La nueva legislatura
PSOE y Podemos negociarán con propuestas sociales cercanas pero enfrentados por Cataluña
Este viernes, el famoso "programa, programa, programa" que popularizó hace años el exlíder de IU Julio Anguita estuvo muy presente en el Congreso. Después de que el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, hiciera pública su propuesta de conformar un Gobierno de coalición entre su formación, PSOE e IU, los líderes de las dos organizaciones mostraron su predisposición al diálogo, pero condicionaron un eventual pacto a alcanzar un acuerdo sobre puntos concretos de sus programas electorales.
Iglesias tomó la delantera este viernes al proponer un pacto concreto a las formaciones lideradas por Pedro Sánchez y Alberto Garzón, en el que el secretario general de Podemos sería vicepresidente de un Gobierno presidido por el socialista y donde IU contaría, al menos, con un ministerio. Este Ejecutivo, según Iglesias, sería el del "cambio y el progreso", y se centraría en varios ejes, entre ellos la reforma la Constitución, la aprobación de un plan de choque o la aceptación de la "plurinacionalidad" del Estado.
Sánchez, por su parte, también esbozó las propuestas programáticas que pondrá sobre la mesa en la negociación que mantendrá con Podemos. El PSOE, según explicó su secretario general, ofrecerá "ocho grandes acuerdos" en materia de economía, educación, sanidad y servicios sociales, pensiones, regeneración democrática, violencia de género, relación con la Unión Europea y reforma constitucional. Las negociaciones se prevén largas y complicadas, pero las declaraciones de Sánchez e Iglesias pusieron de manifiesto entre los dos grandes partidos de la izquierda hay coincidencias en temas sociales, aunque amplias diferencias en temas como Cataluña.
Política económica y reforma fiscal
El líder socialista aseguró que, entre sus ocho líneas maestras, la primera a resolver era la firma de un "acuerdo por la recuperación económica justa, una suerte de Pactos de la Moncloa para modernizar nuestra economía". Este acuerdo, esbozó Sánchez, debería incluir una reforma "para hacer del empleo que se crea un empleo con derechos", así como un "nuevo sistema fiscal más progresivo que defienda a las clases medias y trabajadoras".
"Es necesario contar con un equipo ministerial y un ministro que defienda la justicia social y ponga fin a la ineficacia de los recortes y de las privatizaciones", sostuvo por su parte Iglesias refiriéndose a su planteamiento económico. El secretario general de Podemos coincide en buena parte de sus líneas maestras en este área con Sánchez: "Hay que revertir esos recortes, derogar las últimas reformas laborales, impulsar la creación de empleo de calidad y reducir la desigualdad", sostuvo.
Ambos partidos tenían puntos de encuentro en sus programas económicos. Los dos, por ejemplo, planteaban una reforma del impuesto de sociedades: el caso del PSOE sugería un tipo mínimo del 15% y limitar las exenciones, una propuesta similar a la de Podemos, que establecía dos tipos: uno "estándar para los beneficios distribuidos a los accionistas (30%) y un tipo inferior (25%) para los beneficios reinvertidos productivamente en la empresa". También PSOE y Podemos sostenían la necesidad de derogar la reforma laboral del PP, aunque Podemos también proponía echar atrás la que llevó a término en 2010 el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero.
Sanidad, pensiones y plan de choque
"Es necesario garantizar el cumplimiento efectivo de los derechos sociales y revertir las privatizaciones", sostuvo este viernes igualmente Iglesias sin ofrecer más detalles al respecto, aunque el secretario general de Podemos sí que ahondó en la necesidad de proteger estos derechos en la Constitución al mismo nivel que los derechos civiles. Sánchez, por su parte, abogó por “una reconstrucción del Estado de bienestar dañado por el PP estos cuatros años, revitalizando la ley de Dependencia, recuperando la universalidad de la sanidad pública que hace falta y ha sido quebrada por el PP y su mayoría absoluta”. Todas esas medidas las comparte con la formación morada.
En este sentido, Sánchez hizo también referencia a las pensiones y abogó por "reconstruir" el "Pacto de Toledo" con la colaboración de empresarios y sindicatos. Iglesias, por su parte, abogó por implantar un plan de choque en los "100 primeros días de Gobierno" que incluya medidas como la prohibición de los desahucios sin alternativa habitacional y el "corte de suministros básicos por pobreza sobrevenida"; este paquete de medidas incluiría también subsidios para los desempleados sin ningún tipo de prestación.
