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Enrique López, el magistrado motero

Hola, rey. Ya, ya, se supone que hoy tendría que hacerme muy fan de Juan Carlos I el Abdicado, pero es que todos hablan de su futura exmajestad –hasta Calamaro le ha puesto letras a su despedida– ¡y a ti que te parta un rayo! Me parece fatal. Él se quita la corona y le hacen un festival de especiales, tú te quitas el casco, todo contento ¿y ni agua? ¡No es justo! Aquí estoy yo para enmendar el ninguneo: muy fan de Enrique I el Achispado.

Qué ingrata es la gente, justo ahora que no paramos de hablar de la Constitución: unos dicen que ya toca retocarla, como a una celebrity de Hollywood, otros que la Consti no se toca ni con un paloConsti ; unos afirman que está más pasada que el Disco Samba –del 1978 también–, otros que las Cartas Magnas mejoran con los años, como el whisky –ya me entiendes- y llega un pedazo de miembro del Constitucional cabalgando sobre su moto, se salta de madrugada un semáforo en rojo, da positivo en la prueba de alcoholemia –cuadriplicando la tasa permitida–¡y no lo valoramos en toda su dimensión! ¡Con lo necesitados que estamos de positividad constitucional! No hay quien nos entienda…

Vale, tú no serás tan famoso como el rey, pero Popular sí: eres el conocidísimo juez que consiguió llegar al Constitucional a propuesta del Gobierno, tras seis años de vetos de la oposición y con la mitad de los votos de los magistrados en contra –ojo, ni los concursantes japoneses de "Humor amarillo” se encontraban con tantos obstáculos para alcanzar la meta–. Además, ahora que nos fríen a encuestas para valorar el grado de apoyo que tienen el rey saliente y el entrante, contigo no hace falta sondear, tú llegaste al Constitucional por aclamación Popular. Eso es así.

Pero nada, chico, te ha durado menos el puesto en el Tribunal que un semáforo en verde. Un año cumplirías con la toga puesta si no hubiera sido por ese “asunto privado”,“asunto privado” como llamó el Constitucional a tu incidente sobre ruedas. Un inciso, ¿lo de “privado” lo dicen porque entienden que el asunto “pertenece al ámbito personal o familiar” o por el significado del verbo privar: “tomar alcohol en exceso”? Es que me pierdo con el lenguaje jurídico…

Dicen que no se notará tu ausencia en el Tribunal porque tu vacante no provoca ningún cambio en el equilibrio de fuerzas. Que todo funcionará más o menos de acuerdo a lo establecido y seguirán siendo seis azules contra cinco rojos –además del voto de calidad del presidente del Constitucional– en esa especie de “Juego del pañuelo” en el que los partidos mayoritarios se piden a los jueces que quieren que vayan en su equipo.

Pero yo no me lo creo, tu marcha deja un enorme vacío en nuestras vidas. Qué hará sin ti ese órgano que ejerce la función de supremo intérprete de la Constitución española, sin esa brillantez tuya para interpretar las cosas, aún recuerdo cuando secundaste el informe de José Luis Requero en el Consejo General del Poder Judicial: "Llamar matrimonio a la unión de personas del mismo sexo sería como llamar matrimonio a la unión entre un hombre y un animal". Como queriendo decir que un hombre o una mujer se convierten en caniche, cangrejo violinista o sapo cancionero, cuando deciden formar pareja con otra persona del mismo sexo… Genial análisis de la naturaleza humana, López, igual os fichan en la National Geographic.

Hay que decir que original eres, en este país en el que dimitir es una excentricidad, tú lo has hecho sin dudar. Yo que tú lo incluiría en las conferencias que das en la FAES, bajo el título: “Es fácil dimitir si sabes cómo” –a ver si cunde el ejemplo–. Y que estuviste sensato al desmarcarte de la filosofía aznaril evitando pronunciar el mantra: “¿Y quién te ha dicho a ti las copas de vino que me tengo o no me tengo que beber?”. Y paro con los halagos, no sea que me embale y me ponga a decir que eres un guapazo –ya he visto que en algún periódico han llegado a compararte con George Clooney, ¡what else!–, no vaya a ser que el ego se te suba a la cabeza y tengas que volver a soplar.

En fin Enrique, sean cuales sean las circunstancias personales que, según tú, te empujaron a hacerte un Easy Rider castizo –tomo nota para alegar circunstancias personales si algún día, los dioses no lo quieran, me veo declarando ante un colega tuyo– habrás tomado nota de que no es buena idea ir sin casco y saltarse las luces rojas en la carrera judicial.

El magistrado detenido sin casco y borracho impartirá justicia en la Audiencia Nacional

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NOTA DE LA REDACCIÓN

Este artículo ha sido editado por la autora el lunes 9 de junio de 2014, a las 23.30 horas, para corregir una cita que, erróneamente, se atribuía a Enrique López, cuando en realidad correspondía a Enrique LópezJosé Luis Requero

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