Elecciones 26-J
De Guindos se enroca en la herencia recibida y niega recortes sociales
Los cuatro principales partidos políticos se enfrentaron este domingo en un debate puramente económico. El duelo, organizado por el programa de La Sexta El ObjetivoEl Objetivo, contó con la participación del ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, en representación del Partido Popular; el economista, nuevo secretario federal de IU y número cinco de Unidos Podemos en la lista por Madrid, Alberto Garzón; y los responsables económicos de PSOE y Ciudadanos, Jordi Sevilla y Luis Garicano, respectivamente. Sobre la mesa, diversos temas de suma importancia para los españoles con la vista puesta en el 26-J: el paro, las pensiones o los impuestos, entre otros.
El debate se ha desarrollado a trompicones por las interrupciones entre los candidatos. Además, se ha caracterizado por las continuas alusiones del ministro de Economía en funciones a la herencia recibida de la anterior legislatura socialista –"Nos dejaron un agujero de 30.000 millones de euros en 2011" o "¡Qué diferencia con la situación que teníamos hace cuatro años!", le repitió a Jordi Sevilla durante el enfrentamiento– y la negativa a reconocer que se han llevado a cabo durante los últimos cuatro años recortes sociales: "En España no ha habido recortes sociales, el gasto en protección social ha aumentado 50.000 millones de euros de lo que había en 2007, 5.000 en sanidad", aseveró casi al arranque.
Una respuesta que levantó al candidato de Unidos Podemos y al responsable económico del PSOE. "Hay que elegir qué tipo de modelo queremos. El del PP es el de los recortes y el empobrecimiento", afirmó Garzón, un camino que, en su opinión, "ha fracasado". Jordi Sevilla, por su parte, pidió a De Guindos que "abandone el coche oficial y pise la calle" y le preguntó, seguido de un "por favor": "¿Ha visto usted a alguna familia con algún miembro dependiente?". El ministro tuvo respuestas para los dos oponentes. Al candidato de la coalición electoral entre IU y Podemos le preguntó si conocía "los recortes" aprobados por "sus hermanos de ideología en Grecia". Al socialista, por otro lado, le pidió que no se fuera por "la demagogia barata".
Dardos cruzados
Los tres partidos que aspiran a desalojar al PP de La Moncloa centraron su mira y la mayor parte de sus críticas en la formación conservadora: "Puedo debatir contra los tres, pero no me interrumpan" o "Aquí parece que hay un tripartito contra el Gobierno", fueron algunas de las frases que empleó De Guindos durante la cita. Sin embargo, el socialista también lanzó algún dardo envenenado al actual coordinador federal de IU. Sevilla, utilizando documentos aprobados por el Partido Comunista, al que pertenece Garzón, le preguntó al número cinco de Unidos Podemos por Madrid si apuestan por la salida del euro y de la Unión Europea.
"Nuestra propuesta es perfectamente compatible con el euro", respondió el el candidato de la coalición. "¿Pero la del PC o la de Unidos Podemos?", le replicó el responsable de economía del PSOE. Garzón trató de evitar la confrontación directa con Sevilla durante el debate, teniendo en cuenta la predilección de su partido por llegar a un acuerdo con Pedro Sánchez tras las elecciones generales del próximo 26 de junio. "No se equivoque de adversario, Unidos Podemos no es el enemigo", le recordó al socialista en un par de ocasiones, añadiendo que el PSOE va a ser una pieza "clave" tras el 26-J: "Estamos condenados a entendernos", aseveró Garzón.
También desde Ciudadanos, cuyo portavoz ha participado en el debate con mayor mesura que sus adversarios, lanzaron algún golpe contra Unidos Podemos: "En Madrid veo que la Comunidad crea empleo y la ciudad lo destruye", afirmó Garicano, que acusó a los ayuntamientos del cambio de "bloquear la inversión productiva que crea empleo". El segundo fue, directamente, un ataque contra sus tres rivales: "La razón por la que está el populismo es porque las dos últimas elecciones se hicieron bajo premisas falsas. En la de 2008 se ocultó la crisis y en la de 2011 no se dijo que iban a tener que recortar", afirmó.
8.000 millones de ajuste y carta de Rajoy
Un debate a cuatro en busca de la captación de indecisos
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Esta última intervención de Garicano se produjo en el momento en el que sacó un folio con la las líneas finales de la carta que el líder del Ejecutivo en funciones, Mariano Rajoy, mandó al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, un movimiento muy esperado teniendo en cuenta la importancia y el revuelo que generó cuando se hizo pública: "Conscientes de la necesidad de salir del procedimiento por déficit excesivo cuanto antes, en la segunda mitad del año, una vez haya un nuevo Gobierno, estamos dispuestos a adoptar nuevas medidas, si se requieren, para cumplir con el objetivo", rezaba la misiva.
El objetivo de déficit, que España ha incumplido, fue otro de los asuntos a debatir durante la cita. Y principalmente el posible recorte de 8.000 millones de euros al que se tenga que enfrentar el nuevo Gobierno que salga de las urnas el próximo mes de junio –todos los candidatos se mostraron convencidos de que no habría unas terceras elecciones–. Abrió el debate en esta línea Jordi Sevilla durante el bloque de impuestos: "La ultima bajada de impuestos nos ha costado una multa a todos los españoles", aseveró. "Que no habrá multa, te lo digo yo. ¡Créame!", le respondió De Guindos.
Preguntados los cuatro de dónde conseguirán esos 8.000 millones, De Guindos continuó enrocado en que no habrá multa, mientras Sevilla aseveró que su partido no aceptará "recortes que afecten a los derechos sociales ni a las políticas sociales", Garzón tiró por la vía de los ingresos y Garicano propuso, entre otras cosas, "eliminar las diputaciones" y "luchar contra el fraude fiscal". Medidas que probablemente volvamos a escuchar repetidas este lunes en uno de los platos fuertes de la campaña: el debate electoral a cuatro entre los candidatos a la Presidencia del Gobierno –Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias–. Una nueva cita que, según los expertos, no cambiará sustancialmente el sentido del voto pero sí servirá para convencer a una parte de los indecisos.