"Juntos de la mano se les ve por el jardín. No puede haber nadie en este mundo tan feliz". Se dice mucho que la inspiración te tiene que pillar trabajando, pero también te puede pillar a traición leyendo el periódico en Montilla. No es aleatoria la mención a esta localidad cordobesa, pues allí fue donde Víctor Manuel quedó conmovido por la historia de Mariluz y Antonio, pasando el rato en un hotel de carretera cualquiera entre concierto y concierto. Ellos son los que solo piensan en ellos, aunque todos pensemos en alguien. Constantemente. Y todo eso quedó escrito en piedra en 1978. Vamos hacia el medio siglo de Solo pienso en ti.
"No es solo una canción de amor. Es una canción de amor puro, que es una cosa muy complicada. Es un amor a manos llenas", remarca a infoLibre Víctor Manuel (Mieres del Camino, Asturias, 1947), quien estos días disfruta de la vuelta a la actualidad de su canción en una nueva versión solidaria interpretada coralmente con las voces de Amaral, Andrés Suárez, Dani Martín, Iván Ferreiro, Jorge Drexler, Rozalén, Santi Balmes (Love of Lesbian) y Sidonie.
Todos los beneficios que genere esta nueva reinterpretación irán a parar a la Fundación PROMI, organización sin ánimo de lucro que tiene por objeto trabajar por la integración social y laboral de los discapacitados. No en vano, a ella pertenecen desde entonces los dos protagonistas concretos de esta canción ahora universal, pero que partió desde el más personal de los romances en Cabra (Córdoba): el de Mariluz y Antonio, quienes, contra todo pronóstico, se casaron y tuvieron tres hijos en unos tiempos en los que eso no estaba en absoluto dentro de las coordenadas de lo correcto.
"No para de darme alegrías después de tantos años esta canción. Y fíjate lo que significó en su momento. Porque parece que la discapacidad es algo que parece que ahora está de alguna manera normalizado, entre comillas, parece que siempre fue así, pero cuando se editó la canción en ninguna palabra se decía discapacidad. Se habla de dos chicos con problemas, como mucho", apunta, para luego añadir: "Hemos llegado hasta aquí y han llegado ellos también, porque ahí están Antonio y Mariluz, vivitos los dos".
"La canción es como su amor, que sigue latente y sigue vivo", afirma el director de Asistencia de Fundación PROMI, Antonio Salmoral, quien relata a infoLibre que en estos días los protagonistas de la canción están de vacaciones de verano con su familia: "Tienen ya casi setenta años, el amor continúa en ellos, aunque ahora mismo están en residencias distintas. Pero hay momentos en los que comparten como siempre su día a día y su amor, intacto después de más de cuarenta años".
Desde la Fundación PROMI se declaran "eternamente agradecidos" a la sensibilidad de Víctor Manuel, quien fue capaz de "captar" en su momento una realidad de la que en absoluto se hablaba con normalidad. "Es un hito", remarca Salmoral, pues se trata de un canto "a la libertad y a los derechos" en un momento en el que nadie lo hacía. Por eso, precisamente, no tiene fecha de caducidad. "No fue hasta 2017 cuando se aprobó la ley de derechos de las personas con discapacidad, pero casi cuarenta años antes ya estaba cantando a los derechos que hemos ido luchando tanto desde la Fundación PROMI como otras entidades", subraya Salmoral, quien cita entre ellos tener acceso al matrimonio, al sexo, tener hijos o una vida compartida.
"Se podría decir que esta era la canción favorita de mi madre de la historia de la música mundial. Ahora que ella ya no está, siempre me recuerda a ese momento de infancia y me hace llorar", reconoce Eva Amaral, una de las participantes en esta revisión de Solo pienso en ti que no hace otra cosa que ahondar en lo que ya hiciera la original: visibilizar la discapacidad psíquica. "Muy valientes sois vosotros de hacer una canción como Solo pienso en ti, esa es muy difícil de hacer", le dijo su madre a Jess Senra, bajista de Sidonie, banda catalana cuyo cantante, Marc Ros, apostilla divertido: "Ya nos gustaría hacer más canciones como esta, ya lo intentamos".
El cantante de Love of Lesbian, Santi Balmes, por su parte, remarca en un vídeo cedido por Sony Music que cualquier artista que "destacara en la época de Franco merece no ya un diez, sino un once, debido a todas las dificultades de todo tipo que tuvieron". "La capacidad para expresarse en esa época era más bien limitada, tenías que utilizar muchísimo tu ingenio para burlar a la censura. Y más figuras como Víctor Manuel por su posicionamiento político, no demasiado popular en aquella época. Por ello tiene mi admiración absoluta. Significa el principio de la música pop en este país", subraya.
"Me siento muy halagado, me encanta", confiesa Víctor Manuel ante tantas palabras bonitas. "Nunca puedes predecir la vida de una canción, no sabes dónde van a llegar o qué va a pasar con ellas. Es una alegría que esta se haya convertido en algo atemporal con mucho recorrido, que vale para diferentes generaciones", reconoce, para acto seguido admitir entre risas que "si uno tuviese la capacidad de hacer siempre eso, sería un genio".
Echa en este punto la vista atrás el músico asturiano para rememorar que todo comenzó con un reportaje que leyó en El Diario de Córdoba que contaba la historia de Mariluz y Antonio. "Decía que cuando acababan el trabajo se agarraban de la mano y paseaban por el jardín. Esas fueron las líneas que me conmovieron. Lo recuerdo perfectamente, estaba en un hotel de carretera en Montilla y cantaba esa noche en un pueblo de al lado. Cuando volví a Madrid me puse a trabajar en ello", remarca
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Desde el momento presente también rememora Salmoral, quien pone en valor que era "impensable" hablar de relaciones, matrimonio o sexo con personas con discapacidad en aquellos años setenta. "Era una utopía y todo el mundo se echaba las manos a la cabeza", asevera. "Afortunadamente, hoy en día es algo habitual que personas con discapacidad tengan una vida normal, con los apoyos que hacen falta", apostilla.
Víctor Manuel, sin dejar de reconocer el valor de su composición, destaca que han sido "las familias, por supuesto, las primeras que han trabajado por normalizar el mundo de la discapacidad". "Yo, afortunadamente, pude ponerle música en un momento determinado", concede con su inherente humildad, para terminar haciendo una última recomendación desde su profundo conocimiento de las actividades de la Fundación PROMI.
"En PROMI tienen un taller de pintura alucinante, espectacular. Recomiendo a quien pase por allí que pregunte por la posibilidad de entrar. Yo una vez compré un montón de cuadros y regalé a todos los parientes. Un día vino a casa un dueño de una galería de arte de San Sebastián que ya murió, lo vio y montó un exposición que lo vendió todo. Después de tanto tiempo, siguen saliendo historias colaterales gloriosas. Qué bien que la gente se ocupe de esto también y no solo de tantos miserables de los que nos vemos rodeamos", sentencia.
"Juntos de la mano se les ve por el jardín. No puede haber nadie en este mundo tan feliz". Se dice mucho que la inspiración te tiene que pillar trabajando, pero también te puede pillar a traición leyendo el periódico en Montilla. No es aleatoria la mención a esta localidad cordobesa, pues allí fue donde Víctor Manuel quedó conmovido por la historia de Mariluz y Antonio, pasando el rato en un hotel de carretera cualquiera entre concierto y concierto. Ellos son los que solo piensan en ellos, aunque todos pensemos en alguien. Constantemente. Y todo eso quedó escrito en piedra en 1978. Vamos hacia el medio siglo de Solo pienso en ti.