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El futuro del PSOE

Las primarias abiertas en el PSOE se alejan de nuevo tras la victoria de Pedro Sánchez

Susana Díaz y Pedro Sánchez se saludan antes de su reunión en Ferraz, este 14 de julio.

Habrá primarias abiertas para la elección del candidato socialista a la Moncloa "sí o sí", dice Pedro Sánchez. Lo que no está claro es cuándo, aunque todo apunta a que se ubicarán justo después de las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2015. No hay ninguna decisión tomada, eso sí.

Noviembre de 2014 va camino de convertirse en una fecha maldita. Fue la fecha que pactó el Comité Federal del PSOE el pasado enero, antes de la debacle de las europeas que provocó la dimisión de Alfredo Pérez Rubalcaba y la convocatoria de un congreso federal extraordinario en el que los 198.123 militantes pudieran elegir a su nuevo líder, en un proceso inédito en sus 135 años de vida. Fue la fecha comprometida por los tres candidatos –también, con matices, por Sánchez– en su primer y único debate de campaña. Pero ese calendario está en el aire, porque ha de decidirlo todo el partido y en particular discutirlo la nueva dirección. Ha de evaluarse qué es lo mejor para el PSOE. 

Lo expresó con claridad el ganador de la consulta a las pocas horas de su triunfo, pero también lo creen así la mayoría de los barones territoriales y de cuadros relevantes. Entre ellos, lo piensa la poderosa presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, la primera en entrevistarse públicamente con Sánchez tras su victoria. El argumento esgrimido por todos para aplazar las primarias abiertas es este: no conviene sumergir al partido en un nuevo proceso de confrontación interna cuatro meses después de renovado el líder y la ejecutiva y en medio de la precampaña de las elecciones autonómicas y municipales, en la que el PSOE se juega su ser o no ser, su esperanza de recuperación. 

El clima más hostil a la celebración de las primarias en noviembre no puede sorprender. El lunes pasado, en el debate, Sánchez, después de que Eduardo Madina emplazara a sus rivales a pronunciarse sobre la fecha, aseguró que iba a "proponer" al Comité Federal –máximo órgano de poder entre congresos– que se convocaran las votaciones para la elección del candidato a la Moncloa en noviembre. Una decisión que quería que tomasen todos los socialistas "juntos", compartiéndola con los alcaldes y los candidatos municipales y autonómicos que se designen a partir del otoño. Días más tarde, matizó más ese mensaje y dijo que este era un asunto para decidir "entre todos", y que quería oír la opinión de los regidores y los aspirantes a los comicios de mayo de 2015. 

"La autonomía de la nueva dirección y del secretario general"

Ayer lunes, en el día I de su victoria, Sánchez caminó por la misma línea en distintas entrevistas en diversos medios de comunicación. "Iba a proponer noviembre, pero defiendo la autonomía de la nueva dirección, del nuevo secretario general y del Comité Federal para marcar su propia agenda". Añadió que el otoño está repleto de "hitos políticos de muchísima complejidad y desafíos importantes para España en los que el PSOE se tiene que centrar". Caso del desafío soberanista en Cataluña. Para espantar el temor a que las primarias abiertas finalmente no se celebren, insistió en que estas se convocarán "sí o sí". 

Sánchez es consciente de que esa es la opinión mayoritaria del partido. El nuevo líder pudo charlar ayer con la mayoría de barones regionales. Y, tras entrevistarse en Ferraz durante hora y media con Rubalcaba, salió a recibir a Díaz a la calle. Ambos caminaron un tramo juntos a la vista de las cámaras, exhibieron complicidad, sintonía, y entraron juntos a la sede socialista. Estaba claro. Era la escenificación del poder andaluz. La presidenta es la baronesa con más poder institucional y orgánico de todo el PSOE y ha sido la principal valedora del madrileño en su carrera por el liderazgo del partido. En su federación, Sánchez arrasó. Logró el 61,14% de las papeletas, frente al 23,18% de Madina y el 15,68% de José Antonio Pérez Tapias. Más votos que sus dos oponentes juntos. Allí pescó un tercio del conjunto de sufragios recabados en toda España. 

Durante su reunión, según fuentes del PSOE andaluz, Díaz remarcó las prioridades que debe tener el PSOE: unidad, cohesión interna, centralidad de las municipales y autonómicas de 2015. Y también que "no es el momento" de ubicar las primarias abiertas en noviembre. "Haríamos el ridículo. No tiene sentido meternos en una segunda competición interna. Toca trabajar para los ciudadanos, trabajar para la gente. Debemos pensar en nuestros alcaldes y en nuestros alcaldes, pisar la calle", sentenciaba con rotundidad un alto cargo del Gobierno andaluz. La fecha favorita para el PSOE-A (y no sólo el PSOE-A) es justo después de las locales y autonómicas de mayo de 2015. La principal tarea que se marca Díaz es ayudar a coser y "consolidar a Pedro" como secretario general, según su entorno de máxima confianza.

