De su decisión depende el futuro de los principales teatros públicos madrileños. Estos 14 gestores y creadores de las artes escénicas deberán decidir quién está la frente del Teatro Español y de las Naves de Matadero, dos centros que en los últimos años han sido responsables de algunos de los proyectos más celebrados del teatro y la danza en España. Los nombres seleccionados por el Ayuntamiento gobernado por Ahora Madrid y hechos públicos el lunes provienen de distintas trayectorias artísticas, desde el teatro del Siglo de Oro hasta las vanguardias europeas. Pero hay un cierta inclinación por la creación contemporánea de vanguardia en el Español, y por la danza en las Naves de Matadero.
Con estos nombres, el consistorio pretende acallar el ruido generado en torno al concurso público por la clara discrepancia con el anterior director, Juan Carlos Pérez de la Fuente, cuyo contrato rescindió el nuevo Gobierno dos años antes de su finalización. Una vez inadmitido el recurso que presentó el gestor, alegando que se pretendía "privatizar" la gestión al firmar con el nuevo gerente un contrato mercantil y no laboral, el proceso sigue su camino. El lunes se reunieron por primera vez las comisiones, que deberán seleccionar en primer lugar entre tres y seis candidaturas. Los finalistas tendrán 45 días para presentar un proyecto detallado, y las comisiones elegirán a los nuevos directores antes del 15 de octubre.
Comisiones paritarias
Los 14 expertos se dividen en dos comisiones independientes, una que seleccionará el director del Español, y otra al de las Naves. Son paritarias, con tres integrantes mujeres y cuatro hombres en la primera, y al revés la segunda. Además, la actriz Berta Ojea, miembro de la primera comisión, es presidenta de la Asociación Nora para la igualdad en las artes escénicas. Para el Español se han recibido 23 solicitudes, de las que 7 son equipos colegiados. Para el segundo hay 32 candidaturas, 9 de ellas colegiadas. Los nombres de los candidatos no se harán públicos durante el proceso
En la comisión del Español, dedicado hasta ahora a una programación más clásica, dentro de una apuesta por las nuevas corrientes, están la dramaturga y directora Juana Escabias, los gestores Andrés Peláez, Xosé Paulo Rodríguez y Borja Sitjà, la actriz Berta Ojea, el actor y productor Gumersindo Puche y la dramaturga y María Velasco. En la comisión de las Naves estarán la periodista Aurora de Andrés, la productora de circo Elena Ros, los gestores Juan Pablo Soler y Chema Blanco, las bailarinas y coreógrafas Àngels Margarit y Claudia Faci y el investigador y miembro de la Unión de Actores Rodolfo Ruiz Ligero.
La composición de las comisiones combina, en el caso del Español, creadores y gestores cuya trayectoria se ha desarrollado en un teatro convencional —como es el caso de Andrés Peláez, historiador y experto en el Siglo de Oro— o en espacios de vanguardia —como Borja Sitjà, que ha dirigido el Odéon de París y actualmente está al frente del Théâtre de l'Archipel de Perpignan, una de las salas nacionales francesas—. En las Naves, los perfiles se adaptan a su vocación de "promover la investigación, la producción, la formación y la difusión de la creación y el pensamiento contemporáneo en todas sus manifestaciones".
"Descentralización" y "pluralidad"
En la descripción de los principios de los teatros municipales realizada por Ahora Madrid, aparecen dos conceptos: "descentralización" y "pluralidad". Parece que esos son los que se han seguido en el nombramiento de las comisiones. Estos son los perfiles de los expertos que elegirán al próximo director del Teatro Español, que permiten intuir cuáles serán los principales intereses de la comisión:
- Borja Sitjà es director, desde el pasado mayo, del Théâtre de l'Archipel de Perpignan, uno de los centros dependientes del Ministerio Francés que desde su fundación en 2011 ha tejido lazos estrechos con el mundo artístico catalán. En la comisión, Sitjà representa precisamente a este universo, después de haber pasado por el Teatre Romea, uno de los centros de la cultura barcelonesa, por el Instituto Ramon Llul y por el festival GREC, que reúne a la escena contemporánea catalana. Su perfil es también muy europeo, con una trayectoria que va desde director artístico del Odéon de París a consejero artístico del Festival de Avignon, uno de los hitos del sector a nivel mundial.
- Un perfil similar, aunque desde otro ángulo, tiene Gumersindo Puche. El actor y productor trabaja desde 1993 con Atra Billis Teatro, compañía de Angélica Liddell. La autora de obras como Mi relación con la comida, Perro muerto en tintorería o La casa de la fuerza es considerada como una de las dramaturgas fundamentales del teatro contemporáneo europeo, y los montajes de sus obras han marcado a buena parte de los creadores escénicos de vanguardia. En 2014, Liddell aseguraba en una entrevista en El País que no pensaba volver a actuar en España, como pago por el "desprecio" sufrido durante años por las instituciones.
