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Cultura

La crisis del coronavirus “rompe” el inicio de recuperación de la industria cultural tras una “década perdida”

Jornada de puertas abiertas en los Cines Embajadores, abiertos en el verano de 2020 en Madrid.

Se comenzaba a ver la luz al final del túnel: el informe sobre la industria cultural en 2019 que preparaba la Fundación Alternativas revelaba el inicio de la recuperación. Se había hecho esperar, porque llegaba tras lo que el think tank próximo al PSOE calificada de "década perdida" marcada por el recorte en gasto público y privado y por la pérdida de empleo. En 2018, los 300 agentes culturales a los que encuesta cada año habían calificado con un 5 sobre 10 la situación del sector, una nota magra pero que daba cierta alegría tras seis años de suspenso. El pasado año, la nota subía ligeramente hasta el 5,1. Pero llegó marzo. Se cerraron teatros, cines, salas de música, museos, bibliotecas y librerías. Para la Fundación, el coronavirus "rompe" los buenos augurios. El túnel vuelve a estar cegado. 

"La herida abierta que venía de la década perdida se agudizaba por la crisis del coronavirus", lamenta Enrique Bustamante, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid y coordinador del informe. Este recoge algunos datos que dan una idea de lo que se han llevado estos diez años especialmente duros para el sector: la cultura alcanza hoy cuatro décimas menos del PIB que en 2009, cuenta una pérdida de facturación de 4.000 millones de euros con respecto a 2008, y ha perdido 16.000 empleos. Esto se debe esencialmente a dos factores: la pérdida del gasto público y del gasto privado. En el primero, se han esfumado 2.000 millones de euros hasta 2017 (último año con los datos agregados de todas las administraciones), mientras que a cantidad que los hogares dedican al consumo cultural sigue cayendo. Si en 2017, la media anual se situó en los 718 euros, en 2018 descendía hasta los 682 euros.  

El equipo de 14 profesionales que redacta el informe se mostraba esperanzado, en los primeros meses del año, primero por la leve mejoría de la nota que los profesionales atribuían al mundo cultural. Pero también, explica Bustamante en la introducción, por "la llegada de un Gobierno progresista que enarbolaba la bandera de la cultura con una decisión que no se veía desde 2004". Así, destacan la recuperación del Ministerio de Cultura desgajado del de Educación, el aumento de la cuantía dedicada a la Cultura en los Presupuestos Generales del Estado presentados —y nunca aprobados—, o la creación del Observatorio de Igualdad de Género en Cultura. Las "grandes expectativas" han dejado paso a "una gran inquietud por el futuro de la cultura en el contexto de la pandemia". 

Para Bustamante, "el aislamiento atacaba frontalmente al corazón de la vida simbólica de la sociedad". Quedaban penalizadas todas las actividades sociales, que son el núcleo de sectores completos como las artes escénicas, la música en directo o el cine. Los temores de la Fundación Alternativas es que la crisis sanitaria toque justo donde más le había dolido al sector: en los presupuestos públicos y en lo que las familias están dispuestas a gastarse en el consumo cultural. El Gobierno central está inmerso en una difícil negociación de los presupuestos. Las Comunidades Autónomas y los municipios se enfrentan a una segunda ola de la enfermedad, que obligará a derivar más recursos a la sanidad, igual que se ha hecho con educación al principio de curso. Al cierre de agosto, más de 821.000 personas estaban todavía acogidas a un ERTE y 3,8 millones de personas se encontraban en paro. Ante esa situación y la incertidumbre económica, los españoles han primado el ahorro frente al gasto, como ya sucedió tras la crisis del 2008, una tendencia de la que el sector nunca se llegó a recuperar.  

Un suspenso para las administraciones 

Aunque según Eurostat, más del 70% de las conexiones a Internet se producen para consumir contenidos culturales, esto no se veía del todo reflejado en la salud del sector, según indica el informe. Una nueva encuesta a 150 profesionales realizada el pasado julio, para actualizar o matizar los resultados ya obtenidos, las respuestas resultaban desoladoras. Pocos creían que "el relanzamiento del consumo cultural online está paliando su crisis financiera en España" y, de hecho, esta idea obtenía una nota de solo 3,28. Igualmente críticos han sido los profesionales con las medidas elaboradas por as distintas administraciones para hacer frente a la crisis de la industria cultural y sus trabajadores. En palabras de Enrique Bustamante, "la administración pública ha reaccionado tardía e insuficientemente ante la crisis profunda" dejada por la pandemia. En la encuesta, suspende tanto el Gobierno central (con un 3,36) como las autonomías (3,24) y los municipios (3,26). 

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Entre las medidas peor valoradas, están dos de las lanzadas por el Gobierno central. Las prestaciones excepcionales al desempleo obtienen solo una nota de 2,96: en abril, los sindicatos advertían ya de que la intermitencia de los empleos culturales impediría que los trabajadores del sector pudieran acceder al subsidio. La misma mala nota la obtiene la propuesta de bajar el IVA de libros digitales y publicaciones online, que no se considera "suficiente". Tampoco consideran los profesionales que las ayudas a la liquidez de las empresas esté "compensando el impacto de la pandemia" (la nota es de un 3,04) ni que los ERTE cubran "suficientemente" la situación de emergencia (un 3,24). "Parece evidente el descontento general sobre la prontitud y suficiencia de las acciones estatales, a todos sus niveles", resume el informe, "frente a las duras repercusiones económicas y sociales que la epidemia ocasionó sobre la cultura, mucho más fuertes que en otros muchos sectores económicos".

Pero el documento de Fundación Alternativas recoge también el apoyo a distintas "herramientas" para la salida de la crisis. Entre ellas, la que más apoyo obtiene por parte de los profesionales es la reducción general del IVA cultural, que el sector pide desde el pasado marzo. No todas las industrias están sometidas al mismo IVA, sin embargo: los libros gozan del IVA reducido al 4%, que es el que quieren alcanzar los espectáculos en directos y el cine, al 10%.  Otra de las iniciativas que más valoran los encuestados es el desarrollo legal del Estatuto del Artista (nota de 8,62). El Estatuto del Artista, un informe aprobado por el Congreso en 2018, es un paquete de 60 medidas que atañen a los ministerios de Trabajo y Hacienda, lo que explica en parte su larga implantación. Algunas de sus propuestas ya han sido aprobadas (la reducción del IVA al 10%, la compatibilidad de algunos trabajos con la jubilación), pero otras no, como la creación de un régimen particular de la Seguridad Social para los trabajadores intermitentes. 

Tras ellas, y en menor medida, la encuesta recoge la conveniencia de dedicar mayor gasto público en cultura, elaborar un plan de apoyo a la igualdad de género en el sector, una normativa más favorable al mecenazgo o un mayor apoyo financiero a las pymes. Por ahora, el Ministerio de Cultura no ha mencionado en público la posibilidad de emprender ninguna de estas iniciativas. "hace falta una revisión profunda de las políticas culturales", insiste Enrique Bustamante. Quizás el Ministerio tome nota. 

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