Hierba en los tejadosRafael EspejoEditorial Pre-TextosColección La cruz del surValencia2015
Rafael Espejo (Palma del Río, Córdoba, 1975) ha dado a la imprenta bajo el impecable sello de la editorial valenciana Pre-Textos, un libro muy esperado y que nada más aparecer ha concitado unánimemente el aplauso de la crítica. Hierba en los tejados es un poemario importante no sólo para la trayectoria del autor, pues marca una inflexión en su propia obra, sino para la poesía española contemporánea, ya que sin renunciar a la tradición abraza un lenguaje paralelo a la búsqueda cognitiva. Como en toda buena poesía no hay contenido sin continente, y viceversa, o fondo sin forma, sino estructura: no hay comunicación sin conocimiento, y al revés. Hierba en los tejados ha recibido merecidamente el prestigioso Premio Ojo Crítico de Radio Nacional.
Afirmaba Rilke en las Cartas a un joven poeta que el creador siempre debe acudir a su infancia para inspirarse o recuperar algo que hemos perdido, ese paraíso, tratando de conectar con nosotros mismos, estableciendo un diálogo sincero desde el marco de las palabras, espacio público de representación. Pero no nos engañemos, el poeta no se concibe como un ser especial, sólo se dedica a traducir verbalmente ese misterio de vivir, esas contradicciones que nos rodean y en las que nos vemos envueltos, muchas veces sin ser conscientes, sin darnos cuenta, arrastrados. El poema Limbo aclararía esa incertidumbre. "Y al descender del sueño / todo estaba en su sitio, / excepto el sueño." (p. 35).
No se trata de la vida como sueño —la voluta barroca— sino de acercarnos a la parte onírica de la vida, evitando la pose surrealista o vanguardista y adquiriendo conciencia lingüística de lo que somos, con bucles igual que agujeros negros y supernovas que nos llevan y nos traen, nos proyectan y retrotraen a través del recuerdo o la imaginación, como en —el poema inmediatamente anterior— Génesis, que comienza: "Y una sorda explosión / con masas disparadas de energías eufóricas" (p. 34); y finaliza: "Y, poco a poco, instando inteligencia / la adaptación al medio / he aquí el lenguaje, / buscando realidad a lo que significo." (p. 35). En suma, otra percepción. El caos universal no puede evitar que nuestro acercamiento desde el lenguaje ponga un poco de orden, una rutina reflexiva, una razón lírica que, aunque no tiene base científica, sí resulta suficiente para darnos algunas explicaciones que nos hagan comprender que nada hay que comprender, pues la vida se trata de vivirla, disfrutarla. Convivir con el misterio nos ayuda no sólo a soportarlo sino a saber que no todo se puede controlar o conocer. La poesía precisamente se encarga de eso.
En Hierba en los tejados este ejercicio de introspección posee una suerte de método vertebrador, el uso de la fábula como soporte por el que circulan los temas. Parte de la infancia de manera explícita en Fábula del árbol-liebre (p. 19) o Fábula del escarabajo (p. 27), entre otros, pero extiende esa mirada hacia otras situaciones o momentos, como en Un fósil de alta infancia (pp. 16-18) o Primer adiós a uno de los míos (p. 24), por citar sólo dos ejemplos. Tal y como sostenía el formalista ruso Víktor Shklovski, la cotidianidad hace que perdamos frescura en la percepción de la realidad, automatiza los objetos, por lo que Rafael Espejo saca una silla al balcón y se sienta a vivir para reconciliarse con el futuro (ver Día, pp. 9-10), es decir con su propia ilusión del presente. La fábula utilizada como arte, como desautomatización en este caso, nos acerca la realidad de otro modo, contemplando la hierba amablemente, conectando con nosotros mismos, porque "sentado en una silla con balcón / siempre es domingo" (ibíd.). Un libro extraordinario que desde aquí recomendamos vivamente.
*Juan Carlos Abril es poeta y crítico literario. Su último libro publicado es 'Crisis', Valencia, Pre-Textos.Juan Carlos Abril 'Crisis'
Hierba en los tejadosRafael EspejoEditorial Pre-TextosColección La cruz del surValencia2015