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Privilegios

El PSOE se abstendrá en las enmiendas para aforar al rey Juan Carlos

Alfredo Pérez Rubalcaba, junto a la portavoz, Soraya Rodríguez, en la proclamación del rey Felipe VI.

El PSOE, por primera vez en su historia, se aleja del criterio del PP en una votación de una cuestión clave como la monarquía. Finalmente, se abstendrá mañana martes en la Comisión de Justicia en la aprobación de las dos enmiendas presentadas por el Grupo Popular que procuran un aforamiento único y sin precedentes a los reyes Juan Carlos y Sofía, a la reina Letizia, a la princesa de Asturias, Leonor de Borbón, y a su futuro consorte. 

Así lo anunció este lunes la portavoz en el Congreso, Soraya Rodríguez, en rueda de prensa en Ferraz tras una reunión de la Comisión Permanente del PSOE, el equipo de confianza de Alfredo Pérez Rubalcaba. Rodríguez subrayó que el partido no puede compartir las formas empleadas por el Ejecutivo, colando dos enmiendas en una ley orgánica –la complementaria de la ley de racionalización del sector público y otras medidas de reforma administrativa– que nada tiene que ver con la familia real. El PP registró sus dos modificaciones el pasado viernes con la única firma de Foro Asturias y Unión del Pueblo Navarro y ha impuesto una tramitación exprés: hoy ponencia, mañaña comisión y el jueves pleno del Congreso. De ahí, al Senado y, si no hay más correcciones, al Boletín Oficial del Estado

"En ningún caso la ejecutiva del PSOE puede compartir la forma utilizada por el Gobierno para abordar esta cuestión", rubricó Rodríguez, quien destacó que la ley de la que se cuelgan las enmiendas del PP trata de la jubilación de funcionarios de Justicia o del régimen de asuntos propios. "La tramitación de la ley, queriéndola llevar a votación el jueves en el pleno obstaculiza el debate parlamentario necesario que debe producirse. Este es un tema importante, hablamos del trato procesal de los miembros de la familia real en una monarquía parlamentaria, y el procedimiento es también muy importante. No puede separarse el procedimiento del fondo. El procedimiento no puede ser compartido por el Grupo Socialista", sostuvo. El PSOE cree que la vía adecuada habría sido bien la presentación, por parte del Gobierno, de un proyecto de ley orgánica específico sobre este asunto, o una proposición de ley suscrita por el Grupo Popular, para garantizar una tramitación "sosegada". "Nuestra posición es claramente de abstención. No podemos participar ni compartir ni entrar en el procedimiento", remachó.

El PSOE ya dudaba el viernes qué hacer. No tenía claro qué era mejor, habida cuenta de la contestación interna que levantó el apoyo a la Ley de Abdicación. Durante el fin de semana conversaron Rubalcaba y Rodríguez, y hoy el secretario general informó a la Permanente de su alternativa. Él, según fuentes del partido, fue quien en principio se resistía más a un voto que no fuera el , por la ligazón del PSOE con la monarquía. Pero el método elegido por el PP era poco salvable, según la dirección. Lo contrario habría despertado seguras tensiones internas. También sentó mal que El País trasladara la semana pasada que había un pacto con el Ejecutivo. 

La portavoz socialista rechazó que el PSOE caiga ahora en la "incoherencia". Apoyó la Ley de Abdicación a su paso por las Cortes porque se trataba de dar "cumplimiento estricto" de la Constitución, ya que las Cámaras sólo tenían que decir amén a la voluntad de Juan Carlos de ceder el trono a su hijo. Quien no es "coherente", subrayó, es el Gobierno y el PP, que ha apostado por introducir enmiendas "de calado" en la primera norma que tenía a mano y por urgir al Parlamento a tener listo el blindaje del rey abdicante cuanto antes, cuando podía haber utilizado el periodo extraordinario (o sea, julio y agosto) para convocar la comisión y el pleno.

Rebaja en el número de aforados

En todo momento Rodríguez fijarse en el procedimiento empleado por el PP, pero preguntada insistentemente al final dio a entender que el PSOE tampoco comparte el fondo. Esto es, el ámbito de protección que los conservadores quieren aplicar a Juan Carlos y Sofía, a Letizia y a la princesa de Asturias y su futuro consorte. El PP ha previsto un escudo jurídico sin precedentes en España: los miembros de la familia real afectados sólo podrán ser juzgados por el Tribunal Supremo no sólo en todas las causas penales que se interpongan contra ellos y en las civiles que afecten al ejercicio de su cargo. Su aforamiento también se extiende a sus actos privados. O sea, que el blindaje penal y civil es total, algo de lo que no dispone de ningún otro aforado en España. 

