Vías del siglo XIX y maquinaria desfasada explican el caos ferroviario extremeño que ha provocado tres averías en un día

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El año 2019 no ha comenzado bien para los extremeños. Menos de 24 horas después de tomarse las uvas, sus trenes ya acumulaban tres incidencias. La más grave, la sucedida en la noche del día de Año Nuevo. El convoy que partió de Badajoz a las 17.18 horas de este martes con destino a Madrid sufrió una avería a su paso por Mérida y, como no pudo ser solucionada, los viajeros fueron trasladados a otro tren. Este, a su paso por Navalmoral de la Mata (Cáceres), sufrió otra avería y se detuvo a las 21.30 horas. Volvió a arrancar a las 22.15, pero se volvió a parar a los pocos minutos. A la 1.15 reanudó la marcha ayudado por otro tren que llegó desde Talavera de la Reina para remolcarlo. Mientras tanto, 163 pasajeros, incluidos niños, esperaban dentro del tren a oscuras, sin calefacción y sin baño. Finalmente, todos los pasajeros —algunos en autobús y otros en el tren de Talavera— llegaron a Madrid pasadas las 3.30 de la madrugada, cuatro horas después de lo programado.

 

El hecho podría ser una noticia aislada si hubiera ocurrido en otra comunidad. El problema es que tuvo lugar en Extremadura, donde este tipo de incidentes han pasado a formar parte del día a día. Así lo llevan denunciando desde hace años diversas asociaciones de la sociedad civil y los sindicatos CCOO y UGT, que han reclamado en multitud de ocasiones un "tren digno" para Extremadura. "Ya no se trata de incidencias, estas averías entran dentro de la normalidad, y no nos vamos a resignar a que esto continúe ocurriendo", critica Encarna Chacón, secretaria general de CCOO en la comunidad, en conversación con infoLibre. Se han manifestado varias veces. Lo han hecho en Extremadura y en Madrid, pero los avances, tal y como se pudo constatar este martes, todavía no han llegado. 

Las reacciones a lo ocurrido no se hicieron esperar. El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, exigió este miércoles al Gobierno central "respuestas, explicaciones y acciones concretas". Poco después, el director general de Transportes de la comunidad, José González, cargaba la culpa sobre en Renfe. Calificó a sus responsables de "inútiles" incapaces "de gestionar adecuadamente una avería". "Si no son capaces de mantener un servicio decente y adecuado a los tiempos en los que vivimos, por favor que lo dejen, que lo suspendan y que cambien el transporte ferroviario por otro tipo de transporte", llegó a aseverar. 

 

Renfe, por su parte, se limitó a pedir disculpas. Su secretario general, Ramón Azuara, aseguró que la compañía revisará los protocolos de actuación para minimizar el impacto en el confort de los viajeros y dotará a los trenes entre Madrid y Extremadura de acompañamiento mecánico. "Queremos evitar que se vuelva a producir, y estudiaremos las decisiones para mejorar el protocolo", añadió. No obstante, la empresa sostuvo, a través de una nota de prensa, que en los últimos seis meses ya se pusieron en marcha una serie de medidas "encaminadas a solventar las incidencias". Estas pasan, según detalló la compañía, por la sustitución de cinco trenes antiguos por otros modelos más modernos, por el acompañamiento de mecánicos en los trenes más sensibles y por la inversión urgente en infraestructuras que está acometiendo el Ministerio de Fomento. 

Y es que estas tres son, a juicio de los sindicatos y las organizaciones, las principales razones que explican el "aislamiento" ferroviario que sufre Extremadura. "Estamos hablando de la dignidad del pueblo extremeño. Tenemos que tener unas infraestructuras dignas porque lo que queremos es que la gente pueda entrar y salir de la comunidad en condiciones normales, como hacen los demás", demanda Patro Sánchez, secretaria general de UGT en Extremadura. 

Un problema de años

La  Junta de Extremadura, CCOO, UGT y la Confederación Regional Empresarial Extremeña (CREEX) firmaron, en marzo del año 2016, el llamado Pacto Social y Político por el Ferrocarril en Extremadura. Desde entonces, se han ido adhiriendo numerosas entidades sociales, además de los grupos parlamentarios de PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos que reclaman "un tren digno" para la comunidad autónoma. "En los últimos 25 años, la red ferroviaria extremeña operativa se ha reducido un 20%, dejando a la región, por ejemplo, sin conexión con el norte de España. Toda esta red es de vía única, sin electrificar y con numerosos tramos en tan mal estado que obliga a los trenes a reducir su velocidad a 40-50 kilómetros por hora", critica el documento. 

