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El cambio de estrategia de la Casa Real para popularizar la monarquía tensa el equilibrio institucional con el Gobierno

Natalia Junquera: "Hay una campaña muy efectiva para hacer pensar a la gente que el sistema actual no vale"

Natalia Junquera (A Coruña, 1981) es periodista en El País. Ha desarrollado su carrera en la Cadena Ser, Antena 3 y La Voz de Galicia. Se ha especializado en memoria histórica, asunto sobre el que escribió con Jesús Duva Vidas Robadas y, en solitario, Valientes. En su segunda novela, recién publicada, Nunca nos contamos lo que pasó, vuelve al tema desde la ficción. Junquera define su obra más reciente como "una carta de amor al periodismo" en la que reivindica el poder reparador de la verdad. Su protagonista, como le ocurrió a ella misma, es una periodista decepcionada por un nuevo director en su diario que pierde el respeto de la redacción.

Polémica por la conmemoración del fin del franquismo

"Lo más llamativo del anuncio de Pedro Sánchez de que en 2025 va a haber más de un centenar de actos para celebrar la llegada de la libertad tras la muerte de Franco son algunas reacciones. Ayuso habla de violencia en las calles, de Guerra Civil y plantea que la Comunidad de Madrid va a ser la garante de la Transición, la libertad y la Constitución. La Transición no hay que garantizarla. Es un periodo histórico que pasó. En contra de lo mantenido por el PP, se alaba en las dos leyes de Memoria Histórica de 2007 y 2022. Y sobre la Constitución, en su momento Alianza Popular, el PP de entonces, se dividió en el voto. No sé exactamente por qué se siente interpelado, por qué cree el PP que le afecta que en el 50 aniversario de la muerte de Franco se celebre la gran transformación que ha habido en este país desde que se acabó la dictadura".

Defensa del franquismo en las instituciones

"Hemos escuchado a un diputado de Vox, Manuel Mariscal, decir en el Congreso de los Diputados que la dictadura había sido un tiempo de progreso, de reconciliación nacional y de unidad. Santiago Abascal también dijo en la sede de la soberanía popular que este era el peor gobierno en 80 años: literalmente, que con Franco vivíamos mejor, pese a estar claro que la dictadura no fue un periodo ni de reconciliación, ni de unidad, ni de progreso, sino todo lo contrario. Lo vemos también en esas protestas de Ferraz: chavales cantando el Cara al sol, llevando banderas preconstitucionales con el aguilucho... Son estampas preocupantes, aunque haya un consenso mayoritario sobre que es mejor la democracia que la dictadura".

Una moda o una tendencia duradera

"No creo que haya un clima de opinión que piense que la dictadura es mejor que la democracia o que comparta esas declaraciones que ha hecho recientemente un diputado de Vox en el Congreso. Pero es un problema en el que hay que fijarse y mantener la atención. La ignorancia siempre es peligrosísima. Se resuelve con información y con conocimiento. Hace poco un estudio en centros públicos y privados de distintas ciudades españolas demostraba las lagunas que tenían muchos jóvenes sobre la historia de su propio país. En cuanto se ha intentado atajar el problema e introducir en los currículos escolares la represión franquista, por ejemplo, la derecha se pone en contra y dice que es adoctrinamiento, pero que los jóvenes no conozcan la historia de su país es un problema y hay que atajarlo".

Ideología y desinformación juveniles

"En las encuestas estamos viendo una brecha generacional y de género. Los jóvenes empiezan a ser más radicales que sus padres y mucho más que sus compañeras de generación. Hacen manifestaciones preocupantes sobre la violencia de género. Hace poco, por ejemplo, en El País publicamos una encuesta con un porcentaje sorprendentemente alto de chicos jóvenes que pedían un día del hombre heterosexual, que es no entender nada de la causa LGTBI. Vemos casos de violencia machista cada vez más entre adolescentes. Y en el caso de las manifestaciones a favor de Franco, hay una parte de desconocimiento y otra de una malentendida rebeldía. Tiene mucho que ver con Vox, que engancha muy bien con algunos jóvenes por ese halo de antisistema que tiene. Todo eso se rebate con información, con conocimiento, con datos. A lo mejor no sabemos llegar a cierto público más joven".  

