En recientes declaraciones, el rescatado director general de la DGT, Pere Navarro, ha vuelto a esgrimir la reducción de la velocidad en nuestras carreteras y el incremento del número de radares como forma de luchar contra el incremento de la siniestralidad de este pasado verano.
Desde luego, la DGT no derrocha imaginación a la hora de reducir la siniestralidad y se va derecha a por los conductores, a bajar la velocidad. ¿Es que no hay otras posibles medidas? Pues sí las hay, tales como mejorar el trazado de las vías, eliminar los puntos negros en vez de anunciarlos, revisar y mejorar la señalización, o mantener adecuadamente el firme de las carreteras, entre otras. Por supuesto que si la velocidad se reduce, o incluso se suprime, disminuirán los accidentes fatales, pero paralizando el país de paso.
Si la DGT desea combatir la siniestralidad de forma activa, sin agobiar más a los conductores, puede hacerlo mejorando algo la conducción sin rebajar los ya ridículos límites de velocidad. Y para ello hay dos puntos muy simples a los que la GDT y sus agentes de tráfico ha prestado muy poca atención hasta ahora: el uso adecuado de los intermitentes para señalizar anticipadamente la maniobra que se vaya a realizar, y la pésima utilización de los carriles en autopistas y autovías, en las que los conductores se amontonan en los carriles de la izquierda dejando prácticamente vacíos los de la derecha. Este mal hábito, además, podría influir en la ocupación del carril contrario en vías secundarias por parte de conductores muy habituados a conducir con un carril libre a su derecha.
Conductores critican el descenso de la velocidad en carreteras convencionales y las víctimas lo califican de "logro"
Esos dos factores, intermitentes y mala utilización de los carriles, coinciden frecuentemente en las rotondas, convirtiendo su tránsito en una arriesgada maniobra.
Vigilando y mejorando estos dos sencillos aspectos de la conducción seguro que se reduce la siniestralidad sin más limitaciones de velocidad.
Jesús Mallol es socio de infoLibre
En recientes declaraciones, el rescatado director general de la DGT, Pere Navarro, ha vuelto a esgrimir la reducción de la velocidad en nuestras carreteras y el incremento del número de radares como forma de luchar contra el incremento de la siniestralidad de este pasado verano.