- Cerca de este mundo está la dramaturga María Velasco, uno de los valores en alza del mundi teatral. Obras como Líbrate de las cosas hermosas que te deseo o Perros en danza le han valido el reconocimiento de Instituciones como el Ministerio de Cultura o el Centro Dramático Nacional.
- De la dramaturgia llega también Juana Escabias, que representa a la generación anterior a la de Velasco. La autora ha pasado por los principales teatros públicos nacionales y su obra se ha editado en sellos como Cátedra o Visor.
- El historiador y gestor Andrés Peláez llega con otro bagaje completamente distinto: es director del Museo Nacional del Teatro de Almagro, después de haber pasado por el Centro de Documentación Teatral. Ha comisariado más de 300 exposiciones, desde La Celestina hasta Francisco Nieva.
- Xosé Paulo Rodríguez es la cara de los programadores españoles en el proceso, como director del teatro Rosalía de Castro de A Coruña, pero también como presidente de la red de salas de titularidad pública.
- La actriz Berta Ojea es la única representande de este grupo de creadores, y ha alcanzado una popularidad considerable con sus papeles en Aquí no hay quien viva o Manos a la obra, aunque lleva décadas trabajando en el teatro. Pero Ojea, como presidenta de Nora, supone también una apuesta por la presencia de mujeres en las instituciones.
Y estos son los nombres que decidirán el futuro de las Naves de Matadero, que busca integrarse en el área "multidisciplinar". La apuesta por las artes escénicas más olvidadas, la danza y el circo, es evidente, así como la atención a proyectos de fuera de Madrid:
- Elena Ros es productora especializada en compañías de circo, fue asesora en el Teatro Circo Price, también de titularidad municipal, y es miembro de la plataforma de profesionales del circo de Madrid MADPAC.
- Àngels Margarit es bailarina y coreógrafa, referente en la danza contemporánea española y Premio Nacional por su trabajo. Ha realizado gran parte de su labor en Cataluña.
- Claudia Faci es su contraparte: la también bailarina y coreógrafa, de una generación posterior, ha trabajado sobre todo en Madrid.
- Juan Pablo Soler es programador de los teatros municipales Romea y Circo, en Murcia, por lo que puede aportar una experiencia de gestión similar (a menor escala) a la que deberán hacer frente los finalistas. Por ambos centros pasaron el pasado año cien producciones, de las que 42 eran espectáculos teatrales, algunos de ellos llegados directamente de los teatros municipales madrileños.
- Chema Blanco aporta su experiencia como director del Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS), también perteneciente al Ayuntamiento, especializado en arte y danza contemporáneos. El ICAS ha sido durante años uno de los polos de la danza producida en Sevilla.
- Rodolfo Ruiz Ligero representa a la Unión de Actores, el sindicato del gremio, especialmente volcado en la situación del teatro off madrileño y en su relación con las instituciones.
- Aurora de Andrés, veterana periodista radiofónica.
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El 'otro' concurso
En ambos casos, sin embargo, no alcanzan la notoriedad pública de las figuras que designó Ana Botella para el concurso público que organizó en 2014 y que finalizó con la elección de Pérez de la Fuente. En aquella comisión estaban José Luis Gómez, actor y director de escena y gestor del teatro de La Abadía, una de las grandes instituciones de las artes escénicas en España; el dramaturgo José Luis Alonso de Santos, uno de los autores contemporáneos más relevantes; el actor Carlos Hipólito, actor histórico de José Luis Garci y ganador de varios premios Max; el dramaturgo Ignacio Amestoy, exdirector a su vez del Español y del Festival de Otoño de la Comunidad de Madrid; el crítico del periódico ABC Juan Ignacio García Garzón; y la actriz y profesora Socorro Anadón, cuya escuela Réplika tiene apoyo tanto del Ayuntamiento como de la Comunidad.
Pero no es esa la única diferencia entre aquel concurso y este. Las bases de 2014 establecían: "El comité propondrá tres candidatos al Ayuntamiento, que ejercerá su responsabilidad de selección teniendo en cuenta los criterios de valoración señalados por el propio comité". Es decir la alcaldesa tenía la última palabra sobre la dirección de los teatros. Y así fue. El comité eligió a tres competidores: Gerardo Vera, que había dirigido anteriormente el Centro Dramático nacional, Ignacio García, que había sido número dos del Español con Mario Gas, y Pérez de la Fuente. Los dos primeros obtuvieron siete votos, y el último cuatro. Pese a ello, Ana Botella se decidió por Pérez de la Fuente.
De su decisión depende el futuro de los principales teatros públicos madrileños. Estos 14 gestores y creadores de las artes escénicas deberán decidir quién está la frente del Teatro Español y de las Naves de Matadero, dos centros que en los últimos años han sido responsables de algunos de los proyectos más celebrados del teatro y la danza en España. Los nombres seleccionados por el Ayuntamiento gobernado por Ahora Madrid y hechos públicos el lunes provienen de distintas trayectorias artísticas, desde el teatro del Siglo de Oro hasta las vanguardias europeas. Pero hay un cierta inclinación por la creación contemporánea de vanguardia en el Español, y por la danza en las Naves de Matadero.