"Han pasado cosas tan absurdas en mi país, que el público solo las creería si las cuenta Sherezade". Eso aseguraba el cineasta portugués Miguel Gomes en la edición del festival de Cannes del año pasado, en una entrevista para El País. Para contrar la crisis de su país, y más concretamente los hechos sucedidos entre el verano de 2013 y de 2014, recurrió a Las mil y una noches y su estructura de cuentos independientes unidos por una narradora. En lugar de relatos fantasiosos, las historias de vecinos contadas a través de fábulas y buenas dosis de humor surrealista.
Este viernes se estrena la segunda parte de esta trilogía, compuesta por los volúmenes El inquieto, El desconsolado El inquietoEl desconsoladoy El embelesado (en cines el 17 de junio). El filme pasó por la Quincena de los Realizadores en el festival francés y se hizo con el Giraldillo de Plata en el de Sevilla.
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Jeremy Saulnier (Blue Ruin) construye en Green room un thriller ambientado en el ambiente de los antros de conciertos. Los Ain't Rights, un grupo punk, tratan de despegar haciendo bolos aquí y allá. Uno de ellos les lleva a un local que no simpatiza precisamente con su música: el público está compuesto por un grupo de skinheads poco amistosos. Pero todo estalla cuando se convierten en los únicos testigos de un asesinato. Green room, alabada por Quentin Tarantino, se convierte en una historia de violencia y supervivencia.
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Dos buenos tipos es una comedia de detectives protagonizada por Ryan Gosling y Russel Crowe. Las cineastas Laia Alabart, Alba Cros, Laura Rius y Marta Verheyen debutan con Las amigas de Ágata, dirigida a ocho manos y protagonizada por un grupo de otras cuatro chicas que ve peligrar su amistad mientras su mundo se transforma.
"Han pasado cosas tan absurdas en mi país, que el público solo las creería si las cuenta Sherezade". Eso aseguraba el cineasta portugués Miguel Gomes en la edición del festival de Cannes del año pasado, en una entrevista para El País. Para contrar la crisis de su país, y más concretamente los hechos sucedidos entre el verano de 2013 y de 2014, recurrió a Las mil y una noches y su estructura de cuentos independientes unidos por una narradora. En lugar de relatos fantasiosos, las historias de vecinos contadas a través de fábulas y buenas dosis de humor surrealista.