Clima político actual

"El clima político actual lo veo feo y pobre. Hay mucho más politiqueo que política, que gestión, que es mirar a los problemas y buscar modos de solucionarlos. Lo vemos en los debates parlamentarios, donde no se habla apenas de gestión. Es un cruce de acusaciones, reproches e insultos. Todo ese tiempo que se están insultando es tiempo que se detrae del debate importante, que son los problemas que tenemos, que los tenemos y muy gordos. Por ejemplo, el de vivienda, con todo lo que lo que conlleva. Pero es muy difícil salir de ahí porque ya llevamos varios años de teatralización del debate político. Y para que deje de ser así tiene que haber un acuerdo entre los principales partidos de no hacer ese tipo de política fea y pobre, pero no parece que vaya a ocurrir".

El poder judicial

"Es evidente, y algunos jueces y magistrados con los que hablé hace meses para un reportaje en El País lo comparten, que hay una judicialización de la política y una politización de la justicia, y los dos son problemas graves. Que un juez llame psicópata al jefe de otro poder, al presidente del Gobierno, y no reciba sanción es un problema. Que las causas se alarguen y provoquen esas penas de telediario es un problema. Que el Tribunal Constitucional se convierta en un lugar donde los actores políticos van a ‘chivarse’ de las medidas o leyes que no les gustan, como si fuera la tercera cámara, desvirtúa su papel y es un problema también. Y que la opinión pública interprete que la justicia funciona con bandos, que hay jueces de derechas y de izquierdas, cada uno con su agenda, como se ve en los estudios europeos que miden eso, provoca que la gente desconfíe de las instituciones, de una tan importante como la justicia, y eso también es un problema".

Hacia la aprobación de los Presupuestos

"Desde los primeros minutos de vida de esta legislatura, quedó claro que iba a ser todo muy complicado, porque esa amalgama de partidos que permitió investir a Pedro Sánchez otra vez presidente de Gobierno tiene intereses muy diferentes y contrapuestos. Junts es un partido de derechas. ERC es un partido de izquierdas. Y Sánchez necesita los votos de todos y todo el rato para aprobar lo que sea, incluidos los Presupuestos Generales del Estado. Todo va a ser muy complicado y lo estamos viendo. Cada ley es una batalla extenuante y hasta el último minuto no sabemos si algo se va a aprobar o no, y con los Presupuestos pasa exactamente igual".

Agotar la legislatura

"Pedro Sánchez tiene elementos a favor y en contra de esta promesa que ha hecho de terminar la legislatura. Tiene un grupo de socios demasiado diverso y están enfrentados entre sí. Ese es su hándicap. Pero a la vez, enfrente no hay una alternativa porque el PP y Vox no suman y esa es su ventaja. Por otro lado, hemos visto que, aunque no se hayan publicado, Sánchez ha escrito varios tomos ya de aquel primer manual de resistencia. Mariano Rajoy, por ejemplo, fue a dos funerales políticos de Sánchez. Pareció que lo enterraba dos veces y, finalmente, fue Rajoy el que dejó la política después de una moción de censura contra él".

El cambio del perfil de Feijóo

"Ha mutado en los dos años que lleva al frente del PP desde que el partido fulminó a Pablo Casado, al primer presidente que se elegía en unas primarias. Ha enterrado el perfil moderado de cuando era presidente gallego, que de vez en cuando tiraba de las orejas a Casado por arrimarse demasiado al discurso de Vox o recriminaba a Cayetana Álvarez de Toledo su posición un poco más hiperbólica. Feijóo heredó todos los problemas que tenía Casado, fundamentalmente la relación y la actitud del PP ante Vox y también la actitud ante ese independentismo estratégico que tiene la presidenta de la Comunidad de Madrid. Y no ha sabido atajar ninguno de esos problemas. Incluso diría que los ha agravado. Se ha saltado la línea roja de Casado y ha metido a Vox en las instituciones".

Se acabó la moderación

"En su primer discurso como presidente del PP, Feijóo dijo que había venido a ganar al presidente, no a insultarle. Que moderación no era tibieza, que apostaba por el diálogo. Queda muy poco de ese discurso. Ha colocado de portavoz parlamentario a Miguel Tellado, el que dice que Pedro Sánchez se tiene que ir de España en un maletero de coche o que agita riéndose un fotomontaje de víctimas de ETA en el Congreso. Ha recuperado a Álvarez de Toledo. Y, sobre las hipérboles, el propio Feijóo dijo en el Congreso que no veíamos nada igual desde Franco y se refería a un plan europeo para dar transparencia a la propiedad de los medios de comunicación. Fin de la moderación. Se ha arrimado en más de una ocasión a los discursos de Vox en inmigración, llegando a vincularla con la delincuencia, una de las banderas de la ultraderecha, aunque ahora estén aparentemente divididos. Y ha cometido muchos errores estratégicos". 