Y lo critican, también, los sindicatos. Según explican en conversación con infoLibre, Extremadura es la única comunidad que no tiene ni un solo metro de vía electrificada. "En algunos tramos, las vías son de madera", denuncia Sánchez. "En esos tramos los trenes no pueden circular a más de 30 kilómetros por hora", añade Chacón. Y a eso se suma la antigüedad de las propias máquinas, que ni siquiera pueden ser reparadas en Extremadura porque la comunidad tampoco dispone de un solo taller para ello. 

Esta degradación no es más que un ejemplo más del descuido que se ha tenido con el sistema ferroviario extremeño, que comenzó a desmantelarse en la década de los 80, tal y como recuerda Antonio García Salas, portavoz de la plataforma Extremadura en red. Según explica, en ese momento se cerró la Ruta de la Plata entre Plasencia y Astorga. Años después, en 2012, quedó enterrado definitivamente el proyecto del AVE entre Lisboa y Madrid que, necesariamente, haría parada en Extremadura. 

Además, denuncia García Salas, es la única comunidad que no cuenta con ferrocarriles de larga distancia ni Alvias. Sólo hay trenes de media distancia y un Talgo, que se puso en funcionamiento el pasado mes de marzo después de ocho años sin circular. Tampoco hay doble vía: si dos trenes se van a cruzar, uno de ellos tendrá que pararse en una estación para que no se produzca ningún accidente. 

Y los trenes que hay, antiguos y de baja calidad, ni siquiera pueden ser mantenidos en Extremadura. No hay personal suficiente, pero tampoco hay talleres

Aunque sea lento, que el tren funcione

El Pacto, explica Chacón, "es un instrumento muy valioso de consenso y reivindicación" con el que, todos los implicados, pretendían conseguir una serie de objetivos. "Entre otras cosas, tener unas infraestructuras decentes hacia el norte, hacia el sur, hacia el este y hacia Madrid", especifica.

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Pero hay otras metas más urgentes. En primer lugar la electrificación de las vías. "El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, estableció unos plazos de licitación y de obras que, de momento, se van cumpliendo", explica Sánchez. Pero eso lleva un tiempo, coincide con ella Chacón. Así que, por lo menos, piden que los trenes lleguen a su destino sin incidencias. "Queremos garantías para llegar. Si a Madrid se tarda cinco horas, que el tren llegue en cinco horas, no que deje a los pasajeros tirados", pide la secretaria general de CCOO. 

Y para conseguirlo, insisten en la necesidad de seguir con la movilización. "A la hora de llegar en tren, Extremadura parece el tercer mundo. Ha habido un abandono desde hace muchos años y lo que tengo claro es que eso hay que cambiarlo con mucha presión y mucha movilización", asegura Sánchez. Por eso, dice, quizá sea necesaria una reivindicación "sostenida en el tiempo" o, incluso, "acciones más serias y directas" como la paralización de trenes. La situación, insiste, es "inadmisible". "En un país como el nuestro esto no se puede consentir", añade.

Desde CCOO están de acuerdo. "No renunciamos a ninguna estrategia", dice Chacón, que apunta a la necesidad de unidad por parte de los grupos políticos y de la sociedad civil. "Queremos que no haya ningún interés partidista y que el Pacto lo lidere el Gobierno regional", afirma. Lo que esperan ambos sindicatos es que, de cara a las elecciones autonómicas y municipales del próximo 26 de mayo, no aparezcan esos intereses.

El año 2019 no ha comenzado bien para los extremeños. Menos de 24 horas después de tomarse las uvas, sus trenes ya acumulaban tres incidencias. La más grave, la sucedida en la noche del día de Año Nuevo. El convoy que partió de Badajoz a las 17.18 horas de este martes con destino a Madrid sufrió una avería a su paso por Mérida y, como no pudo ser solucionada, los viajeros fueron trasladados a otro tren. Este, a su paso por Navalmoral de la Mata (Cáceres), sufrió otra avería y se detuvo a las 21.30 horas. Volvió a arrancar a las 22.15, pero se volvió a parar a los pocos minutos. A la 1.15 reanudó la marcha ayudado por otro tren que llegó desde Talavera de la Reina para remolcarlo. Mientras tanto, 163 pasajeros, incluidos niños, esperaban dentro del tren a oscuras, sin calefacción y sin baño. Finalmente, todos los pasajeros —algunos en autobús y otros en el tren de Talavera— llegaron a Madrid pasadas las 3.30 de la madrugada, cuatro horas después de lo programado.

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