Inmigración irregular
El último episodio de 'devolución en caliente' en aguas del Estrecho abre el debate sobre su legalidad
El pasado 31 de agosto se vivió en la costa de Melilla otro episodio de lo que colectivos sociales llaman devoluciones en caliente en el agua, una práctica común a la hora de gestionar el control fronterizo de las ciudades autónomas, e ilegal según oenegés y el Defensor del Pueblo. El testimonio de testigos y supervivientes dibuja un procedimiento claro. La Guardia Civil intercepta a una embarcación con inmigrantes a pocos kilómetros de la playa de alguna de estas dos ciudades. No la deja avanzar y espera a que las fuerzas de seguridad marroquíes aparezcan por la zona. La Armada marroquí remolca la patera o sube a sus tripulantes a bordo, de vuelta al país africano. Un proceso en el que, según testigos y supervivientes, mueren personas que no saben nadar y que caen al agua. Estos testimonios, recogidos por las organizaciones, hablan de una ausencia total de respeto al derecho a la vida de quienes no son considerados víctimas, sino intrusos.
La ONG Caminando Fronteras denunció el pasado sábado la muerte de siete mujeres ante el último episodio de estos bloqueosbloqueos de la Guardia Civil. Los testigos explican que el barco de la Armada marroquí se ató con una cuerda a la patera, y en tan desafortunado remolque la patera volcó, provocando el ahogamiento de estas personas. El Gobierno no reconoce ni las muertes ni que se produjera ningún tipo de incidencia, aunque sí defiende, como es habitual, la actuación de sus agentes ante este tipo de situaciones. Es un hecho reconocido en sede parlamentaria que las fuerzas de seguridad españolas, cuando identifican una nave con inmigrantes acercándose a una de las dos ciudades autónomas, la detienen en aguas ajenas y esperan a que Marruecos se los lleve de vuelta.
"Si el rescate se produce en aguas marroquíes atendiendo a la necesidad de salvaguardar la vida humana, y una vez se ha producido la primera e ineludible actuación (rescate), las personas son recogidas por las Autoridades marroquíes con sus embarcaciones, siempre que las mismas no necesiten de una atención médica urgente, en cuyo caso son trasladadas de inmediato al puerto de Ceuta", aseguró el Ejecutivo en mayo, en respuesta a una pregunta parlamentaria de la senadora de Podemos María Isabel Mora. La Orden de Servicio de la Comandancia de Ceuta 14/2014 autoriza explícitamente a la Guardia Civil a la "detección temprana de las embarcaciones" (…) para "alertar de forma oportuna a las autoridades marroquíes para que se hagan cargo de la incidencia antes de que los inmigrantes se acerquen a aguas españolas".
El Defensor del Pueblo se ha manifestado repetidas veces en contra de esta práctica, al entender que incumple la normativa en materia de asilo. Su informe de 2016 El asilo en España reza lo siguiente: "Las autoridades españolas deben garantizar que los extranjeros puedan formalizar solicitudes de protección internacional cuando sean interceptados por funcionarios españoles, con independencia de que esta eventualidad se produzca fuera o dentro de las aguas territoriales españolas". La ONG Caminando Fronteras, que denunció la muerte de siete mujeres en el episodio del pasado mes, va más allá: la labor de rescate de la que habla el Gobierno en estas devoluciones en caliente no es ni completa, ni justa, ni eficaz. "Desde que la patera sale de Marruecos son personas que necesitan ayuda. Es una embarcación que no cumple un mínimo de seguridad. La Guardia Civil no les salva, simplemente bloquea y espera. Si se caen al agua, a lo mejor intervienen. Pero ponen como prioridad la lógica del control migratorio al derecho a la vida", explica Helena Maleno, portavoz de la organización.
