Reforma de la Administración
El Consejo de la Juventud se moviliza para evitar su desaparición
El Consejo de la Juventud de España (CJE) es un organismo que, según se define en su propia página web, se ocupa de "propiciar la participación de la juventud en el desarrollo político, social, económico y cultural de nuestro Estado en un entorno global". Sin embargo, el Gobierno tomó en junio la decisión de cerrarlo alegando razones de ahorro económico y duplicidad de funciones, una medida que ha generado un gran rechazo tanto dentro de las propias asociaciones juveniles que lo componen como a nivel nacional e incluso internacional.
El cierre comenzó a fraguarse el pasado 21 de junio, cuando el Consejo de Ministros presentó el informe elaborado por la Comisión para la Reforma de la Administración en el que se listaban 57 organismos públicos que iban a ser modificados. No obstante, en esta lista tan sólo se anunciaba la supresión de dos entes: la Cría Caballar de las Fuerzas Armadas y el Consejo de la Juventud de España. El Ministerio de Sanidad –del cual depende el Consejo– aseguró en una nota de prensa que el cierre del CJE supondría un ahorro de 4,3 millones de euros en tres años; por contra, el propio Consejo lo reduce a 689.000 euros anuales, ya que "la mayor parte de estos 4,3 millones son destinados a gastos de personal", y estos trabajadores serían asumidos por el Instituto de la Juventud (Injuve), al cual se le traspasarían las competencias que actualmente posee el CJE.
No obstante, tras la presión que ejerció buena parte del tejido asociativo juvenil tanto a nivel nacional como internacional –el CJE recibió el apoyo de los Consejos de la Juventud de 16 países europeos e incluso del presidente del Parlamento Europeo, Martin Schultz–, en septiembre el Gobierno anunció que el Consejo no desaparecería, sino que se convertiría en una “corporación de base privada”, como cuenta el presidente del CJE, Ricardo Ibarra, quien asegura que esta transformación implicaría, entre otros muchos cambios, que "un gobierno podría dejar de trabajar con el CJE de un día para otro", cosa que ahora no es posible porque la ley así lo dispone.
El Consejo, en negociaciones con el Gobierno
En este sentido, el máximo responsable del CJE, que fue vocal del Consejo de la Juventud de Aragón y procede de la Federación Española de Guidismo (guías scouts), afirma que han comenzado a negociar con el Gobierno y que éste parece mostrar buena disposición. No obstante, Ibarra también explica que ahora mismo se encuentran "en un momento de incertidumbre", ya que dice no saber "con qué tiempos" juegan a la hora de negociar con el Ejecutivo.
Sin embargo, el presidente destaca que una abrumadora mayoría de las organizaciones que conforman el Consejo –que, destaca, tienen muy diferentes ideologías– ha mostrado su rechazo expreso al cierre y ha acordado un decálogo con los puntos clave para la negociación, entre los que se encuentran la pluralidad, la autonomía, la autogestión o la consecución de una financiación pública estable y suficiente para desarrollar su misión.
Ibarra asegura sentirse "absolutamente indignado con el planteamiento del Gobierno", ya que cree que las razones que esgrime el Ejecutivo para el cierre –eficiencia y eliminación de duplicidades– no son ciertas. "Nosotros hemos reducido nuestro presupuesto en un 80%", explica el presidente del CJE, quien también arremete contra el argumento de que el Consejo y el Injuve tienen las mismas competencias. "El Injuve representa al Gobierno y el CJE a la sociedad civil: es tan absurdo como decir que los sindicatos duplican al Ministerio de Empleo", explica Ibarra, que se muestra orgulloso de afirmar que "el Consejo es crítico con las políticas que afectan a la juventud, porque es su misión".
El PSOE impulsará iniciativas para impedir el cierre
De la misma opinión es Raúl Almarcha, responsable de la Comisión Especializada de Educación Integral del CJE y miembro de la Confederación de Asociaciones de Estudiantes (CANAE), quien ha apuntado en declaraciones a infoLibre que el Gobierno aduce para cerrar el Consejo una duplicidad de funciones con el Injuve que “no existe”. ”El CJE es un organismo autónomo y gestionado por las organizaciones. Nosotros hacemos una labor de representación nacional e internacional de la juventud del Estado, mientras Injuve gestiona” las políticas relacionadas con la juventud.
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"El CJE ha sido siempre muy reivindicativo, pero intenta fomentar su apartidismo y pluralidad. Hemos sido capaces de llegar a consensos a los que ojalá pudieran ser capaces los políticos de llegar en el Congreso de los Diputados", asevera Almarcha, quien también avisa de que, de recalar finalmente las competencias del CJE en el Injuve, España se quedaría sin un organismo que representase a la juventud a nivel internacional. Esto es así porque, según relata el responsable, la última propuesta del Gobierno es la de transformar el CJE en un consejo consultivo que asesore al Injuve, una figura que "no estaría reconocida a nivel internacional para representar a la juventud".
Por su parte, el secretario general de las Juventudes Socialistas de España (JSE), Nino Torre, ha anunciado que el PSOE y JSE impulsarán iniciativas en parlamentos autonómicos y entes locales para exigir al Gobierno que reconsidere su decisión. Torre ha denunciado que la decisión de cerrar el CJE responde a "un motivo claramente ideológico", y lo atribuye a que "ni al Gobierno ni al PP les gusta la pluralidad del Consejo". "Quieren acabar con la participación de los jóvenes" en la vida pública, remacha.
Creado en 1983, el Consejo de la Juventud de España está formado por los Consejos de Juventud de las comunidades autónomas y por 76 organizaciones juveniles de ámbito estatal: desde las juventudes de PSOE, PP, IU y los sindicatos UGT, CCOO y USO hasta la Juventud Obrera Cristiana, las Juventudes Marianas Vicencianas y los Scouts. Su misión es fomentar el asociacionismo juvenil, representar a los jóvenes y trasladar sus propuestas tanto a los poderes públicos como a la opinión pública.