Pablo Casado, un hombre a la contra

Máximo Aláez

Pablo Casado es un político que siempre va a la contra. Nunca se le ha escuchado un discurso propio o ha tenido una idea que merezca la pena considerar; pero es que, cada vez más, se le acumulan los fallos de estrategia y se le nota que no sabe en qué dirección mirar. Yo creo que eso tiene que ver con su necesidad constante de contraprogramar, que se le está haciendo agotador porque, claro, no sólo tiene que contraprogramar a Pedro Sánchez en España y en Europa, es que también ha decidido que debe hacerlo a Abascal, y también a Díaz Ayuso y aparecer en todos los sitios donde ellos aparezcan o programar actos paralelos cuando ellos vayan a asistir a uno, aunque no tenga nada que decir o proponer. Porque este es el problema; si apareciese presentando alguna propuesta o alguna idea propia, podría lograr el interés del respetable, pero es que su único objetivo es enseñar que está ahí, chupar cámara. Resultado: se está haciendo un lío; comienza a confundirse y se le ve aturullado, incluso molesto como cuando se queja de que los medios se fijan demasiado en los problemas de un partido unido como el suyo... Lo mismo dice que va pero no va a una manifestación de policías contra el gobierno que entra pero dice que no entra en una misa convocada para ensalzar al "caudillo". Como siga tan aturullado, va a terminar confundiendo molinos con gigantes, si no los está confundiendo ya. 

Máximo Aláez es socio de infoLibre

Pablo Casado es un político que siempre va a la contra. Nunca se le ha escuchado un discurso propio o ha tenido una idea que merezca la pena considerar; pero es que, cada vez más, se le acumulan los fallos de estrategia y se le nota que no sabe en qué dirección mirar. Yo creo que eso tiene que ver con su necesidad constante de contraprogramar, que se le está haciendo agotador porque, claro, no sólo tiene que contraprogramar a Pedro Sánchez en España y en Europa, es que también ha decidido que debe hacerlo a Abascal, y también a Díaz Ayuso y aparecer en todos los sitios donde ellos aparezcan o programar actos paralelos cuando ellos vayan a asistir a uno, aunque no tenga nada que decir o proponer. Porque este es el problema; si apareciese presentando alguna propuesta o alguna idea propia, podría lograr el interés del respetable, pero es que su único objetivo es enseñar que está ahí, chupar cámara. Resultado: se está haciendo un lío; comienza a confundirse y se le ve aturullado, incluso molesto como cuando se queja de que los medios se fijan demasiado en los problemas de un partido unido como el suyo... Lo mismo dice que va pero no va a una manifestación de policías contra el gobierno que entra pero dice que no entra en una misa convocada para ensalzar al "caudillo". Como siga tan aturullado, va a terminar confundiendo molinos con gigantes, si no los está confundiendo ya. 

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