Renfe
Renfe aprueba su segregación en cuatro sociedades anónimas
Renfe pondrá en marcha este jueves su proceso de segregación en cuatro sociedades anónimas, que penderán de la matriz a modo de holding y que asumirán su parte correspondiente de la deuda de 5.000 millones de euros que soporta actualmente la operadora.
La compañía pública tiene ya listo el proyecto de división, que mañana aprobará en su consejo de administración a fin de que el Consejo de Ministros lo ratifique a mediados del próximo mes de julio, según informa Europa Press.
Con esta operación, Renfe busca prepararse la apertura a la competencia del transporte de viajeros en tren, que arranca el próximo 31 de julio.
En virtud del proyecto diseñado por la compañía que preside Julio Gómez-Pomar, Renfe quedará como una matriz de la que penderán cuatro nuevas sociedades anónimas.
Tres de ellas heredarán cada uno de los negocios que actualmente desarrolla la compañía, el transporte de viajeros, el transporte de mercancía y la actividad industrial de talleres. La cuarta entidad abordará un nuevo negocio, el del alquiler a los eventuales nuevos operadores ferroviarios privados de su material excedentario, esto es, de los trenes que actualmente no utiliza.
Cada una de estas nuevas sociedades anónimas contará con su correspondiente personal y con su parte de deuda del pasivo total de 5.000 millones que actualmente suma Renfe. También tendrán su propia actividad comercial, de producción y de recursos humanos. No obstante, quedarán centralizadas en la matriz Renfe las compras y provisiones, y todo lo relacionado con servicios jurídicos, publicidad, sistemas informáticos y proyectos internacionales.
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La constitución de la nueva sociedad de transporte de mercancías en tren requerirá la previa fusión de las cuatro sociedades en que Renfe dividió este negocio hace justo dos años: Contren, Irion, Multi y Pecovasa.
Renfe pone en marcha este proceso de reestructuración mientras está pendiente de concretar los términos del expediente de regulación de empleo "universal y voluntario" que planteará a su plantilla, que actualmente integran 14.950 empleados.
La compañía ferroviaria pública prevé cerrar 2013 con una pérdida de 173 millones de euros, que cuadruplicará los números rojos de 40 millones de 2012, como consecuencia de la integración de parte del negocio de la extinta Feve y por el mayor importe que tendrá que pagar a Adif como canon por usar las infraestructuras ferroviarios.