer ministro francés, Manuel Valls, destacó este miércoles las diferencias que hay entre su estrategia, la de una izquierda "que asume su reformismo", con la que impulsan los partidos conservadores en diferentes países y también en la Unión Europea.