Sublime decisión (con Juana Castro, ahora y siempre)

Nieves Álvarez

En el brocal del tiempo - Juana Castro

Editorial Cántico (2023)

Conocer a Juana Castro cambió mi forma de mirar poesía, escribir poesía, reconocer verdadera poesía, esa que es auténtica, que nace de adentro, te involucra en el entorno, en la vida de las otras mujeres que te rodean, que te dejaron su huella tatuada en el paisaje. Y te reconoces en ella: sabes que ya no hay marcha atrás.

Había leído a Juana Castro, había admirado sus textos, sus pensamientos, sus actuaciones. La conocí en las primeras reuniones en las que se fundó Genialogías (Asociación Feminista de Mujeres poetas) y entonces, hablando con ella, comprendí el porqué se su poesía, de sus planteamientos vitales, de su alegría compartida.

En Genialogías, junto a Tigres de papel, volvimos a editar uno de sus libros emblemáticos, Los cuerpos oscuros, y estoy de acuerdo en la afirmación que se puede leer en el texto de Ana Mañeru: "Ella escribe con la palabra limpia, sin artificio alguno, poniendo vida y arte a disposición como quien derrama una gracia, un don, el don de quien sabe decir con verdad y con belleza. Y a veces duele lo que dice, como duele la vida".

Pero no quiero hablar de ese libro, que animo a leer a quienes no lo conozcan, sino de su última publicación En el brocal del tiempo, antología edición de Concha García, publicado en Cántico. Estoy de acuerdo con ella cuando afirma: "La voz poética de Juana Castro es suya, quiero decir que no hay otra como la de ella". Además de una habitación propia, es imprescindible tener una voz propia, inconfundible. Es esta una aspiración de cualquier poeta que se precie. Ella lo ha conseguido.

Tengo un par de cosas en común con Juana Castro: las dos solemos utilizar heptasílabos y endecasílabos en nuestros versos. Amo el ritmo que producen, la sutileza de su composición; en la poesía de Juana le da esa magia de la inmortalidad; las dos seguimos viviendo la infancia como algo imprescindible, capaz de conjugar nuestros miedos y nuestras alegrías.

Quiero dejar aquí unos versos de este brocal por el que transcurren todos los sentimientos humanos, y, por supuesto, el amor:

"Es injusto el amor, nunca se adapta / ni a razones, ni a ritmo, ni a su tiempo. / Maleducado es. Como una mala hierba, / se enseñorea en la frente del herniado y del héroe. / Sin orden crece ni concierto". 

Dando forma al aire

Leer a Juana Castro es entrar en otro mundo, el suyo, habitado por personas de carne y hueso, niñas adultas y mujeres niñas; en la belleza de impresionantes metáforas, honestidad y calidad literaria.

El próximo día 22 de este mes de febrero, Genialogías ha programado (dentro de su encuentro anual de 3 días, en esta ocasión en Córdoba) un homenaje a la mujer, a la poeta, a la compañera, a la genia genial, una de las fundadoras de esta asociación: nuestra, de Juana Castro y mía, pero también de casi un centenar de mujeres poetas, más o menos conocidas, más o menos premiadas, pero imprescindibles si se quiere hablar de generosidad feminista, poesía cómplice de la belleza y verdadera vocación de alegría compartida, sin victimismos. Sí, sabemos que por el hecho de ser mujeres nos dan menos premios, estamos en menos jurados, nos reeditan menos, somos, en ocasiones, vilipendiadas, pero nosotras nos levantamos, dejamos oír nuestra voz y lejos de querer arrebatar a nadie nada (ni siquiera a quienes nos lo pretenden arrebatar a nosotras), seguimos adelante contra todos los vientos y todas las mareas, escribiendo, compartiendo, disfrutando de la magia de la palabra y la hermosura de estar juntas, sabiendo que somos diferentes, pero también solidarias y comprometidas con nosotras mismas y con las demás. Pertenecemos a una estirpe de luchadoras que reivindican la paz de la palabra y la esencia de la verdadera poesía.  

* Nieves Álvarez es profesora, escritora, poeta, investigadora y artista plástica. Pero, sobre todo, ávida lectora.

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