Pedro Sánchez insiste en pedir a Casado y a Rivera que se abstengan para desbloquear la legislatura

El PP y Ciudadanos tienen que abstenerse para desbloquear la legislatura. El candidato socialista, Pedro Sánchez, ignoró la negativa de Pablo Casado y de Albert Rivera y subió a la tribuna a redoblar su petición de abstención, por “coherencia” y por “responsabilidad”.

“Sólo tiene dos opciones: Gobierno sí o Gobierno no. Legislatura o bloqueo; estabilidad o elecciones, ahí es donde tiene que mojarse y decidir qué quiere hacer, no puede ponerse de perfil”, le dijo a Casado.

“Si usted quiere liderar la oposición tendrá que permitir que haya Gobierno”, señaló a Casado. “Si quiere que no gobiernen los independentistas tendrá que hacer algo usted, porque ustedes tienen la llave para que eso no ocurra. Y si no quieren elecciones lo único que pueden hacer es garantizar la formación de un gobierno en España”.

Sánchez llegó a ofrecerle pactos de Estado a cambio de su abstención. E insistió: “No tiene derecho a meter a España en un laberinto, tiene una responsabilidad con el país y con sus votantes, que le están pidiendo que se abstenga”.

“Estaré dispuesto a hablar con usted”, le dijo a Rivera, “pero lo importante es que la legislatura eche a andar. Le pido que por el bien de españa usted y su grupo el próximo jueves se abstengan para que haya Gobierno”.

“Usted ni lidera la oposición ni la derecha”, le replicó, Por tanto “facilite un gobierno, escuche a sus votantes en todas las encuestas  que dicen que el 70% quieren que facilite la investidura. No se declare en rebeldía frente a sus votantes”.

PP y Cs también fueron los principales aludidos en la réplica de Sánchez a Santiago Abascal, líder de Vox, que cerró el turno de intervenciones de la jornada del lunes: "Escuchen lo que ha dicho el señor Abascal, reflexionen sobre la gobernabilidad, no sólo de España, sino también de muchas comunidades y ayuntamientos", dijo a Casado y Reivera.

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Sánchez consideró que tanto PP como Ciudadanos deberían quitar los "cordones sanitarios" al Partido Socialista y ponérselo a la ultraderecha.

Nada más escuchar al líder de la ultraderecha, Sánchez lamentó que en España, después de muchos años, "vuelva a escucharse un discurso de intolerancia".

A ojos del jefe del Ejecutivo, el problema no está en la representación parlamentaria lograda por Vox —24 escaños— "el problema es que en un país que el pasado 28 de abril dijo que no a la ultraderecha veamos como consecuencia de la irresponsabilidad de PP y Cs influyendo a la ultraderecha en gobiernos municipales y autonómicos".