El número dos del partido en Andalucía, Juan Cornejo, enseñó las cartas también: del congreso federal de los días 26 y 27 de julio saldrán una nueva ejecutiva y un nuevo Comité Federal, órganos que deberán debatir y acordar lo mejor para el PSOE, "entre todos", así como el calendario "más idóneo". La opinión de los candidatos de mayo de 2015 tendrá, reseñó, "un peso importante". 

Los líderes territoriales y los alcaldes

Por la tarde, Sánchez se reunió con el otro presidente autonómico socialista, el asturiano Javier Fernández. Pero a él no salió a recibirle a la puerta de Ferraz. Fernández se había inclinado claramente por Madina, como lo había hecho el extremeño Guillermo Fernández Vara. En declaraciones a los periodistas, se mostró "muy tranquilo" por la futura unidad del PSOE y destacó su voluntad de "integración total". "Y nosotros, todos, la voluntad de estar integrados", añadió. Fernández reconoció que habló con Sánchez de la fecha de las primarias, pero no le trasladó "nada específico". "Ese es un compromiso que tenemos. Ya veremos cómo se dilucida", dijo. Horas antes, en un curso de verano en San Lorenzo de El Escorial, había sido más taxativo: los socialistas "cumplen" sus compromisos, rubricó. El asturiano, como Madina, era un claro partidario de situar las primarias abiertas en noviembre. 

Pero la suya no es la opinión mayoritaria. Federaciones potentes como Valencia, Madrid, Castilla-La Mancha o Aragón creen que lo más sensato es trasladarlas a la primavera-verano de 2015. "Es una locura hacerlas antes. Ahora hay que ver todo el calendario, al completo. Hay elementos que antes, en enero, no estaban. Y uno no menor es que hemos convocado un congreso, hemos elegido un secretario general por consulta a las bases y habrá una nueva dirección. Tenemos que priorizar nuestros esfuerzos en las locales y autonómicas, y ver qué pasa en el otoño en Cataluña", aducía un importante barón, que confesaba haber trasladado esta reflexión a Sánchez antes incluso de su victoria en las urnas. 

Los alcaldes, a los que todos invocan, también desean el aplazamiento. Fuentes muy próximas a Abel Caballero, primer edil de Vigo y vicepresidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, señalaban que "la mayoría" de los regidores socialistas consideran que sumergirse en unas primarias en noviembre y tensionar otra vez al PSOE "entretiene", y además no se cree "necesario", habida cuenta de que Rubalcaba, el líder contestado, ha caído, y hay un nuevo secretario general aupado por las bases, como jamás ha ocurrido en el partido, con una "legitimidad enorme". "El riesgo que había antes era ir a las elecciones de 2015 sin un liderazgo definido, porque Alfredo estaba tocado. Pero ahora sí tenemos un jefe fuerte", agregaron estas fuentes a infoLibre

Viraje de Extremadura

Incluso en el entorno de Fernández Vara reconocían ayer un cambio de opinión. "Teniendo en cuenta que ha ganado por un 48,69% de los votos, de forma incontestable sobre Edu [que se quedó en un 36,19%], hay que dejarle hacer. Puede plantear lo que prefiera y que lo decidamos entre todos", explicaban en su círculo más inmediato. 

No se descarta incluso que en las primarias abiertas, para cuando se convoquen, Sánchez, si concurre, no tenga rival. Puede que en ese momento ya esté consolidado y el PSOE haya encontrado resuello. Y puede que quien parecía segura en las quinielas, la exministra Carme Chacón, tire la toalla y no presente batalla. 

¿Cuándo se oficializaría el cambio de calendario? Todavía no está claro. Algunos barones creen –y así se lo dirán a Sánchez– que el congreso federal del 26 y 27 de julio es el que debe pronunciarse, al ser el máximo órgano. Otros entienden que ha de hacerse en un Comité Federal posterior, a principios de septiembre, para analizar con calma el calendario. Este último grupo considera que el cónclave de finales de mes, que tiene que ratificar al secretario general y nombrar a su ejecutiva, no puede quedar eclipsado por el controvertido asunto de las primarias abiertas, un serial que ya acumula varios capítulos. 

No a Juncker

Sánchez se irá reuniendo en los siguientes días con todos los barones. Hoy mismo se verá, a las diez de la mañana, con el madrileño Tomás Gómez, que le apoyó en su ascenso a la cúspide de Ferraz. El PSM, no obstante, no ha apoyado en bloque al diputado y, de hecho, en Madrid el resultado ha estado más ajustado: 42,61%-38,98%.

El nuevo secretario general ya tomó ayer una de sus primeras decisiones: ordenar a los 14 eurodiputados socialistas españoles votar este martes en contra de la investidura del conservador Jean-Claude Juncker como presidente de la Comisión Europea. Era uno de sus compromisos de campaña y lo cumplió, en un claro guiño a la izquierda. Ayer también ratificó que no alentaría ninguna gran coalición con el PP, "ni en Madrid ni en Bruselas". 

