"Y el Oscar es para... ¡La La Land!". Las palabras del actor Warren Beatty, encargado de anunciar junto a Faye Dunaway la ganadora de la estatuilla a mejor película, no parecían presagiar el final de infarto que acabó tomando los premios de la Academia. Cuando el equipo del musical dirigido por Damien Chazelle se encontraba ya sobre el escenario, y en medio de un gran alboroto, el propio productor del filme interrumpía la celebración para decir: "Chicos, lo siento, no, ha habido un error. Moonlight, habéis ganado mejor película".
La película protagonizada por Ryan Gosling y Emma Stone partía como favorita en esta categoría –después de recoger, además, 6 premios de los 14 a los que optaba, incluyendo mejor dirección–, pero la sorpresa fue doble. No solo resultó ganadora una película independiente, de solo 1,5 millones de dólares de presupuesto, sino que lo hizo en medio de un caos histórico que ensombreció el resto de la 89ª edición de los Oscar, conducida por Jimmy Kimmel. Por encima de las no muy abundantes críticas a Trump e incluso de la victoria de los artistas afroamericanos, que por primera vez copaban seis nominaciones en las categorías de interpretación, queda un final inédito, rocambolesco y algo bochornoso.
Fue Beatty, protagonista junto a Dunaway de la legendaria Bonnie and Clyde, el encargado de explicar el error. Al parecer, en la tarjeta que le habían entregado se leía "Emma Stone, por La La Land"La La Land. En las redes sociales comenzaron de inmediato a circular imágenes en las que se leía claramente, en el dorso del sobre, "Actriz protagonista". La confusión podría haber venido de que los sobres que contienen el nombre de los ganadores están duplicados, y un notario los va entregando a cada lado del escenario. Así, a Beatty le habría sido entregado, erróneamente y por segunda vez, el sobre correspondiente a la categoría que acababa de ganar Emma Stone por su participación en el musical de Chazelle.
La La Land, que había hecho historia con sus nominaciones a 14 candidaturas, tantas como Titanic y Eva al desnudo, y que acababa de coronar a su director como el cineasta más joven en alcanzar el Oscar, con solo 32 años, terminaba la noche con un sabor amargo en los labios. Dulcísimo, sin embargo, para Barry Jenkins, el director de Moonlight, que subía al escenario, en mitad del alboroto organizativo y la estupefacción de los asistentes, con un optimista: "Ni en mis mejores sueños podría haber sido real. Pero al infierno los sueños. Es real".
Ningún corredor de apuestas habría considerado caballo ganador al filme de Jenkins, ambientado en el suburbio de Miami del que proceden tanto el director como el dramaturgo Tarrel Alvin McCraney, autor de la obra de teatro original, y que cuenta la historia de un chicho afroamericano y homosexual a lo largo de tres instantes de su vida. Ambos autores habían recogido ya el Oscar a mejor guión adaptado, y el intérprete Mahershala Ali, que da vida a un paternal traficante de drogas, había ganado el galardón a mejor actor de reparto. La La Land, por su parte, se llevó seis galardones. La La LandCuatro de ellos eran una apuesta segura: el de mejor director, actriz protagonista, mejor banda sonora y mejor canción original por el tema City of Stars. A ellos se sumaron mejor fotografía para Linus Sandgren y mejor diseño de producción para David Wasco y Sandy Reynolds-Wasco.
Stone, gran favorita, se impuso a Isabelle Huppert (Elle), Ruth Negga (Loving), Natalie Portman (Jackie) y Meryl Streep (Florence Foster Jenkins). También lo hizo Casey Affleck, que se alzó con el premio al mejor actor protagonista por su trabajo en el drama Manchester frente al marvenciendo a Andrew Garfield (Hasta el último hombre), Ryan Gosling (La La Land), Viggo Mortensen (Captain Fantastic) y Denzel Washington (Fences). Affleck era el favorito en esta candidatura pese al escándalo que ha acompañado la promoción del filme: cuando comenzó a sonar su nombre como candidato al Oscar saltó a los medios que hace siete años fue acusado por dos compañeras de acoso sexual, denuncias que finalmente se saldaron con un acuerdo económico. Fueron acusaciones similares las que hundieron la carrera al Oscar de Nate Parker –llamado a ser en su debut una de las nuevas figuras del cine afroamericano– por El nacimiento de una nación, pero en este caso no han parecido tener consecuencias.
