Arquitectura

¡Cuidado, está usted en una obra de Calatrava!

Ibon Uría

El desprendimiento de varias partes del revestimiento cerámico que cubre el Palau de les Arts de Valencia ha obligado a establecer un perímetro de seguridad para evitar posibles accidentes. La cubierta del singular edificio, concebida por el arquitecto Santiago Salatrava, no ha resistido el temporal que estos días azota la región.

La caída ha obligado a suspender temporalmente el acceso al recinto del público, así como todas las actividades programadas. Por su parte, el Ejecutivo autonómico ha avanzado que la Generalitat emprenderá "acciones judiciales" contra los posibles responsables de los desprendimientos. Según anunció ayer viernes el conseller de Economía de Alberto Fabra, Máximo Buch, técnicos del Instituto Tecnológico de la Construcción Aidico trabajan ya en la elaboración de un informe que determine cómo reparar los desperfectos y depurar responsabilidades, si es culpa de Calatrava o la UTE encargada de la obra. El 3 de enero se conocerán las conclusiones de ese estudio, informa Europa Press.

En las últimas horas, el portavoz adjunto de Esquerra Unida del País Valencià –la marca valenciana de Izquierda Unida–, Ignacio Blanco, ha exigido a la Ciudad de las Artes y las Ciencias que emprenda acciones legales contra al arquitecto por la incidencia, ha calificado el estado actual de la edificación de ocho años de antigüedad de "lamentable" y ha recordado que Calatrava se embolsó nada menos que 44 millones de euros por el proyecto. Para Calatrava, sin embargo, esos honorarios fueron "ajustados", declaró en 2012.

EUPV no fue la única que salió en tromba contra la Generalitat. La portavoz adjunta de Compromís, Mònica Oltra, exigió ayer al Consell en un comunicado que "asuma su responsabilidad" por la caída de cascotes del mosaico (el trencadís) que recubre la fachada del Palau. La coalición reclamó que se pidan las indemnizaciones necesarias a la empresa de Calatrava. Ximo Puig, secretario general de los socialistas valencianos, consideró que el desprendimiento de parte de la cubierta "representa el hundimiento del Gobierno de Fabra y de todo lo que han sido los grandes emblemas del PP". Puig y Oltra recordaron el sobrecoste de más del 400% en la construcción del edificio, que se presupuestó en unos 100 millones de euros y costó 480. 

En el centro de la polémica

No es la primera ocasión en la que el arquitecto valenciano, que fue condenado en junio de este año a pagar 3,27 millones de euros por los defectos de construcción del Palacio de Congresos de Oviedo, recibe críticas por alguna de sus obras.

Así, en febrero de 2004 fue llevado a la Corte Suprema su moderno y gigantesco puente colgante de entrada a Jerusalén. La infraestructura, de más de 220 metros de largo y 116 de elevación, contaba con un apoyo estatal de más de veinte millones de dólares, pero recibió encendidas críticas de los vecinos, que lo consideraban más bien feo. Finalmente, el puente fue inaugurado en 2008.

Años más tarde, en 2007, Calatrava denunció al Ayuntamiento de Bilbao. El arquitecto argumentó que una serie de modificaciones realizadas a la pasarela peatonal Zubizuri, que atraviesa el Nervión, para conectarla con otra obra peatonal cercana atentaban contra su propiedad intelectual. La causa quedó desestimada.

No es la única polémica del arquitecto en la capital vizcaína. Los vecinos de la ciudad se quejan frecuentemente de lo complicado que resulta cruzar el puente Zubizuri sin resbalar en las losas de cristal que forman su pavimento cuando llueve. Además, el coste de reparación de cada una de esas piezas ronda los 240 euros. A lo largo de los años se han probado soluciones como baldosas antideslizantes y moquetas sobre el cristal, pero sin éxito: la pasarela sigue siendo una pista de patinaje.

Hasta en las bodegas de Laguardia

Más recientemente, en mayo de 2011, el Tribunal Superior de Justicia de Baleares confirmó la fianza de 1,6 millones de euros impuesta por el juez del caso Palma Arena al expresidente Jaume Matas por la pieza que investiga el proyecto del palacio de la Ópera que encargó al arquitecto valenciano. Según la investigación, podrían haber irregularidades en el proceso de adjudicación. 

Ya en 2012, el Tribunal de Cuentas italiano le investigó por daño al erario público por errores cometidos durante la construcción del puente para el Gran Canal de Venecia, inaugurado en 2008. Los costes de la obra se desbordaron y pasaron de los 3,8 millones iniciales a 11,2 millones de euros. El juicio, previsto para el 13 de noviembre de este año, fue finalmente aplazado.

Calatrava finalizó 2012 trasladando la sede de su sociedad mercantil, Calatrava & Family Investments, de Madrid a Zurich el 10 de diciembre. A principios de 2013, el grupo Domecq lo demandó por las humedades y goteras en la cubierta de las bodegas que posee en Laguardia (Álava).

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