El Padrenuestro que yo aprendí de niña decía así: “Perdónanos nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores”. Pero hace unos años la jerarquía católica decidió cambiar este fragmento, solo este, que ahora dice: “Perdona nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden”. No entendí muy bien el porqué de la modificación, parecía un cambio poco sustancial. Pero vista la situación actual, parece que cobra sentido. Es como si intuyeran lo que iba a pasar, porque los poderosos que nos dirigen tienen la determinación de que paguemos todo lo que se debe (o que ellos dicen que debemos): 1 billón, con b, de euros. Yo no recuerdo haber gastado tanto.
¿Recordáis la reforma express que se hizo de la Constitución? Consistió, básicamente, en anular el anterior artículo 135 y sustituirlo por uno nuevo, más extenso y preciso, en el que se dice expresamente en su apartado 3: “Los créditos para satisfacer los intereses y el capital de la deuda pública de las administraciones se entenderán siempre incluidos en el estado de gastos de sus presupuestos y su pago gozará de prioridad absoluta”. Es decir, que antes de pagar las pensiones, la sanidad o la educación, habrá que pagar prioritariamente lo que se debe.
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Todas las políticas económicas de estos últimos años han ido dirigidas a reducir el déficit y la deuda pública: congelar pensiones, reducir sueldos de funcionarios, subida del IVA, reducción del gasto público… resultado: la economía esta semi-paralizada, el paro sigue en el 25%, el déficit se reduce solo unas décimas y la deuda pública alcanza el billón, con b, de euros. Yo sé poco de economía, pero creo que entiendo que para cuadrar un presupuesto no solo es importante lo que se gasta, sino también lo que se ingresa y si la economía no despega, el Estado no recaudará.
Así que si se mantienen estas mismas políticas, y nada indica que vayan a cambiarse, conseguir que nuestra economía mejore es solo cuestión de fe, supongo que por eso Ana Botella ha ido a rezarle a la Virgen. Los demás podemos rezar el Padrenuestro, rezad por favor con el antiguo, puede ser más eficaz.
Maribel Iglesias Baldonedo es socia de infoLibre
El Padrenuestro que yo aprendí de niña decía así: “Perdónanos nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores”. Pero hace unos años la jerarquía católica decidió cambiar este fragmento, solo este, que ahora dice: “Perdona nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden”. No entendí muy bien el porqué de la modificación, parecía un cambio poco sustancial. Pero vista la situación actual, parece que cobra sentido. Es como si intuyeran lo que iba a pasar, porque los poderosos que nos dirigen tienen la determinación de que paguemos todo lo que se debe (o que ellos dicen que debemos): 1 billón, con b, de euros. Yo no recuerdo haber gastado tanto.