23J | ELECCIONES GENERALES
"Acuerdo o acuerdo": Podemos y Sumar negocian bajo presión una candidatura de unidad
Diez días. Es el tiempo que tiene de margen la vicepresidenta Yolanda Díaz para comunicar a la Junta Electoral Central si concurre o no en coalición a las próximas elecciones generales, previstas para el 23 de julio. Un plazo muy ajustado que obliga a Díaz a ponerse de acuerdo en tiempo récord con la quincena de formaciones a las que aspira a representar, desde formaciones regionales como la Chunta Aragonesista, Més en Baleares o Proyecto Drago a partidos de ámbito nacional como Podemos o Izquierda Unida. Díaz comenzó a negociar con los partidos antes del inicio de la campaña electoral del 28M y contaba con tener de tiempo hasta octubre, como mínimo, para zanjarlo todo, pero el anuncio anticipado de elecciones le complica —y, al mismo tiempo, le facilita— sus planes. Según marca la ley, deberá registrar la coalición antes del 9 de junio y presentar las listas electorales diez días después como tarde, el 19 de junio.
Ante una izquierda que no ha acabado de digerir la debacle del pasado 28M, un mensaje sobresale por encima del resto: "O acuerdo o acuerdo". Una consigna que trasladan los afines a Díaz pero también voces de la dirección de Podemos, la formación que más se ha resistido a pactar con la vicepresidenta segunda. "Se está hablando con todo el mundo", aseguraban desde el entorno de la vicepresidenta este lunes tras conocerse el anuncio de Sánchez. La líder de Sumar no ha realizado ninguna comparecencia, pero sí se ha manifestado través de sus redes sociales. "Hay que hacer las cosas de otra manera. Sin distracciones. Desde este mismo momento estamos trabajando para ganar el próximo 23 de julio. Tenemos un proyecto para seguir dando respuesta a los desafíos sociales, ecológicos y económicos de nuestro país. Frente a la España negra de Feijóo, salimos a ganar. La gente nos está esperando", zanjaba.
En Podemos el anuncio de Sánchez ha llegando cuando la dirección nacional estaba reunida en la sede, con su líder, Ione Belarra, y su número dos, Irene Montero, a la cabeza. La secretaria general ha comparecido después ante los periodistas, sin preguntas, para anunciar que ya se están negociando con Sumar y que espera dar pronto la buena "noticia" de que el espacio político se presenta unido: "Podemos va a estar donde siempre: trabajando por la unidad", ha asegurado Belarra. "El bloque progresista va perdiendo en la primera parte del partido pero salimos a ganar en la segunda parte". Fuentes de Podemos insisten en que están "tranquilos" y "preparados" para afrontar una nueva campaña electoral. "Solo falta sumar", resumen.
Para Izquierda Unida el resultado de las elecciones del 28M constata la necesidad de "un proyecto político adaptado a esta época" que "sea capaz de despertar un sentimiento más movilizador que la simple y supuesta conciliación de intereses objetivos", trasladan desde el partido. "Sumar y la candidatura de Yolanda Díaz son la mejor oportunidad para ofrecer ese proyecto de país y ganar las elecciones generales. Todavía hay una mayoría social que espera una nueva convocatoria que, con acierto, sirva no solo para defender los derechos conquistados que las derechas amenazan, sino para conquistar nuevos avances", sostienen.
Tanto Podemos como IU son conscientes de que las opciones para revalidar el actual gobierno de coalición pasan por la unidad, especialmente tras la debacle del 28M, donde Unidas Podemos fue barrido del mapa en la Comunitat Valenciana, Madrid y Canarias y perdió cinco de sus seis gobiernos autonómicos. El balance para los aliados de Díaz tampoco fue positivo: la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, quedó en tercera posición por detrás de Junts y PSC, por lo que tiene casi imposible revalidar el cargo y el alcalde de València, Joan Ribó, también perdió el bastión de mando en favor de la alianza entre PP y Vox. Sí aguantó mejor Más Madrid: Rita Maestre se consolidó como la segunda fuerza de la capital al igual que Mónica García, que seguirá como la jefa de la oposición a Isabel Díaz Ayuso.
La principal incógnita: ¿habrá primarias?
En los meses previos a la campaña electoral de las autonómicas y locales, Díaz y Podemos se enfrentaron a cuenta de las futuras primarias para conformar las listas de las generales. A las puertas de que la líder de Sumar confirmara su intención de ser candidata, la dirección de Belarra exigió a Díaz que se comprometiera a realizar “primarias abiertas” acordadas “entre Podemos y Sumar”. En su propuesta, los morados planteaban un proceso en el que “pueda participar cualquier persona, con un nuevo censo y que cuente con todas las medidas de seguridad para garantizar la transparencia del proceso". El equipo de Díaz rechazó esta petición y, en respuesta, ningún miembro de la Ejecutiva de Podemos acudió a la presentación de su candidatura celebrada el pasado 2 de abril.
El entorno de la vicepresidenta trasladó a Podemos que era necesario esperar al 28-M, cuando se hubieran resuelto las batallas electorales entre algunas de las formaciones que ahora están llamadas a aliarse en las generales. El objetivo de este retraso era evitar "la confusión" de los votantes y la compleja situación de tener que explicar por qué se llegan a acuerdos nacionales que no se replican a nivel autonómico. Sin embargo, el problema de fondo radicaba en el concepto “primarias abiertas”. La dirección de Podemos quiere que cualquiera, tenga carné de partido o no, pueda votar con garantías. Díaz, por su parte, no quiere comprometerse a realizar primarias abiertas por el momento. En su equipo explican que otras formaciones que participan en el proceso creen que saldrían perjudicadas si se aplica este sistema al tener una militancia menos movilizada que la de Podemos.
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A pesar de que el tiempo juega en su contra, fuentes de Podemos sugieren que sí puede haber primarias para configurar las listas electorales. Defienden que el modelo puede ser el mismo que se aplicó durante el adelanto electoral de la Comunidad de Madrid en 2021, cuando Pablo Iglesias dejó el Gobierno para competir contra Díaz Ayuso. El otrora líder de Podemos fue ratificado por primarias pero desde el partido únicamente dieron dos días a su militancia para votar. Sin embargo, también reconocen que al involucrar ahora a más partidos, el proceso sería mucho más complejo. Es más, el propio Iglesias ya asume que no habrá tiempo para hacer primarias y en La Ser aseguró que el trabajo de "los fontaneros" de los partidos será negociar las listas con Sumar.
Díaz, una candidata sin programa electoral
La convocatoria electoral también obliga a Díaz acelerar la configuración de su programa electoral. Hace un mes Sumar abrió una página web con las conclusiones de los 35 grupos de trabajo que constituyen la "base" del proyecto de país que Díaz quiere para la próxima década. Unas conclusiones que abiertas a modificaciones de todas las personas interesadas en el proceso. La intención con la que trabajaban en el entorno de Díaz era cerrar ese trámite en septiembre y, después, crear el programa electoral. Pero, de nuevo, todo se precipitará.
Lo cierto es que, a tenor de las medidas que ha ido desgranando Díaz en sus actos, apenas tiene diferencias ideológicas con Podemos u otros actores de su izquierda. Sin embargo, las diferencias existen y son más de formas que de fondo. Hay materias en las que la vicepresidenta segunda ha evitado pronunciarse de manera premeditada para no generar "ruido". Esto le ha llevado a mantener una posición ambivalente en cuestiones como la monarquía, la OTAN, el envío de armas a Ucrania, el referéndum catalán, la reforma de la ley del sí es sí, la prostitución o la relación con los medios de comunicación.