Música
Bob Dylan en España: 74 años y en plena forma
Bob Dylan llega a España justo cuando los tiempos están cambiando. Han transcurrido 51 años desde que lanzó al aire su himno The times they are a changin' y ahora es exactamente cuanta más vigencia acumula en esta vieja y convulsa Europa que siempre le recibe con los brazos abiertos.
Este sábado 4 de julio en Barcelona, al día siguiente en Zaragoza, el lunes 6 en Madrid, el 8 en Granada, el 9 en Córdoba (Festival de la Guitarra) y el 11 en San Sebastián sonarán sus grandes clásicos y las odas al mismísimo Frank Sinatra que incluye su más reciente álbum, Shadows in the night.
A sus 74 años, se encuentra en plena forma y no escatima esfuerzos para poner en pie este Never Ending Tour (la gira de nunca acabar), con su sobriedad más en primer plano todavía y ninguna concesión a la espectacularidad, una de sus sempiternas señas de identidad.
En sus últimos conciertos hasta ahora, Dylan ha interpretado piezas como Things have changed, She belongs to meThings have changed She belongs to me, Beyond here lies nothing, Workingman's lues, Duquesne whistle, Waiting for you, Pay in blood o Tangled up in blue.
Tampoco ha olvidado Full moon and empty arms (precisamente, uno de los éxitos de Sinatra), High water (en tributo a Charley Patton), Simple twist of fate (una de sus composiciones para Joan Baez), Early roman kings, Forgetful heart y Spirit on the waterEarly roman kingsForgetful heart Spirit on the water.
Sus fans se han regocijado igualmente con Scarlet town, Soon after midnight, Long and wasted years, el Autumn leaves de Yves Montand, Love sick y, cómo no, Blowin' in the wind.
Nunca repite
Claro que, en plena conmemoración del 50º aniversario de Like a rolling stone, tampoco sería extraño si la tocara en una de sus habituales adaptaciones difíciles de reconocer.
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Porque Bob Dylan nunca repite interpretación. Como ya hemos comprobado en diversas actuaciones suyas de las que fuimos testigos, caso de Montreux hace más de una década o Zaragoza durante la Expo.
En la ciudad suiza, cuyo festival de jazz es probablemente el más fastuoso del mundo a orillas del lago Leman, le rindió un recordado culto otro de los mitos de la música popular, Patti Smith, en 2005.
Pero si hay un cantante que suele recurrir a su ingenio de maestro, ese es Bryan Ferry, el ex líder de Roxy Music y devoto confeso del tótem de Minesota. De hecho, cuando publicó su álbum Dylanesque hace ocho años, no tuvo ningún problema en admitir que volvía a la palestra de esta forma porque nunca sería capaz de componer temas tan excepcionales como los de Robert Allen Zimmerman.