La portavoz no fue directa a la hora de expresar esa discrepancia, desde luego. Recordó que el PSOE, en su Conferencia Política, expresó la necesidad de reducir el número de aforados, porque hay "demasiados" en el ordenamiento jurídico español –en torno a 10.000–, y que además el fuero se circunscribiese a los actos que tengan que ver con el ejercicio de la actividad institucional del cargo público. Ese régimen debería afectar a "todos" los que gozan de aforamiento, lo que incluye a los miembros de la familia real. 

Fuentes socialistas aclararon posteriormente que el partido se opone, en consecuencia, a ese blindaje total de Juan Carlos, Sofía, Letizia y Leonor, que las demandas civiles que pudieran llegar al rey abdicante sobre asuntos que no tengan que ver con el ejercicio de su cargo –ahora, ya puramente honorífico, puesto que la Jefatura del Estado la ejerce su hijo, Felipe VI, desde el pasado 19 de junio– deberían ser vistas en un juzgado ordinario. Como telón de fondo, están las dos demandas de paternidad contra Juan Carlos que llegaron hace unos meses a dos juzgados de Madrid y que fueron desestimadas por la inviolabilidad de la que disfrutaba. Pero ahora ya no es inviolable. Una de las enmiendas del PP prevé que si en el momento de aprobarse la ley hay causas abiertas por jueces de menor rango, estas deberán ser remitidas al Supremo. "Si nos hubieran planteado un aforamiento similar al que tenemos diputados y senadores [para todas las causas penales y para las civiles que tengan relación con el ejercicio del cargo], y por otra vía, aún, pero así no podíamos decir que sí", explicaban. Esta misma mañana, en la Ser, la vicesecretaria general, Elena Valenciano, reconocía que su partido veía "bastantes problemas" en el "procedimiento" adoptado por el Ejecutivo de Mariano Rajoy y en su "concepción". 

El PSOE sí está de acuerdo con que "determinados miembros" de la familia real disfruten de una "protección", y el ámbito de esa protección es lo que, a su juicio, tendría que ser "discutido" en sede parlamentaria. No se podrá hacer porque ningún grupo puede contraenmendar al PP. Cosa aparte es esa petición de que se rebaje el número de aforados. El PSOE asume que es una reforma "compleja", que requiere tocar no sólo la Constitución –que concede privilegios a diputados, senadores y miembros del Gobierno central–, sino también la Ley Orgánica del Poder Judicial (que resguarda a jueces y fiscales) y los estatutos de autonomía (que preservan, si así lo establecen, a los parlamentarios regionales y a los representantes de sus Ejecutivos). 

El posicionamiento de los precandidatos

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Otra cuestión colindante es la inviolabilidad del rey, que recoge la Constitución. Uno de los candidatos a la Secretaría General del PSOE, Pedro Sánchez, pidió "acabar" con ella. Rodríguez subrayó que la inviolabilidad y el aforamiento son dos temas "que nada tienen que ver", porque la primera se refiere a que el jefe del Estado no responde de sus actos (lo hace el Gobierno) y, por tanto, no es responsable de ellos. "Este es el momento de hablar de los aforamientos y de este aforamiento", insistió. El partido, dijo, "no se ha planteado cambiar" la inviolabilidad del rey ni ha "hablado" de esta cuestión, ni se discutió en la Conferencia Política ni consta "ninguna resolución" en ningún congreso.

Que las dos enmiendas no gustaban al PSOE se veía venir desde el mismo viernes, cuando desde la dirección del partido y del grupo recalcaban que necesitaban estudiarlas con calma. Durante el fin de semana, tanto Sánchez como el otro aspirante con más posibilidades, Eduardo Madina, también se quejaron del procedimiento elegido por el PP. Pidieron "sosiego", "serenidad", "transparencia", debate. Rodríguez dijo que ella no había hablado con ninguno de ellos, pero que en todo ya habían manifestado públimente sus pegas a la tramitación. 

La portavoz socialista advirtió de que "posiblemente" tengan "problemas constitucionales" los dos cambios propuestos por el PP. Recordó que el Tribunal Constitucional ya ha expresado en varias sentencias recientes –la 119/2011, la 136/2011, la 176/2011 y la 209/2012– que las enmiendas deben ser congruentes, "homogéneas", con el texto enmendado. "Es claro, y el Gobierno lo sabe, y el PP lo sabe. Es también su responsabilidad que un tema tan importante no pueda ser consensuado en sede parlamentaria. 

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