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Subidas de tarifas, menos servicio y ahora la “próxima estación”... Vodafone

Próxima parada... Vodafone

Ibon Uría

"Próxima estación, Vodafone Sol". Algo parecido a esto es lo que escucharán los usuarios del metro de Madrid desde este junio y hasta el año 2016. Este martes, el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González y Francisco Román, presidente de Vodafone, han ratificado la firma del acuerdo que motiva el peculiar rebautizo de parte de la red del suburbano y de una de las estaciones más emblemáticas.

El cambio comenzará en junio, cuando en la estación de Sol se sustituirán los carteles de los accesos, los vestíbulos y los pasilos para reflejar el nuevo nombre. El resto de la línea 2 se sumará en septiembre. Según los datos de la empresa, hasta 122.000 viajeros transitan cada día por ese tramo del suburbano. La marca Vodafone también será vista por los 30.000 usuarios diarios de la página web de Metro y por todos aquellos que recojan un plano de la red, donde se incluirá la nueva nomenclatura y el logo de la operadora británica.

Además, la empresa de telefonía podrá realizar en virtud del acuerdo alcanzado acciones comerciales en las instalaciones de la línea 2, y también hará esfuerzos para mejorar la cobertura en ese recorrido. En la presentación del acuerdo González ha hecho un llamamiento a otras empresas para que apadrinen otra línea: "Tenemos once más y muchas estaciones", ha dicho.

Ingresos extra, una gota en el océano

La pregunta ahora es saber si el millón de euros anual que pagará Vodafone es mucho o poco. "Queremos que Metro pueda incrementar sus ingresos. Esto nos va a permitir ingreso neto adicional a lo que tenemos", ha dicho Ignacio González, quien ha destacado que el contrato supone un aumento del 10% en la partida de ingresos por publicidad. 

El pasado ejercicio, Metro de Madrid obtuvo unos ingresos por publicidad de 10,3 millones de euros, por lo que se cumple lo dicho por González. En su conjunto, la empresa manejó en 2012 un presupuesto de 1.233 millones de euros y, según el informe anual del ejercicio 2011, se gastó 81 millones de euros en vigilancia, 64 millones en limpieza y 113 millones en mantenimiento.

Por lo tanto, el millón de euros anual que aportará la operadora británica no podría emplearse más que para pagar a los vigilantes de seguridad durante algo más de cuatro días al año, a los trabajadores de limpieza durante casi seis o para sufragar los gastos de manteniemiento de algo más de tres jornadas. Y no llegaría para pagar lo que la propia empresa Metro gasta habitualmente en publicidad: 4,9 millones de euros en 2010 y casi 1,6 millones en 2011.

Subida de tarifas

En definitiva, los nuevos ingresos representan el 0,08% del presupuesto anual de Metro. Quizá por eso, Ignacio González ha advertido de que podría haber nuevas subidas en las tarifas, y de que todo dependerá de cómo se desarrollen los acontecimientos en el futuro. La Comunidad mantiene así el objetivo ya declarado hace tiempo: que el pago del usuario financie al menos el 50% del coste del viaje. Según sus cálculos, eso es algo que ahora no se produce: el usuario abona el 40% y la Administración corre con el restante 60%.

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En este sentido, González ha avanzado que los precios podrían subir en línea con el IPC. Por el contrario, las últimas subidas han estado muy por encima de la inflación: los viajeros soportaron dos encarecimientos, del 11% y el 2%, en mayo y septiembre de 2012 respectivamente. El mayor incremento en una década.

Así, el abono mensual para la zona A, que abarca la mayor parte del centro de la ciudad, ha pasado de costar 47,60 euros en 2011 a 54,60 euros en este 2013. Hace diez años, superaba por poco los 33 euros al mes. El billete sencillo se encareció un 50% de 2010 a 2011 –pasó de un euro a 1,50 euros– y volvió a subir en 2012, cuando alcanzó los 2 euros para trayectos de 10 o más estaciones. Y llegar al aeropuerto de Barajas cuesta ahora 5 euros frente a los 2 euros que suponía en 2011.

Además, los usuarios del suburbano madrileño hacen frente a los recortes en el servicio, que han reducido a la mitad el tránsito de trenes a partir de las once de la noche, un 6% en el conjunto de la jornada.

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