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Dos meses de distancia con Ayuso: Feijóo se aleja del escándalo del novio de la presidenta de Madrid

Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso después de posar para los fotógrafos en la toma de posesión de la presidenta de la Comunidad de Madrid, el pasado verano..

El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, no coprotagonizan un acto del PP desde el 22 de febrero pasado, hace más de dos meses. El tiempo transcurrido sin que las dos principales figuras del partido se den apoyo mutuo en un evento público es en sí mismo muy llamativo, pero cobra especial relevancia si se tiene en cuenta que coincide con las semanas durante las cuales Ayuso ha tenido que hacer frente a las sospechas de supuesta connivencia con su novio, el empresario Alberto González.

La pareja de la presidenta madrileña confesó, a través de su abogado, haber cometido fraude fiscal y propuso a la Fiscalía asumir ocho meses de cárcel y 525.000 euros con tal de evitar la prisión. Ayuso defendió y todavía defiende su inocencia y sostiene que todo es una operación de los poderes del Estado para atacarla a ella. La presidenta llegó a mentir sobre el caso al negar la existencia de fraude fiscal. Y disfruta de la vivienda de González, cuya adquisición algunos medios relacionan con las abultadas ganancias patrimoniales que obtuvo como comisionista en la compraventa de mascarillas en los peores días de la pandemia, justo cuando centenares de personas fallecían a diario por falta de medios para prevenir los contagios.

Desde el 11M

Desde entonces, Feijóo no ha vuelto a coincidir con Ayuso en público. La última vez fue la víspera de la publicación de las acusaciones contra su pareja, en un acto institucional organizado en Madrid con ocasión del 20º aniversario de los atentados yihadistas del 11M.

Fuentes del PP consultadas por infoLibre atribuyen el tiempo transcurrido a una casualidad y no a una estrategia de distanciamiento para evitar que la figura de Feijóo se vea salpicada por la situación que vive Ayuso, empeorada por los ataques que su jefe de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez, dirigió contra periodistas de elDiario.es y El País. El PP de la Comunidad de Madrid ni siquiera respondió a las preguntas de este diario.

Desde entonces, Feijóo ha compatibilizado las campañas electorales con varios actos en la capital en los que, sin embargo, no ha coincidido con Ayuso.

Esta situación, sin embargo, no ha pasado desapercibida dentro del partido. Y no falta quien lo interprete como un intento de marcar cierta distancia con la presidenta madrileña a la espera de que se resuelva definitivamente la situación de su pareja, así como las incógnitas que pesan sobre el origen de su domicilio. Especialmente en pleno ciclo electoral, que el líder del PP espera culminar con una gran victoria frente al PSOE en las elecciones europeas del 9 de junio.

Silencio sobre Euskadi

Díaz Ayuso prefirió callar y no expresar su opinión en voz alta —ni siquiera felicitó al candidato vasco, Javier de Andrés, como sí hicieron otros barones, como Juanma Moreno (Andalucía) o Fernando López Miras (Murcia)— tras el fiasco de las elecciones en Euskadi. Pero todo el mundo da por hecho que, como lideresa natural del sector radical del Partido Popular, comparte las críticas a la escasa renta cosechada en la convocatoria para renovar el Parlamento de Vitoria, que ha confirmado la irrelevancia del PP en la comunidad vasca. A los más duros del partido no les gustaba la estrategia desarrollada durante la campaña y mucho menos la decisión de no hacer de ETA el eje del discurso para demonizar a EH Bildu y, por extensión, al PSOE vasco.

Los más centralistas, los dirigentes escorados a la derecha, nunca han mirado con buenos ojos los intentos del presidente del partido de resituar al PP en el mapa político de Euskadi abrazando, aunque sea superficialmente, la identidad vasca. Pero aceptaron la hoja de ruta trazada por Feijóo. Igual que ahora en Cataluña, donde está por ver que los conservadores consigan desplazar a Vox en el liderazgo del unionismo.

Pero ha sido la ausencia de Feijóo y de toda su dirección de los actos del 2 de Mayo en Madrid lo que ha puesto definitivamente el foco en las relaciones entre el líder del partido y la presidenta de Madrid, más sola que nunca en el día grande de su comunidad.

En Galicia

La secretaría general del PP, Cuca Gamarra, trató de justificar las ausencias —de las que no hay precedentes—, en especial la de Feijóo, apelando a que “entre tantas campañas también es difícil hacer que todo sea posible y poder descansar algún día”. “Es cierto que no se ha comunicado a los españoles, pero está inmerso en la campaña catalana y en la campaña europea y ese es el motivo”, añadió la número dos del PP sin saber que fuentes de la Comunidad ya habían confirmado que, en realidad, estaba en Galicia.

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Fuentes del Gobierno de Ayuso trataron de quitarle hierro la víspera diciendo que el comportamiento del PP nacional con Ayuso es “exquisito”. La comunicación entre Ayuso y Feijóo es constante y ambos conversaron este mismo miércoles, añadieron las fuentes consultadas por Europa Press. 

Sin embargo, otras fuentes del Gobierno madrileño sí que expresaron su sorpresa ante el hecho de que el PP nacional haya optado por un perfil bajo y ni siquiera enviase a la Puerta del Sol a la secretaria general de la formación, Cuca Gamarra. “Nos hemos puesto en el disparadero nosotros mismos y además hemos dejado el protagonismo a los socialistas con su aniversario, rebajando el perfil político de un acto como el 2 de mayo”, decían otras fuentes del partido citadas por la Cadena SER.

Ha sido la primera vez en seis años que un presidente nacional del PP no acompaña a Ayuso en su acto político más importante del año.

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