El argumento de Maleno se basa en considerar a los inmigrantes que se encuentran en alta mar en una patera personas vulnerables simplemente porque su embarcación no es segura. Consiste en considerarlos dignos de rescate se encuentren en buena salud o no, un criterio que, a juzgar por la respuesta parlamentaria, no existe para el Ejecutivo. Pero Maleno introduce en el asunto un matiz más complejo: las aguas territoriales y la jurisdicción de cada país.
El Gobierno establece una diferencia entre la actuación en aguas españolas y en aguas marroquíes. El procedimiento de bloqueo y espera a las autoridades marroquíes solo se inicia si el incidente se produce en aguas del país africano. Es por ello que la Guardia Civil actúa de manera preventiva, antes de que se internen en territorio español. Sin embargo, asegura Maleno, "los marroquíes dicen que en Melilla no hay jurisdicción española, porque consideran que Melilla es marroquí". Por lo tanto, la colaboración necesaria de los agentes africanos no es una prueba que la actuación no se produzca en territorio español. El Gobierno, hasta la fecha, no ha aclarado dónde sucedió exactamente el incidente del 31 de agosto. Ni el Ministerio del Interior ni la Delegación del Gobierno en Melilla han contestado, por ahora, a las preguntas de infoLibre.
Dada su labor de observación, Caminando Fronteras reporta a menudo a Salvamento Marítimo avisos de personas caídas al agua o en grave peligro en estas devoluciones en caliente. La respuesta que reciben, explica la portavoz, es en muchos casos decepcionante. "En muchas ocasiones, los propios agentes no llaman a Salvamento. Y cuando llamamos nosotros, dicen que han llamado a la Guardia Civil y que ya se encargan ellos. Y la Guardia Civil dice que no pueden hacer nada porque están en aguas marroquíes. ¿Sí pueden entrar en aguas marroquíes para detener la patera pero no para salvarlos? ¿Es una broma?", se pregunta Maleno.
El informe Tras la fronteraTras la frontera de la ONG atestigua que la indefensión de los inmigrantes que llegan por mar a las ciudades autónomas es sistemática. "Según las comunidades migrantes, los medios de rescate de Marruecos no están preparados, son embarcaciones militares con escasa experiencia y medios de salvaguarda de la vida en el mar. Cuando hay dificultades o caen al agua, no tienen mecanismos para salvarles la vida”. Estas líneas fueron escritas antes del suceso del 31 de agosto en el que, según los supervivientes entrevistados por Caminando Fronteras, una embarcación marroquí decidió que la mejor solución era atar una cuerda a la patera y remolcarla.
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Considera la organización que este procedimiento de Marruecos y España ante los inmigrantes que llegan por mar está dejando un reguero de muerte en el Estrecho sin investigar, ni aclarar, ni identificar. "En la mayoría de las alertas recibidas donde hubo personas desaparecidas, éstas no se buscaron. Algunos de los cadáveres llegaron tras varios días a las costas, y otros fueron tragados por el Mediterráneo y el Atlántico. Las personas supervivientes de naufragios nunca fueron tratadas como víctimas de una tragedia. Ni en Marruecos ni en el Estado español se aplicaron protocolos de víctimas y siempre primaron los protocolos de control y de extranjería".
Podemos mueve ficha
María Isabel Mora es la autora de la pregunta parlamentaria que hizo reconocer este procedimiento de devoluciones en caliente marítimas al Gobierno español en mayo. La senadora de Podemos asegura que "se sigue justificando la lucha contra la inmigración irregular con prácticas absolutamente ilegales", y detalla a infoLibre los próximos pasos de su formación a raíz del caso del pasado mes. La pregunta escrita al Gobierno sobre este último incidente ya está publicada. Además, le preguntarán al ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, en el Pleno del Senado del próximo martes. El partido morado prevé realizar, adicionalmente, una petición de comparecencia de Zoido al respecto y presentar una proposición de ley para la derogación de la devolución en calientedevolución en caliente, ya sea por mar o por tierra. El objetivo prioritario de Podemos, explica Mora, es que el Gobierno dé explicaciones sobre lo sucedido.