Corrupción
Cahuzac: la confesión grabada (II)
Aquel día, Jérôme Cahuzac cometió un grave error. Inconscientemente, sin querer. Todo sucedió a finales del año 2000. Después de haber llamado a alguien para decirle que había conseguido que el ministro del Interior de la época, Daniel Vaillant, acudiese a la inauguración de una comisaría en el departamento de Lot y Garona, Jérôme Cahuzac, entonces diputado por ese departamento y candidato a las municipales de marzo de 2001 por la comuna de Villeuve-sur-Lot, hace algo que le ha pasado alguna vez a prácticamente todo el mundo: darle al botón de rellamada, por equivocación, mientras que estaba hablando con otra persona.
Lo que recoge el contestador automático de esa persona es sorprendente. Durante varios minutos, en la conversación que mantiene en la habitación en la que se encuentra con un gestor personal, Jérôme Cahuzac habla de su cuenta suiza, en el UBS. Esta conversación constituye una de las pruebas materiales de la investigación de Mediapart, relacionada con la cuenta oculta del actual ministro de Hacienda.
Tras la publicación de los primeros datos de nuestra investigación, el martes 4 de diciembre, esa misma noche, Jérôme Cahuzac desmintió con vehemencia nuestras informaciones en un comunicado. Al día siguiente, ante los micrófonos de RTL, habla de acusaciones «delirantes». Por su parte, la portavoz del Gobierno, Najat Vallaud-Belkacem, señaló al término del Consejo de ministros que «en lo que se refiere al Gobierno, al primer ministro y al presidente de la República, todos han mostrado su solidaridad con Jérôme Cahuzac, que pasa por un momento especialmente desagradable».
Ante los continuos desmentidos del ministro, Mediapart ha decidido hacer público el contenido de la grabación de su confesión involuntaria —a la que se refirió el diario Sud Ouestel miércoles por la mañana—, así como los extractos más significativos.
La conversación dura casi cuatro minutos. Comienza con el contestador que indica la hora: «15:37». El hombre al que se escucha en primer lugar no es Jérôme Cahuzac. Es difícil descifrar todas sus palabras, que son confusas y, en algunos momentos, inaudibles. Se entiende, simplemente, que se trata de una cuestión de dinero, de inversiones, de cálculos financieros.
Después, el autor de la desafortunada llamada, Jérôme Cahuzac, habla. Su voz, fácilmente reconocible, ha sido autentificada por el poseedor de la grabación, quien asegura que este documento es un «peso» que lleva desde hace 12 años y que, a día de hoy, todavía no descarta llevarlo ante un juez.
Al cabo de un minuto y cuarenta segundos de conversación, Jérôme Cahuzac suelta su primera información: «A mí, lo que me molesta, es seguir teniendo una cuenta abierta en el UBS, pero ya no hay nada allí, ¿no? ¿La única forma de cerrarla es desplazándome allí?» A continuación, se escucha un suspiro.
«Me jode. ¿No se puede cerrar por poderes, de ninguna de las maneras?», se escucha decir, de lejos, al diputado.
Durante toda la conversación, el diputado socialista parece molesto por la idea de tener que desplazarse hasta Suiza para hacer desaparecer su nombre de los ficheros del UBS. «Es necesario mi firma (…) No veas cómo me jode. Hay que ir hasta allí y yo no puedo ir, no sé cómo hacerlo», resopla.
Continúa: «Me jode tener una cuenta abierta allí, sobre todo porque el UBS no es precisamente un banco desconocido». Otro suspiro.
«De cierta forma, los activos siguen en el UBS»
Jérôme Cahuzac pretende saber a cualquier precio si puede delegar su firma o si, en el peor de los casos, alguien de su confianza puede hacer las diligencias necesarias por él. Su gestor le explica que no es lo deseable.
El candidato a las municipales de 2001, el diputado Cahuzac sabe hasta qué punto la existencia de su cuenta, si llegara a oídos de sus adversarios, del fisco, de la justicia o… de la prensa, se convertiría en un problema político de calado. «Sobre todo, porque no se puede descartar que sea elegido alcalde en marzo, por lo que no quiero de ninguna forma que haya la menor ambigüedad [...]», explica.