"Plurinacionalidad" frente a federalismo
En lo que no están de acuerdo PSOE y Podemos es en su visión sobre la reforma territorial que, eso sí, ambos piensan que necesita España. "Es necesario un equipo ministerial que reconozca la plurinacionalidad de nuestro país y que implemente políticas públicas que aporten soluciones democráticas para construir un nuevo acuerdo de confluencia", sostuvo Iglesias en su intervención de este viernes. La apuesta tiene una traducción muy clara: un referéndum de autodeterminación en Cataluña.
El líder de Podemos aboga, además, por que la victoria de En Comú Podem en las pasadas elecciones en Cataluña tenga "una traducción concreta en el próximo Gobierno", que podría concretarse en que Xavi Domènech, líder de la coalición catalana, se convirtiera en ministro de la Plurinacionalidad. La propuesta del partido de Iglesias pasa por introducir en la Constitución el derecho a decidir, algo que rechazan de plano los socialistas, que siguen apostando por reformar la Carta Magna en clave federal.
"El proceso de cambio constitucional debe tener un espíritu constituyente y debe dar la palabra a los ciudadanos: si se debe cambiar la Constitución, deberán votar todos los ciudadanos españoles", aseguró el líder de Podemos en su intervención, en la que, no obstante, también afirmó en referencia a Cataluña que "no hay que tener miedo a que los españoles voten ni a que ciudadanos de diferentes territorios del Estado puedan votar también".
Sánchez, por el contrario, no dio más detalles al respecto en su intervención de este viernes, pero los socialistas descartan cualquier posibilidad de organizar una consulta de autodeterminación. Tal y como decía el programa electoral, su idea pasa por incluir en la Constitución "a las Comunidades Autónomas por su nombre", garantizar el uso de cualquiera de las lenguas del Estado "en los territorios de las respectivas comunidades" y "reconocer las singularidades de distintas nacionalidades y regiones". Hay, no obstante, alguna coincidencia: por ejemplo, ambas fuerzas plantean modificar el Senado para "convertirlo en una auténtica cámara territorial".
Pacto contra la violencia de género
Mucho más cercanos se mostraron Sánchez e Iglesias al hablar sobre la necesidad de acabar con la lacra de la violencia machista. El líder de Podemos mencionó este problema como uno de los que deben abordarse en las "medidas urgentes para los primeros 100 días de Gobierno": a juicio de Iglesias, el Estado debe garantizar una "alternativa habitacional" a las mujeres maltratadas para que puedan poner distancia física con su agresor.
El candidato socialista se limitó a plantear “un pacto social, político e institucional contra la violencia de género” y no ofreció más detalles al respecto. No obstante, su programa electoral contiene una amplia batería de medidas relativas a este tipo de violencia, entre las que se cuentan "reponer y dotar suficientemente las partidas presupuestarias", "publicar la lista de maltratadores con sentencia firme" o establecer un plan específico para las menores víctimas de violencia machista, una propuesta que el PSOE comparte con Podemos.
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Puertas giratorias
Sánchez pidió en su intervención de este martes “un pacto para regenerar la vida democrática en nuestro país, para mejorar la calidad institucional en nuestro país”. Fue parco en detalles, y si bien Iglesias tampoco ahondó mucho en su planteamiento, sí que recordó las cinco "garantías constitucionales" que Podemos propuso en campaña electoral. Entre ellas, varias se refieren a la regeneración democrática, como la que pasa por despolitizar la elección de los miembros del Consejo General del Poder Judicial o la que promueve el fin de las puertas giratorias.
“El PSOE tiene que entender que no puede tener representantes en consejos de administración de empresas estratégicas, porque eso es una forma de corrupción legal”, señaló a este respecto Iglesias este viernes. Sánchez no hizo ninguna referencia a este tema, pero su programa incluye explícitamente una propuesta que aboga por "regular de manera exhaustiva los conflictos de intereses para evitar el fenómeno de puertas giratorias, con incompatibilidad en los años posteriores al desempeño del cargo, fijando un periodo de incompatibilidad de cinco años para quienes pretendan incorporarse ex novo a empresas del sector sobre el que hayan tenido responsabilidades de regulación o gestión".