Nombres para Organización: Cornejo, Díaz Cano, Jiménez, Heredia...

Hasta el 26 de julio, Sánchez deberá ir negociando su ejecutiva. Por ahora, no hay más que especulaciones sobre los nombres. Díaz ha descartado que entre en la dirección. Quiere centrarse en Andalucía y sabe que si ocupara el cargo de presidenta federal –como lo fueron sus antecesores, Manuel Chaves y José Antonio Griñán– se interpretaría como un tutelaje al líder emergente. Lo que sí parece obvio es que el secretario de Organización, la figura más representativa del aparato, sí será de su confianza y de la de Sánchez. 

En los mentideros del partido se barajan varios candidatos. A saber: Juan Cornejo, actual secretario de Organización del PSOE-A; Mario Jiménez, portavoz parlamentario en Andalucía; Máximo Díaz Cano, secretario general de la Presidencia de la Junta y hombre de la máxima confianza de Díaz; Miguel Ángel Heredia, secretario provincial de Málaga y portavoz adjunto del Grupo Socialista en el Congreso. Todos son cercanos a la baronesa andaluza. Pero todos tendrían su contraindicación. Si Sánchez eligiera a Cornejo, dejaría desnudo al aparato del PSOE-A. Jiménez está ahora en un segundo plano después de que Díaz le apease del estatus de vicesecretario general del PSOE-A que tenía con Griñán. Díaz Cano se descarta, según su entorno más estrecho. Y si se decantase por la opción Heredia, obligaría a un congreso provincial en Málaga.

Dirigentes veteranos del PSOE apuntaban ayer que el nuevo secretario de Organización –que sustituirá en el cargo a Óscar López– no tiene por qué ser andaluz. Sí ha de ser un hombre o mujer que cuente con el respaldo y la complicidad de Díaz y Sánchez. Cada federación reclamará, además, su peso en la cúpula. Valencia, por ejemplo, fue el segundo territorio que más votos ingresó en la bolsa del madrileño tras el PSOE-A.

Las otras dos figuras de peso en la dirección serán la de presidente federal y la de portavoz del grupo en el Congreso. Puestos ocupados en la ejecutiva saliente por Griñán y Soraya Rodríguez. Lo previsible es que ninguno de los dos repita. Para jefe de los socialistas en la Cámara baja han circulado nombres como los de la manchega Magdalena Valerio, la aragonesa Susana Sumelzo, la cacereña Pilar Lucio o la balear Sofía Hernanz. Un barón indicaba ayer que lo importante es que sea un equipo compacto, del gusto de un líder que cuenta con la autoridad que jamás ninguno antes que él ha tenido, y es la fuerza de las bases: "Debe configurar un Gobierno en la sombra, al margen de que vaya a ser o no el candidato". 

La entrada de Madina y Pérez Tapias

¿Y Madina? En el partido se da por hecho que, tras ser derrotado por amplio margen en la consulta a la militancia, "se quitará de en medio" –así lo expresa un barón de su confianza– y no se integrará en la ejecutiva. Él mismo dijo, antes de la votación del domingo, que si perdía no daría "la lata", y que ni se le pasaría competir en unas primarias presidenciales. Diversos dirigentes consultados por este periódico apuntaban ayer que lo más probable es que deje su escaño una vez concluida esta legislatura. Su vida política en primera línea tocaría a su fin.

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Además, tendría difícil encabezar la lista por Bizkaia si el exlehendakari y aún líder del PSE, Patxi López –que no lo apoyó en su carrera por el trono de Rubalcaba, como demostró su fracaso en Euskadi– decidiera ir como número uno. En el entorno más próximo al diputado vasco se insiste en que ahora mismo "sólo él es portavoz" de sus decisiones de futuro, y aún "no las ha tomado". Si Madina rehusara entrar en la cúpula, podrían ingresar en ella dirigentes de su confianza, que han nutrido su equipo de campaña. Él no dio ayer entrevistas, ni es previsible que las haga, ni escribió "un mal tuit", como prometió antes del 13-J. Sólo agradeció a través de su cuenta de Twitter la ayuda de sus colaboradores.

Pérez Tapias, por su parte, aseguró ayer lunes que estudiará la posibilidad de formar parte de la dirección. El exdiputado por Granada dijo en varias entrevistas que tendrá en cuenta qué papel puede cumplir en la ejecutiva y "desde luego, en el Comité Federal". Y pidió, como en otras ocasiones, reconstruir la unidad "desde la pluralidad". El miembro de Izquierda Socialista también se refirió a la fecha de las primarias: deben hacerse, dijo, "en la forma y en la fecha previstas". O sea, en noviembre. 

La madeja del calendario sigue aún sin resolverse del todo. Y han pasado dos años después del congreso de Sevilla, en el que se prometieron las primarias abiertas como forma de recuperar la confianza con los ciudadanos. 

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