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Librepensadores

65 días de campaña

Jesús Pichel

Las precampañas y campañas electorales no suelen tener una gran influencia en el electorado y, salvo casos excepcionales, no suelen provocar grandes cambios en el el voto de los ciudadanos. Sinceramente no creo que alguien decida su voto leyendo el mailing de los partidos, mirando los carteles de las farolas o viendo los anuncios en las pantallas. Y a los mítines van militantes y simpatizantes para aplaudir y autoafirmarse, pero nada más. Creo, sin embargo, que esta vez la próxima campaña electoral sí va a tener influencia (o mayor influencia) en una buena parte del electorado.

Pese al hartazgo que nos ha producido todo el largo proceso de fracasos desde las elecciones del 20-D, y que probablemente se prolongará hasta el 26-J (si acaso no más), lo que vaya ocurriendo en los próximos 65 días puede ser decisivo.

En esta precampaña (en realidad una campaña implícita) al menos han ocurrido ya tres hechos relevantes: uno, que los partidos no han sido capaces de llegar a un acuerdo para reducir el gasto electoral, como les pidió el jefe del Estado (aunque se comprometen a gastar menos); dos, que tras el acuerdo de coalición de Podemos e IU (y sus confluencias respectivas) hay un nuevo actor político; y tres, que se ha planteado la unidad de la izquierda (aunque el PSOE ya la ha rechazado) para las listas del Senado.

Que los partidos no hayan sido capaces de llegar a ningún acuerdo concreto para reducir los gastos de sus respectivas campañas, no sorprende a nadie. Lo sorprendente hubiera sido que ocurriera lo contrario después de lo que hemos visto en estos cuatro meses y medio. La habilidad de todos ellos para predicar lo que hay que hacer, pero ni hacer ni dejar hacer ya no ofrece dudas.

La coalición electoral de Podemos, IU y sus etcéteras es más interesante y desde luego más importante por el impacto que pueda tener en el resultado final: los escaños que puedan sumar juntos y los que puedan restar a los demás partidos podrían reconfigurar el reparto de fuerzas en el Congreso (de los Diputados). Desde luego no es descartable que además de los réditos electorales y las afinidades políticas e ideológicas que sin duda existen entre las dos formaciones, en la decisión de IU haya sido determinante su difícil situación económica, pero sea como sea, el éxito de la coalición puede resultar políticamente decisivo (especialmente en la política económica, la agenda social y los conflictos territoriales).

La iniciativa de Podemos de proponer candidaturas conjuntas con el PSOE para el Senado, más allá del impacto mediático que siempre busca (y consigue) Iglesias Turrión, creo que pone sobre la mesa la importancia del Senado en nuestro sistema político. Se dice, con razón, que es una Cámara inútil porque no desempeña el papel que debería en un Estado Autonómico. Pero, mucho o poco, el Senado tiene poder, y que en él haya una mayoría absoluta distinta a la mayoría del Congreso puede dificultar, retrasar e incluso en algunos casos impedir reformas legales importantes. Por ejemplo, no es posible una reforma de la Constitución sin su aprobación en el Senado por mayoría absoluta (o de dos tercios si se trata de los artículos especialmente protegidos o de una nueva Constitución). Quizá la propuesta tuviese una intención política distinta (poner en otro apuro al PSOE) pero bueno será que sirva para hacer reflexionar a todos sobre la importancia de confeccionar y elegir buenas candidaturas, y de darlas mayor protagonismo y visibilidad.

Los partidos dedicaron el grueso de sus gastos electorales el 20-D a publicidad en calles y medios

Los partidos dedicaron el grueso de sus gastos electorales el 20-D a publicidad en calles y medios

No solo a partir del 10 de junio (en los días de campaña explícita), sino en estos 65 días, lo que querremos saber los ciudadanos no será el contenido de los programas, sino las intenciones postelectorales de los partidos: con quién (o quiénes) estarán dispuestos a pactar y, sobre todo, a qué no renunciarán en ningún caso para alcanzar un pacto (las líneas rojas, como ahora se dice) que permita formar gobierno de una vez por todas.  _______________________

Jesús Pichel es profesor jubilado de Filosofía

y socio de infoLibre

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