El diputado del Partido Socialista francés parece indicar al menos en dos ocasiones que su cuenta en esa época no tiene mucho dinero, pero que no está a cero… «Sobre todo que de alguna forma, los activos permanecen en la UBS y que desde aquí es posible gestionarlos. Se trata de un traspaso de cuentas puro y llanamente», dice al final de la conversación.
El mensaje grabado concluye con una voz femenina: «Para guardar el mensaje, marque 2…»
Ya se había aludido a la existencia de la cuenta suiza de Jérôme Cahuzac en el mes de junio de 2008, en el informe interno de un inspector fiscal, en la época en que Eric Woerth era ministro de Hacienda. Al inspector Garnier se le habían abierto diligencias administrativas por haber consultado el expediente fiscal de Cahuzac, entre otras personalidades. Refiriéndose a «varias fuentes externas al organismo fiscal», el investigador del fisco escribía que Jérôme Cahuzac tenía supuestamente abierta «una cuenta anónima en Suiza», en una época en la que era consejero técnico del Ministerio de Sanidad, entre 1988 y 1991. A continuación precisaba que sus «constataciones» no habían permitido «validar ni invalidar sus informaciones». El descubrimiento de este informe, que duerme el sueño de los justos en los archivos del tribunal administrativo de Burdeos, ha servido a Mediapart para tirar del hilo e iniciar la investigación, pero no es su conclusión.
Durante la entrevista, el martes 4 de diciembre, mantenida en su despacho del Ministerio de Hacienda, Jérôme Cahuzac llegó a poner en duda, incluso, la existencia de este informe, parapetándose en las confidencias de su predecesor UMO, Eric Woerth. Los dos hombres hacen alarde de una cercanía sorprendente, aunque no es nueva en el tiempo. Cuando estalló el caso Bettencourt, Jérôme Cahuzac llegó a declarar a Radio J: «No hay caso Woerth, ni caso Bettencourt», al tiempo que presentaba a Éric Woerth como un «hombre honesto». Jérôme Cahuzac terminó por reconocer la existencia del informe Garnier, el miércoles, ante los micrófonos de RTL.
Según los demás elementos de la investigación en poder de Mediapart, Jérôme Cahuzac cerró formalmente su cuenta suiza del UBS a principios de 2010, días antes de convertirse en presidente de la comisión de finanzas de la Asamblea Nacional. La operación se llevó a cabo aprovechando un discreto desplazamiento en tren a Ginebra, que en un primer momento Jérôme Cahuzac negó implícitamente a Mediapart. Sin embargo, desde que estalló el escándalo, el ministro de Hacienda reconoció, nuevamente ante los micros de RTL, que dicho viaje era «probable». De forma taimada, afirmó que tuvo que desplazarse a Suiza para verse con informadores secretos por asuntos de «naturaleza fiscal». Sin añadir ni una sola palabra más.
La realidad es bien distinta. Con motivo de este viaje, Cahuzac cerró su cuenta de Ginebra. Los activos escondidos fueron supuestamente transferidos a otro paraíso fiscal, a Singapur, a través de un complejo sistema offshore, según fuentes bien informadas conocedoras de la operación. Uno de los interlocutores de Jérôme Cahuzac en el UBS se llama Marc D. (en este momento de la investigación Mediapart protege su identidad completa).
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En su respuesta, el ministro señaló también que Mediapart se había equivocado en lo que se refiere a la forma de financiación de su apartamento de lujo de la avenue de Breteuil, comprado en 1994 por 6,2 millones de francos. En 2001, en La Gazette de la Vallée du Lot, Jérôme Cahuzac había dicho que había sido financiado este bien inmobiliario «en sus dos terceras partes, mediante un préstamo».
El pasado miércoles, en RTL, afirma que su aportación personal fue del 15%. Lo que se revela inexacto. Según el acta notarial de fecha del 28 de octubre de 1994, en la página 15, Jérôme Cahuzac en realidad pagó al contado «hasta un total de cuatro millones de francos de sus fondos personales», es decir 600.000 euros. Resumamos. En el año 2000, el propio Jérôme Cahuzac evoca su cuenta no declarada en Francia al banco UBS de Ginebra. En 2008, un agente del fisco afirma en un informe interno que esta cuenta fue supuestamente abierta entre 1988 y 1991. En 2010, Cahuzac va a Ginebra para cerrar esta cuenta y, según nuestras fuentes, mover los activos a paraísos fiscales más lejanos.
Traducción: Mariola Moreno