En un salón con poca luz, varios hombres se reúnen. Discrepan sobre las medidas a tomar. Con su padre gravemente herido en el hospital, apuestan por el asesinato como mejor opción para liquidar a su rival.
La familia Corleone está en crisis de pérdida de influencia. En dicho salón, los hermanos Sonny y Michael Corleone, Tom Hagen y Clemença ofrecen distintos argumentos antes de elegir el uso de un arma de fuego para acabar con su enemigo.
Según Michael Corleone, “hay que ir a por Sorozzo (rival de poder). ¿No quieren un encuentro conmigo? Hablaré yo mismo con Matrosky (policía corrupto) y Sorozzo”. Propone un lugar con público, donde esté a salvo. Además, no debe llevar armas… pero si Clemença encuentra el medio de dejar una pistola a su alcance, los matará.
Además, afirma: “sería una noticia sensacional, ¿no tenemos periodista en nómina? ¿y no podrían hacer una campaña contra él?”.
Finalmente, la familia Corleone lleva a cabo el plan sin ninguna fisura: reunidos Sorozzo, Matrosky y Michael, este último toma un arma que está escondida en la cisterna con esparadrapo en el gatillo y en la culata para no dejar sus huellas digitales y, a sangre fría, dispara a sus enemigos. Acto seguido, abandona el lugar público tal como le aconsejó Clemença: “dejas caer el brazo y sueltas el arma…todos creerán que la conservas porque te estarán mirando la cara… y no olvides escapar deprisa pero sin correr…sin fijar la mirada en nadie pero sin dejar de mirar. Ellos tendrán miedo de ti pero créeme, no debes temer nada”.
En un salón con poca luz, varios hombres se reúnen. Discrepan sobre las medidas a tomar y apustan por el asesinato como mejor opción para liquidar a su rival.
El bipartidismo en España está en crisis de pérdida de influencia. En dicho salón, la familia Cloaca, formada por Antonio García Ferreras (director de la Sexta), Mauricio Casals (presidente de la Sexta y A3Media) y Villarejo (excomisario del Cuerpo Nacional de Policía) debaten distintos argumentos antes de elegir el uso de las armas mediáticas para acabar con uno de los enemigos que ha puesto en jaque a dicho sistema.
Para Ferreras, es necesario que Antena 3 y laSexta actúen como un solo hombre y ya, desde laSexta se crea un lugar público o canal de televisión en el que gente formada se sienta a gusto. A partir de ahí, en un momento de máxima audiencia, tiene lugar la ejecución del asesinato mediático, proponiendo a un señor que es “como su hermano” y que se llama Eduardo Inda, un criminal que se hace pasar por periodista. Mauricio calla y Villarejo sostiene que es el único tío con cojones para ejecutarlo. (ver aquí)
La familia Cloaca no mató a su enemigo. Sí le debilitó, ya que condicionó y manipuló la opinión pública de la ciudadanía un mes antes de las elecciones generales al parlamento.
Finalmente, la familia Cloaca lleva a cabo el plan con alguna que otra fisura: Ferreras coloca en la mesa de su programa de TV, Al rojo vivo, el arma mediática de Inda, una mentira en horario de máxima audiencia para matar al enemigo político Pablo Iglesias, mediante un documento falso creado por la policía corrupta con fondos reservados que afirmaba que Iglesias tenía una cuenta en Islas Granadinas con dinero de origen venezolano (ver aquí). Conociendo la falsedad de dichos papeles, el capo Ferreras justifica su extorsión mafiosa diciendo que ofreció a la víctima la posibilidad de defenderse.
La familia Cloaca no mató a su enemigo. Sí le debilitó, ya que condicionó y manipuló la opinión pública de la ciudadanía un mes antes de las elecciones generales al parlamento.
Entre las fisuras de su plan, la familia Cloaca, con las características propias del mundo del hampa, no contaba con que uno de sus integrantes, el excomisario Villarejo, grabaría y difundiría las conversaciones de estos personajes que se hacen llamar periodistas.
En ese momento, nuestras sospechas se hicieron reales: esa idea de “democracia consolidada” que es el Reino de España según los medios de creación de opinión pública no es más que una “mediocracia” que aún sustenta un Estado con una ley de secretos oficiales de la dictadura de Franco que data de 1968 (ver aquí). En dicha ley, se expone lo siguiente: “es innegable la necesidad de imponer limitaciones, cuando precisamente de esa publicidad puede derivarse perjuicio para la causa pública, la seguridad del mismo Estado o los intereses de la colectividad nacional”. En base a esta ley, estos policías corruptos crean estos documentos falsos con total impunidad.
¿Qué es para el estado profundo la causa pública o la seguridad? ¿Hablan de su “Estado” de privilegios o del “Estado” de todos los españoles/as?
Esto solo es una prueba más de que el franquismo sociológico pervive y es necesario seguir cuestionando el régimen del 78 con pedagogía, valorando todo lo que consiguió y siendo críticos con aquello que, si bien en su día no se pudo conseguir por el contexto socio-histórico del momento, no se pudo conseguir.
Pero para ello es necesario periodistas honestos que lleven todos los días a su puesto de trabajo la máxima de Ryszard Kapuscinski: “para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser un buen hombre, o una buena mujer: buenos seres humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas. Si se es una buena persona se puede intentar comprender a los demás, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus dificultades, sus tragedias.”
Y de esto estamos muy faltos…
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Paco Ochoa, socio de infoLibre
En un salón con poca luz, varios hombres se reúnen. Discrepan sobre las medidas a tomar. Con su padre gravemente herido en el hospital, apuestan por el asesinato como mejor opción para liquidar a su rival.