Y nuestros rostros, mi vida, breves, como fotosJohn BergerTraducción de Pilar VázquezIlustraciones de Leticia RuifernándezNórdicaMadrid2017Y nuestros rostros, mi vida, breves, como fotos
“La primera parte trata del tiempo, la segunda parte trata del espacio”, se nos informa de ello nada más abrir el libro. Espacio y tiempo son los grandes temas de la Filosofía y en cierta medida este es un libro de Filosofía. Aunque solo en cierta medida; la otra medida la da la mirada poética del autor. Una cosmogonía construida desde la mirada de un poeta.
John Berger siempre empieza mirando: “Lo visible siempre ha sido y sigue siendo la principal fuente humana de información sobre el mundo”, dice en uno de los párrafos de este libro, y lo que ve es el punto de partida para seguir viendo, para ver más, más hondo y más lejos. Nada es solo lo que es: “En ese momento vi la calle del pueblo como si la estuviera contemplando desde el futuro. Lo que estaba viendo se había transformado en el pasado lejano. El cambio fue lento, tan lento que pareció una quietud”. La realidad, aquello que tenemos delante y detrás y siempre fuera de nosotros, aquello que no somos nosotros y por eso se ofrece a nuestra mirada, es también un código que John Berger analiza, desmenuza, desentraña, un lenguaje que adquiere sentido cuando alguien lo interpreta. Su escritura avanza como una indagación, paso a paso, desvelando capas de significado que conducen a otras y buscan la palabra escueta y precisa. Y dubitativa y necesaria.
Un paisaje campesino, el fenómeno de la emigración, los contornos del cuerpo amado, el sentido del claroscuro en los cuadros del Caravaggio: “La oscuridad de sus cuadros huele a velas, a melones maduros, a la colada húmeda que espera para ser tendida al día siguiente…lo que ha quedado desterrado, junto con la luz del día , son la distancia y la soledad: dos cosas temidas en los bajos fondos”. Todo lo que es, es algo más; en la escritura de Berger todo lo que existe habla de todo lo existente. Filosofía y poesía son formas de mirar. Su forma de mirar.
La excelente traducción de Pilar Vázquez, el acierto de mantener la versión inglesa de los poemas que acompañan los textos —¿o son los textos los que acompañan a los poemas?—, los sutiles dibujos de Leticia Ruifernández, todo el esmero con el que está editado por Nórdica libros expresa respeto, voluntad de homenaje y diría que añoranza del escritor y el ser humano que fue John Berger.
Este es un libro sobre el tiempo y el espacio, las dos dimensiones en las que la vida ocurre. Es inclasificable y único. Y bellísimo. Un libro para tener y volver a él de vez en cuando, leer un párrafo, cerrar los ojos y quizás pensar o recordar. Una joya.
*Teresa Aranguren es periodista y escritora. Su último libro esTeresa Aranguren Contra el olvido. Una memoria fotográfica de Palestina antes de la Nakba, 1889-1948 (Ediciones del Oriente y el Mediterráneo, 2015).
Y nuestros rostros, mi vida, breves, como fotosJohn BergerTraducción de Pilar VázquezIlustraciones de Leticia RuifernándezNórdicaMadrid2017Y nuestros rostros, mi vida, breves, como fotos