La venta de coches eléctricos se acelera en España, pero su cuota de mercado es de las más bajas de la UE

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Las ventas de vehículos eléctricos en febrero de 2017 en España aumentaron un 38% con respecto al mismo mes del año anterior, según datos recogidos por Movilidad Eléctrica. La cifra es significativa, argumentan los expertos, y en ella están influyendo los descuentos de las compañías de automoción, la concienciación de los usuarios y la restricción al tráfico contaminante de ayuntamientos como el de Madrid, entre otros motivos.

Sin embargo, no es suficiente. En 2016 se alcanzaron los 11.000 vehículos eléctricos en nuestro país, pero el parque móvil está compuesto de 22 millones de unidades, por lo que la cifra representa un 0,05% del total. Se han vendido 365 vehículos eléctricos –incluyendo puros e híbridos–, pero sólo los matriculados el mes pasado en el apartado de vehículos de pasajeros en general fueron 97.796. Seguimos, además, por debajo de países europeos como Francia, Noruega, Alemania o Reino Unido, tanto en matriculados y vendidos como en cuota de mercado.

En estos momentos existen tres tipos de vehículos eléctricos disponibles en el mercado: los híbridos eléctricos (el motor eléctrico sustituye al de combustión en determinados momentos de la conducción), los híbridos enchufables (las primeras decenas de km del viaje se surten solo de energía eléctrica, el combustible convencional sirve de reserva, y necesitan alimentación eléctrica) y los 100% eléctricos. Las estadísticas publicadas sobre el sector a nivel europeo solo incluyen los dos últimos, que no tienen por qué contaminar en un solo momento de sus recorridos. España matriculó en todo 2016 4.515 unidades de este tipo de vehículos. Nos superan el líder, Noruega (44.874), Reino Unido (35.908), Francia (34.730), Alemania (27.372) y Países Bajos (22.857). En Noruega, además, uno de cada siete automóviles en la calle es eléctrico, una cuota impensable en el resto de Europa. De los 12 países incluidos en la gráfica, solo están por debajo de nosotros Italia y Dinamarca. Nos superan en matriculación, además de los mencionados, Suecia, Bélgica, Suiza y Austria. Sin embargo, solo se incluyen los mejores resultados: el resto de los miembros de la UE no forman parte de las estadísticas porque sus cifras son residuales.

Sin embargo, para un análisis completo de los datos hay que tener en cuenta el porcentaje con respecto al parque móvil de los vehículos eléctricos en cada uno de los Estados. Y en esa gráfica, según datos del Observatorio Europeo de Alternativas Fósiles (EAFO, siglas en inglés) España sale peor parada. En los datos de 2016 de cuota de mercado de vehículos eléctricos de la Unión Europea, España ocupa el lugar 20 de 28. Encabezan Países Bajos (6%), Suecia (3,60%), Bélgica (1,70%) y Austria (1,50%). Francia, Reino Unido, Finlandia, Portugal, Alemania y Dinamarca están por encima en este ámbito de nuestro país, que recoge un 0,30%. Por debajo de nuestra posición, Italia, Grecia, Polonia y países del este. En cuanto a vehículos vendidos y matriculados, somos la cola del león, pero mantenemos una posición media-baja si se compara la cuota de eléctricos con el mercado automovilístico al completo.

El principal estímulo para la compra de coches no contaminantes en España es el plan Movea 2017, que previsiblemente saldrá a la luz en abril, ya que aún no ha hecho el recorrido administrativo necesario. Durante estos primeros meses del año los compradores de automóviles eléctricos no se pueden acoger a ninguna ayuda. Cuando se publique la que ha sido anunciada, los nuevos usuarios podrán disfrutar de un plan con un presupuesto de hasta 16,6 millones de euros, de los que 12 millones se destinarán a los incentivos a la compra y la instalación de puntos de recarga.

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Pero aún con las ayudas estimadas disponibles, las cifras de ventas están lejos del objetivo de 150.000 matriculaciones en 2020 del plan Vea –recordamos, fueron 4.515 en 2016–. Y, además, un informe de la consultora Deloitte ha puesto sobre la mesa la necesidad de acelerar aún más.

La empresa cifra entre 1,6 y dos millones de coches eléctricos los que debería haber en circulación en España en 2025 si queremos cumplir con los objetivos de reducción de gases de efecto invernadero. La propia consultora asegura que llegar a ese número es complicado: al menos con la situación actual con respecto a Europa y las medidas tomadas y previstas por la Administración. En España, según Deloitte, adquirir un coche alimentado por energía eléctrica es entre un 5% y un 24% más caro que adquirir uno convencional, frente al ahorro de entre el 15% y el 27% que supone comprar un coche eléctrico en Noruega y Países Bajos. Y en España, asegura, el Estado ha invertido desde 2009 40 millones de euros en incentivar el sector, frente a los 1.200 millones de euros para los vehículos convencionales solo desde 2012.

Desde Deloitte recomiendan varias medidas a tomar desde España para que el sector del transporte, responsable del 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero en España, se sume a una transición energética que haga cumplir lo prometido por España en la lucha contra el cambio climático. Proponen que el plan de incentivos sea de 700 millones hasta 2025 para reducir hasta un 20% el precio de cada coche eléctrico; cerrar gradualmente los centros de las ciudades a los coches convencionales –Barcelona ya está en ello–; e instalar para 2020 230.000 puntos de recarga –ahora no superan los 2.000–, 4.000 postes en vía pública y 11.000 electrolineras rápidas y semirrápidas (estaciones de servicio que cargan rápidamente). Al vehículo eléctrico le quedan aún muchos kilómetros y mucha carretera por recorrer en España. Quizá cuando llegue a la meta sea ya demasiado tarde.

Las ventas de vehículos eléctricos en febrero de 2017 en España aumentaron un 38% con respecto al mismo mes del año anterior, según datos recogidos por Movilidad Eléctrica. La cifra es significativa, argumentan los expertos, y en ella están influyendo los descuentos de las compañías de automoción, la concienciación de los usuarios y la restricción al tráfico contaminante de ayuntamientos como el de Madrid, entre otros motivos.

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