No hubo sorpresa tampoco en cuanto a los secundarios. La favorita Viola Davis se llevó el premio a la mejor actriz de reparto por su trabajo en Fences –ya había ganado el Tony por el mismo papel cuando lo interpretaba en Broadway–, y Mahershala Ali se llevó el premio homónimo por Moonlight. "Somos la única profesión que celebra la vida", afirmó entre lágrimas Davis en un afectado discurso en el que dedicó el premio al autor de Fences, el ya fallecido dramaturgo August Wilson, y a su capitán Denzel Washington. No fueron pocos los espectadores que señalaron, a través de redes sociales, cómo las categorías protagonistas premiaban a actores blancos y las secundarias, a actores negros.
El premio al mejor guión original fue para Kenneth Lonergan por el libreto de Manchester frente al mar, y el resto de galardones se repartieron en una gala excepcionalmente diversa. Hasta el último hombre, dirigida por Mel Gibson, se hizo con dos estatuillas (montaje y mezcla de sonido); Arrival se llevó edición de sonido; El libro de la selva se hizo con efectos especiales; Animales fantásticos y dónde encontrarlos, con vestuario; y Escuadrón suicida, con maquillaje y peluquería.
El Oscar a la mejor película de habla no inglesa dio otro sobresalto. No fue para la alemana Toni Erdmann, favorita hasta hace algo más de un mes, sino para El viajante, del iraní Asghar FarhadiEl viajante —que en 2011 ya se alzó con este mismo galardón por Nader y Simin, una separación—, pero el cineasta no acudió a la gala en señal de protesta por las medidas antimigratorias del presidente Donald Trump. Su país es uno de los afectados por la retirada de los visados a siete países de mayoría musulmana. El Oscar a la mejor película de animación fue para Zootrópolis de Disney, y el premio al mejor documental fue para la miniserie de ocho capítulos --el galardón suele ir a parar a un filme de formato convencional-- O.J. Made in América. La única baza española, Timecode, corto nominado al mejor cortometraje de ficción se quedó sin premio frente al húngaro Mindenki (Canta).
Después de una temporada de premios cinematográficos muy acalorada, con el emblema de Meryl Streep hablando contra la victoria de Trump en los Globos de Oro, se esperaba que los Oscar fueran un fortín de reivindicaciones. Aunque sí hubo referencias abiertas o soterradas al nuevo presidente –"¿Recordáis el año pasado, cuando parecía que los Oscar eran racistas?", soltó el presentador en su discurso inaugural–, la principal reivindicación política estuvo en los ganadores. Davis y Ali, en las categorías de interpretación, representaban a los actores negros largamente ignorados. La aparición en escena de Katherine Johnson, una de las mujeres afroamericanas que participaron en la carrera espacial y que son homenajeadas en Figuras ocultas, fue uno de los momentos más emotivos de la noche. Por último, tanto Alessando Bertolazzi, el italiano ganador del Oscar a mejor maquillaje por Escuadrón suicida, que dedicó el premio a "todos los inmigrantes", como la ausencia de Farhadi, señalaron a uno de los colectivos más atacados de los Estados Unidos en la actualidad.
Fue Davis quien unió más claramente en su discurso la política y el arte, recordando que el trabajo de un actor es "contar las historias de la gente que tuvo grandes sueños y que nunca vio esos sueños dar fruto". Con la inesperada elección de Moonlight como ganadora del Oscar a mejor película, Hollywood les rendía homenaje.
"Y el Oscar es para... ¡La La Land!". Las palabras del actor Warren Beatty, encargado de anunciar junto a Faye Dunaway la ganadora de la estatuilla a mejor película, no parecían presagiar el final de infarto que acabó tomando los premios de la Academia. Cuando el equipo del musical dirigido por Damien Chazelle se encontraba ya sobre el escenario, y en medio de un gran alboroto, el propio productor del filme interrumpía la celebración para decir: "Chicos, lo siento, no, ha habido un error. Moonlight, habéis ganado mejor película".