La comedia británica High Rise ha puesto el punto más brillante en la jornada de este martes del Festival de San Sebastián, tanto por la presencia de sus estelares protagonistas como por la diversión que ha propiciado, frente a las más olvidables El apóstata, coproducción con participación española, y el dibujo animado japonés Bakemono no ko, sólo para aficionados éste último. Los tres films tuvieron su première internacional en Toronto antes de llegar aquí.
High Rise es la adaptación de la novela publicada por J.G. Ballard a mediados de los años 70, dirigida por Ben Wheatley, que abrió la competición del meridiano de este festival. Aplaudida a rabiar, ha gustado en general, aunque hay que decir en honor a la verdad, que los mas satisfechos fueron el público joven, ya que estos ensayos digamos futuristas ya los conocíamos en la época de los 70 y 80. Llevada con acierto a la gran pantalla, esta historia es una gran sátira de un reflejo de la sociedad que puede ya esté llegando.
El aislamiento como circunstancia de una sociedad menos sociable (valga la redundancia), y de auto-protección, aunque aquí precisamente seguridad es algo que brillara por su ausencia. Se trata de una demoledora crítica al sistema, a las jerarquías, y al poder establecido.
El doctor Robert Laing (Tom Hiddleston), un apuesto y prestigioso psiquiatra, se muda a vivir a uno de los apartamentos del gigantesco edifico Elysium, un rascacielos con todo tipo de prestaciones, y que vende a sus inquilinos la comunidad ideal, supermercado en la planta 15, piscina en la 20, squash, y un extravagante jardín con caballo y todo en la azotea, donde reside el padre de todo esto, el arquitecto Mr. Royal, interpretado por Jeremy Irons.
Es como si dijéramos una Rue del percebe a lo bestiaRue del percebe, pero con muchos ingredientes, vecina sexy con hijo listillo, a la que da vida una explosiva Sienna Miller; el machote reivindicativo que está muy bien caracterizado por el actor gales Luke Evans protagonista de la cinta Drácula la leyenda jamas contada, y así hasta completar un variopinto vecindario, incluyendo porteros, vecina modesta embarazada que a su vez es mujer del seductor machote, etc...
La idealidad inicial se desplomará a la vez que todas las comodidades ficticias del edificio que les aísla y les alberga.
Los protagonistas principales han estado en la presentación de esta cinta a los medios en su rueda de prensa y en el photocall, con
Sienna Miller muy bien escoltada por los dos atractivos y talentosos actores británicos que se están consolidando en su carrera, aunque faltaba Jeremy... en honor a la verdad.
A la cinta se le puede augurar un futuro comercial prometedor, porque resulta desconcertante, abrupta y ante todo extravagante, como crítica despiadada de lo que la sociedad se está buscando con actitudes superficiales, frívolas, individualistas y clasistas.
La banda sonora versiona algunos temas de Abba o de Cat Stevens, aquel tan coreado Morning has broken.
Lo que esta garantizado en este film, esa aquel manifiesto tan de los 70 y 80...."Sexo, drogas (alcohol en este caso) y rock and roll"...
La segunda cinta a concurso del día fue el anime japonés, que parece que aparte de fuera de lugar no ha gustado a casi nadie, Bakemono no kot, que nos cuenta un episodio en la vida de su protagonista Kyuta, que se escapa de casa cuando después de morir su madre y con padre ausente, decide acogerlo su familia materna, pero él no se conforma y se escapa, acabando en un oscuro callejón. Allí conocerá a un dulce y pequeño amigo que será su colega de aventuras y su compañía, en una fantástica aventura a punto de comenzar...
Su director, Mamoru Hosoda, apreciado por los amantes de este subgénero de la animación, dirigió a comienzos de la década del 2000 las dos primeras películas de la serie Digimon Adventure, y la sexta entrega de la famosa serie One Piece. Muchos veteranos de los que asisten como prensa a este festival y bastantes más, se han quejado, a parte de la calidad de la misma, de que una cinta así pase a formar parte de esta sección oficial. Suponemos que los amantes del género estarán encantados de ver a estos personajes en la gran pantalla, aunque el parecer en general no ha sido muy satisfactoria la acogida a la finalización de su proyección en el Kursaal.
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La tercera en discordia, fue la cinta que producen conjuntamente, Uruguay, Francia y España, y que dirige Federico Veiroj, El apóstata, una película pequeña, modesta, y que dura 80 minutos, pero paradójicamente con algunos sobrantes en el metraje, y que interpretan, Álvaro Ogalla, Bárbara Lennie, Vicky Peña y Marta Larralde entre otros.
Gonzalo parece que es algo inconstante y con treinta y tantos años, aún deambula por la vida sin acabar estudios, ni tener nada fijo, pero ninguno de esos temas le preocupa en exceso. Ahora quiere ser apóstata, y comienza su proceso en la iglesia donde lo bautizaron. Algo que en un principio parece sencillo se complicará, porque la burocracia, tiene un añadido: es eclesiástica, y se demorará con mil excusas, tribunales, escritos y demás charlas entre el solicitante y el arzobispo que se encarga del tema en primera instancia.
La cinta ha sido muy aplaudida a su término. Es una película que se deja ver, el personaje principal empatiza con el público, se hace querer, y la historia transcurrirá en su entorno más cercano, su familia, su prima con la mantiene una extraña relación, la madre que lo cuestiona, y una vecina atractiva que es la madre del chico al que da clases particulares, un universo íntimo que traslada al espectador al otro lado de la pantalla sin que apenas se de cuenta. Habrá que esperar a ver qué le depara este trabajo a su director, nominado a los Goya a la mejor película hispanoamericana en el año 2009 por La vida útil, su segundo largometraje, que obtuvo el Premio Cine en Construcción de la Industria en el marco del festival de San Sebastián 2009.
La comedia británica High Rise ha puesto el punto más brillante en la jornada de este martes del Festival de San Sebastián, tanto por la presencia de sus estelares protagonistas como por la diversión que ha propiciado, frente a las más olvidables El apóstata, coproducción con participación española, y el dibujo animado japonés Bakemono no ko, sólo para aficionados éste último. Los tres films tuvieron su première internacional en Toronto antes de llegar aquí.