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Unos Max para el ‘otro’ teatro

Los premios Max de las artes escénicas dieron la sorpresa el pasado lunes. O más bien permitieron que la diera la obra Pinoxxio, una "visión contemporánea en danza-teatro para público familiar", según la definición de la propia compañía, Ananda Dansa. Esta pieza de un género minoritario y de procedencia valenciana (es decir, de un lugar lejano a los focos creativos de Madrid y Barcelona) se hizo con 6 de las 22 estatuillas que otorgaban los galardones más relevantes de la escena nacional, organizados por la Sgae en el Circo Price de Madrid.

Menos sorprendente fue el triunfo de La piedra oscura —drama sobre las últimas horas de vida de Rafael Rodríguez Rapún, combatiente republicano y amante de Lorca—, que fue una de las revelaciones de 2015 y se hizo con cinco de las seis estatuillas a las que optaba, entre ellas, mejor espectáculo, autoría y dirección. Puede parecer poco triunfo, al menos numéricamente, pero desde hace dos ediciones los Max nos tienen acostumbrados a unos premios muy repartidos: el pasado año, la triunfadora de la noche, Cuando deje de llover, se hizo con tres manzanas.  

El poco previsible éxito de Pinoxxio fue posible, sobre todo, por el cambio de reglamento que permite, desde hace tres años, que estén reconocidas otras regiones geográficas más allá de los dos polos de producción. Desde 2014 los espectáculos no son votados por los profesionales socios de la Sgae, que tendían a concentrar su voto en unas pocas obras bien conocidas, sino por varios tribunales independientes entre sí. El reconocimiento a Pinoxxio llegaba, además, en el mejor momento posible: en una gala dedicada a la danza —que suele quejarse de poca presencia en un sector donde reina el teatro— con las actuaciones de compañías como Kukai Dantza, Larumbe, Brodas y Funamviolistas. 

Quitando esta anomalía celebrada por la escena valenciana y los profesionales de la danza, los Max fueron bastante fieles a lo que se intuía en las nominaciones hechas públicas el pasado marzo. La piedra oscura se hizo con cinco estatuillas , incluidas las de espectáculo teatral, autoría teatral para Alberto Conejero y dirección de escena para Pablo Messiez. Sin embargo, la otra favorita Reikiavik —en torno a la batalla entre los campeones de ajedrez Spasski y Fischer—, escrita y dirigida por Juan Mayorga, fue la peor parada: no se llevó ninguna manzana de las tres que perseguía. 

El podio constituía un buen ejemplo de los especímenes que pueblan los escenarios españoles. Pasaron por el escenario del Circo Price obras nacidas en la Compañía Nacional de Teatro Clásico, grandes iniciativas privadas como el Teatro de la Ciudad y proyectos underground como la obra Danzad malditos. Es especialmente significativo el fenómeno de La piedra oscura, estrenada, es cierto, en el Centro Dramático Nacional sin ningún nombre reconocido en cartel, y que se convirtió en uno de los éxitos de la temporada. Danzad malditos comenzó también de forma modesta, en el festival Frinje de teatro alternativo celebrado en el verano madrileño, y recuperado luego por el Teatro Español. 

Junto a los nuevos, estaban grandes nombres del teatro como Lluís Pasqual (mejor adaptación por El rei Lear) o Aitana Sánchez-Gijón (actriz protagonista por Medea). Pero, entre todos, el de la actriz Lola Herrera, que recogía el Max de Honor a toda su carrera. "Ha sido una carrera de fondo, sin relevos. Es un privilegio, a los 80 años, disfrutar de los escenarios", confesó sobre el escenario, acompañada de su hija, Natalia Dicenta. 

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Hubo tiempo, también, para la política, como viene siendo habitual en esta reunión anual de uno de los sectores de la cultura más históricamente comprometidos que ha renovado esa vocación desde el inicio de la crisis. La gala recordó a los refugiados y la obligación moral de darles asilo en distintas ocasiones: lo hizo el director Mario Gas, lo hizo Lluís Pasqual en su discurso de agradecimiento y lo hizo Aitana Sánchez-Gijón en el suyo. "La realidad inmediata sangra, la realidad inmediata duele", proclamó Pepe Viyuela que, además, se atrevió a recordar a los titiriteros en un alegato por la libertad de expresión

Todo esto pudo verlo la prensa y los invitados a las 20.30 en el Circo Price, pero los demás mortales tendrían que esperar a las 23.20 para verla en diferido en La 2 de Televisión Española. La decisión ya había caldeado los ánimos en el sector, que exhibe frecuentemente la queja de ser olvidados por los medios y las instituciones y que ve confirmadas sus acusaciones con medidas como esta. El desplazamiento dentro de la parrilla televisiva se explicaba mejor teniendo en cuenta que la gala estaba dedicada a un género menor dentro de las ya minoritarias —si se las compara con el cine o la televisión— artes escénicas. "Es una pena que la gala no sea en directo", se lamentaba Ana Luján al recoger su premio a mejor bailarina principal por Pinoxxio, aprovechando para reivindicar "más diálogo y comunicación entre los profesionales, las instituciones y la política". La emisión en diferido, desde luego, no ayudaba a crearlo con el público. 

Esta es la lista completa de ganadores de la XIX edición de los premios Max: 

  • Max de Honor: Lola Herrera. 
  • Espectáculo teatral: La piedra oscura, de Lazona Films, S.L. y Centro Dramático Nacional.
  • Espectáculo familiar: Pinoxxio, de Ananda Dansa.
  • Espectáculo musicalL'aneguet lleig (El patito feo) de Albena Produccions, S.L., Centre Teatral Escalante/ Diputació Valencia.
  • Espectáculo de danza:En el desierto, de Losdedae.
  • Dirección de escena: Pablo Messiez, por La piedra oscura
  • Actriz protagonista: Aitana Sánchez-Gijón, por Medea
  • Actor protagonista: Pepe Viyuela, por Rinoceronte.
  • Mejor autoría teatral: Alberto Conejero por La piedra oscura.
  • Adaptación: Lluís Pasqual por El rei Lear.
  • Espectáculo revelación: Danzad malditos, de Malditos. 
  • Autoría revelación: Víctor Sánchez por Nosotros no nos mataremos con pistolas.
  • Composición musical para espectáculo escénico: Pep Llopis por Pinoxxio.
  • Diseño de vestuario: Pascual Peris por Pinoxxio.
  • Actor de reparto: Joaquín Notario por El alcalde de Zalamea.
  • Actriz de reparto: Julieta Serrano por Ninette y un señor de Murcia.
  • Bailarina principal: Ana Luján por Pinoxxio.
  • Bailarín principal: Toni Aparisi por Pinoxxio.
  • Coreografía: Rosángeles Valls y Toni Aparisi por Pinoxxio.
  • Elenco: Paloma Calderón, Sara Canet, Ester Garijo, Miguel Machado y Cristina Maestre por Pinoxxio.
  • Diseño de iluminación: Paloma Parra por La piedra oscura.
  • Espacio escénico: Elisa Sanz por La piedra oscura.

Los premios Max de las artes escénicas dieron la sorpresa el pasado lunes. O más bien permitieron que la diera la obra Pinoxxio, una "visión contemporánea en danza-teatro para público familiar", según la definición de la propia compañía, Ananda Dansa. Esta pieza de un género minoritario y de procedencia valenciana (es decir, de un lugar lejano a los focos creativos de Madrid y Barcelona) se hizo con 6 de las 22 estatuillas que otorgaban los galardones más relevantes de la escena nacional, organizados por la Sgae en el Circo Price de Madrid.

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