Batalla cultural en el ruedo: adiós al Premio Nacional de una tauromaquia que el PP riega con ayudas millonarias

Amanecía el viernes con la supresión del Premio Nacional de Tauromaquia y no tardaba el PP en avisar de que volverá a instaurarlo en cuanto pueda. Esto es, en cuanto gobierne. Mientras tanto, las comunidades 'populares' se han apresurado a anunciar galardones autonómicos para seguir subvencionando el mundo del toro. La batalla cultural llega al ruedo con arena, algo de sangre y millones de euros en dinero público.

Pero rebobinemos apenas unas horas. El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, confirmaba a primera hora que el departamento que dirige eliminaba este premio nacional, dotado con 30.000 euros que fueron a parar el pasado año a la cuenta corriente de El Juli. "Una mayoría de españoles respalda la decisión que yo he tomado hoy", aseguraba el también portavoz de Sumar en declaraciones a LaSexta recogidas por Europa Press, en las que hablando de "tortura animal" apuntaba que la sociedad debe "evolucionar".

"Cuando gobernemos, más pronto que tarde, volveremos a instaurar el Premio Nacional de Tauromaquia", replicaba el portavoz del PP, Borja Sémper, a su vez mezclando conceptos como cultura, tradición, impacto económico, historia e incluso museos. Al mismo tiempo, comunidades como Madrid, Extremadura, Castilla y León o Aragón han anunciado ya que crearán sus propios galardones, mientras Andalucía, Murcia o Comunidad Valenciana se han opuesto abiertamente a la medida de Urtasun.

Nada nuevo en realidad, tan sólo un escalón más en esta confrontación en particular, pues la Comunidad de Madrid dedicará este 2024 un total de 4,2 millones de euros para asuntos taurinos, un 39% más que los anteriores presupuestos de 3 millones de euros aprobados por la Asamblea en 2022 (que en 2016 eran 960.000 euros). La presidenta Isabel Díaz Ayuso, por supuesto, ya se ha ofrecido como garante en este nuevo frente con esa idea tan particularmente suya de lo que es la libertad y lo que quiere la mayoría. 

Ya cuenta con el presidente de Aragón, Jorge Azcón, raudo a la hora de anunciar que va a proponer la creación del Premio Nicanor Villalta a la mejor faena de la temporada taurina en Zaragoza, Huesca y Teruel. Por su parte, la Junta de Extremadura ha manifestado su voluntad de asumir la convocatoria y concesión del premio eliminado por el ejecutivo central, algo que encaja con sus últimas decisiones, que han incrementado las ayudas públicas para la difusión de la cultura taurina hasta los casi 800.000 euros (frente a los 86.000 del ejercicio previo) y 69.000 euros para el Libro Blanco de la Tauromaquia en Extremadura de la Fundación del Toro de Lidia.

En la misma dirección se ha manifestado el exmatador de toros Vicente Barrera, conseller de Cultura de la Comunidad Valenciana, que cuenta para este 2024 con una partida de 1,4 millones de euros para la realización de actividades y proyectos culturales y artísticos (misma cantidad que en 2023, pero donde por vez primera se especifica la tauromaquia, además de la música, el cine y el teatro), con el modo de concesión de concurrencia competitiva. El también vicepresidente valenciano, que se arroja a hablar de "censura", tiene también por primera vez una segunda línea de ayudas para la realización de actividades y festejos taurinos, por un importe de 300.000 euros y destinada a la Fundación Toro de Lidia, en forma de subvención por concesión directa.

De "monumental error" habla la Junta de Andalucía, que en su presupuesto de 2024 refleja el apoyo incondicional a la tauromaquia con una dotación de 230.000 euros en ayudas a las Escuelas Taurinas, 172.500 euros a la Fundación Toro de Lidia, 60.000 euros para el fomento de la Red de Municipios Taurinos de Andalucía (REMTA) y 15.000 euros para la creación de los Premios Andalucía de la Tauromaquia. “Esta es una Comunidad inequívocamente taurina. La fiesta del toro está implicada en nuestra cultura de un modo central. Nos vamos a sumar a todas las comunidades que apoyen este premio”, ha explicado el consejero popular de Cultura, Turismo y Deporte de Castilla y León, Gonzalo Santonja, cuyo departamento cuenta con casi medio millón de euros (456.000) presupuestados para esta cuestión.

El gobierno de la Región de Murcia, asimismo, ha asegurado que seguirá con su apuesta por la tauromaquia, "reforzándola aún más si cabe" a partir de unos presupuestos que este año cuentan con 93.000 euros en dos partidas: 60.000 para la puesta en marcha de la nueva escuela taurina de la Región de Murcia y 32.928 euros para otras disposiciones, como las subvenciones que se llevan los clubes y asociaciones taurinas de aficionados murcianos. No en vano, esta fue la primera comunidad que declaró la fiesta de los toros como Bien de Interés Cultural Inmaterial en 2011.

El Ministerio de Cultura suprime el Premio Nacional de Tauromaquia

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Más llamativo es el caso particular de Castilla La-Mancha, comunidad gobernada por el socialista crítico Emiliano García-Page, quien ha manifestado su intención de contactar con el sector taurino para crear desde la región unos Premios de Tauromaquia. "Estos premios tienen la ambición también de poder ser coordinados o compartidos con otras autonomías, puesto que pretendemos que tengan alcance nacional e internacional", ha detallado el político, que vuelve así a distanciarse de la ejecutiva nacional de su propio partido después de adherirse sin fisuras durante los cinco días de reflexión de Pedro Sánchez.

La batalla cultural llega al ruedo, decíamos, y los 30.000 euros del premio son lo de menos. El PP siempre ha incluido la tauromaquia en su bandera de España, por lo que es lógica la respuesta colectiva desde la derecha, por más que el ministro Urtasun argumente: "Lo que hemos hecho es eliminar un premio relacionado con la tortura animal y que iba asociado a una inversión con dinero público. Cuestiones que están relacionadas con la tortura animal no serán premiadas por parte de los premios nacionales. Esta decisión que yo he tomado es coherente con la ley de bienestar animal y con un sentir cada vez más mayoritario de españoles".

Este Premio Nacional de Tauromaquia se creó en el año 2011 con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y se entregó por primera vez en 2013 al torero Francisco Manuel Ojeda González, conocido como Paco Ojeda. Siguieron después Francisco Cano Lorenza 'Canito' (2014), la Escuela de Tauromaquia de Madrid Marcial Lalanda (2015), Victorino Martín Andrés (2016), Enrique Ponce (2017), Juan José Padilla (2018), el Foro de la Promoción, Defensa y Debate de las Novilladas (2019), la Fundación del Toro de Lidia (2020), Morante de la Puebla (2021), la Casa de Misericordia de Pamplona (2022) y Julián López 'El Juli' (2023).