Crecimiento de Vox en Valencia

"El partido que más ha crecido en estimación de voto después de la devastadora dana de Valencia ha sido Vox y se veía venir. El juego de la antipolítica tiene estas consecuencias: crecen los extremismos. Curiosamente, el PP ha participado de ese juego, del todos son iguales, cuando es el principal perjudicado. A quien más beneficia es a su alternativa por la derecha, a Vox. Todos estos mensajes, algunos los hemos escuchado también en prime time, esos bulos y ese falso eslogan de solo el pueblo salva al pueblo, que esconde bajo una supuesta solidaridad ciudadana, como decía la politóloga Pilar Mera, un quítate, déjame a mí. Se veía que iban a ganar los antipolíticos, los antisistema, los Vox y los Alvises. Es muy preocupante y muy triste. Y hay una campaña muy efectiva con muchos agentes para hacer pensar a la gente que el sistema actual no vale. Lo decía Hannah Arendt: la mentira constante el objetivo que tiene es que no creas en nada, generar este caos. Y por ahí se cuelan los populismos, que como sabemos siempre terminan mal".

Repercusiones del retorno de Trump

"Luis Moreno Ocampo, que fue el primer fiscal de la Corte Penal Internacional, dice siempre que las elecciones más importantes para cualquier ciudadano del mundo son las de la Presidencia de Estados Unidos, porque son las más influyentes para los distintos actores y conflictos internacionales. Evidentemente, la victoria de Donald Trump va a tener consecuencias en Europa y en España. Ya sabemos, por ejemplo, que Trump y Europa tienen visiones radicalmente distintas sobre sobre la guerra de Ucrania o el conflicto de Gaza. También están los aranceles. Es verdad que una cosa es lo que se promete en campaña y otra lo que se hace en el poder, sea de la Moncloa o del Despacho Oval. Pero los mensajes son preocupantes. Y este periodo de incertidumbre que hay sobre qué puede hacer Trump y cómo nos puede afectar no es lo que antecede a las mejoras sino el miedo que precede a un agravamiento de los problemas".

La novela Nunca nos contamos lo que pasó

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"Escribir es un acto íntimo, aunque escribas para que se comparta. Escribes de las cosas que conoces, te importan o te conmueven. He metido bastantes elementos autobiográficos: la protagonista es una periodista vocacional apasionada, que trabaja en un periódico que un día es secuestrado por la incompetencia y el sectarismo, y esto a mí me pasó. Lo que hace es coger una excedencia para investigar un crimen de la Guerra Civil en un pueblo de la España vaciada, y así recupera la ilusión, que es la gasolina de cualquier vocación. Es una novela sobre el poder terapéutico de la comunicación, hablar, informarse, ser informado. Es una carta de amor a la profesión. Aunque las muchas amenazas están retratadas también están todas las cosas buenas y necesarias que trae el periodismo tanto a los consumidores como a los profesionales que lo ejercen".

Importancia del periodismo

"Para que una sociedad mejore tiene que ser exigente y para ser exigente tienes que estar bien informado. Las sociedades bien informadas evolucionan y las sociedades desinformadas involucionan. La desinformación ha saltado de pequeños reductos al prime time de algunas televisiones, a las columnas de algunos referentes intelectuales, de voces reconocidas, ya no es tan fácil identificar la mentira. Los medios serios tienen un papel muy importante y una tarea complicada porque la estrategia no está clara. Podemos desgañitarnos cada día, desmintiendo las falsedades que se lanzan en otros medios de comunicación y en redes sociales. O podemos intentar hacer nuestro trabajo mejor que nunca, fijarnos en los buenos referentes del periodismo y confiar en que al final eso se imponga. Que el dato mate al relato y poco a poco la gente vaya aprendiendo a consumir. La información que empieza por saber distinguir la que lo es de la que no lo es".

Pagar por información de calidad

"La desinformación tiene mucho que ver con cómo se hacen las cosas y cuánto cuesta hacerlas. La opinión es muy barata, prácticamente gratis. Mandar a un periodista a Siria, a Ucrania o a los pueblos afectados por la dana para que compruebe in situ qué es lo que está pasando, si está la gente recibiendo las ayudas que necesita, cuesta dinero. Es importante que los lectores entiendan que nuestro trabajo necesita un apoyo, que solo podemos hacerlo con su colaboración. Que la gente sepa distinguir a los periodistas de estas especies invasoras que tenemos ahora de personas, plataformas y medios que se visten como nosotros, que van a los mismos sitios que nosotros, que hacen aparentemente el mismo trabajo que nosotros, pero que tienen una misión radicalmente distinta que no es ni el interés general ni la información".

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