Han pasado ya casi 17 años desde que el ayuntamiento de un pequeño pueblo habitado por 26.000 albaceteños y ocupado por más de 32.000 hectáreas de viña decidiera firmar un acuerdo junto a una promotora de eventos musicales para albergar en su localidad, Villarobledo, un festival de rock nacional que congregaría, diez años más tarde, a más de 86.000 personas. Ni sumando vecinos y vinos, bebidos con buenos amigos, alcanzaría la población de este municipio manchego tal aglomeración de gente reunida por un mismo motivo: el Viña Rock. Un Festival de Arte-Nativo que combina rock, mestizaje y hip-hop. Y que este año celebra su XVIII edición.
En poco más de dos semanas (2,3 y 4 de mayo), decenas de destacados grupos nacionales e internacionales volverán a pisar los escenarios de este macro-festival para desgarrar las gargantas de quienes acompañan, entre gritos, saltos y pogos (baile frenético), a la viva voz de sus canciones. El cartel presenta a los estadounidenses Pennywise, el punk británico de The Toy Dolls, Sepultura, Lendakaris Muertos (que vuelven, polémica incluida, tras la ausencia del año pasado), Soziedad Alkoholika, Riot Propaganda, Boikot, Berri Txarrak, Fermín Muguruza (ex Kortatu), El Drogas, El Último Ke Zierre, O'Funkillo, Narco, Obrint Pas, Barón Rojo, Skun D.F, Tote King & Shotta, Chacho Brodas, Lírico (Violadores del Verso), Cookin' Soul & Mc Melodee, Falsalarma, Morodo, Fyahbwoy, Dremen… y Ska-P, que vuelve al festival 6 años después para presentar su nuevo disco. Más de 70 grupos, donde rock, reggae, metal, ska o rap entremezclan sus sonidos y confluyen con los miles de espectadores que asisten a cada concierto como si fuera el último.
Viña Rock 2013 arranca con las entradas agotadas
Para esta ocasión, la organización montará cuatro escenarios principales (Villarobledo, #HazloLegendario, Ron Legendario y Babilonia/Viña Clon), además de uno nuevo (NoLimits-RedBull) que albergará la fiesta de bienvenida en el camping, el día previo al arranque oficial del evento. Como novedad, música y comedia sumarán esfuerzos para crear el Viña Comedy, lugar donde tres cómicos (Miguel Iribar, Quique Macías y Álvaro Velasco) del canal televisivo Paramount Comedy actuarán a lo largo de los tres días que dura el festival.
Con las entradas más económicas vistas en los últimos años, por la crisis, que podían comprarse por 27,5 euros en los primeros meses de venta (en taquilla serán 90 euros), la organización prevé la asistencia de unas 60.000 personas diarias. Para los grupos que asisten a esta cita parece claro que la música en directo sigue siendo su principal vía de ingresos. Aunque, en comparación con otros años, en esta edición se produzca una disminución de los grupos presentes.
Momentos irrepetibles y no tan rememorables. Para algunos, por el tiempo. Para otros, por el trato recibido. Los buenos recuerdos nunca se olvidan. Por eso el Viña Rock sigue siendo, para todos, “El Viña”. Una fecha señalada en el calendario de aquellos seguidores que, más que fans, son fieles, devotos que acuden en romería a su cita más esperada del año. Quizás no sea Una Nueva Era, como pasaron a promocionarse desde la anterior edición. Pero, ¿para qué? Los que allí acuden no esperan nada nuevo, tan solo que todo esté como siempre en el mayor viñedo del mundo.
Han pasado ya casi 17 años desde que el ayuntamiento de un pequeño pueblo habitado por 26.000 albaceteños y ocupado por más de 32.000 hectáreas de viña decidiera firmar un acuerdo junto a una promotora de eventos musicales para albergar en su localidad, Villarobledo, un festival de rock nacional que congregaría, diez años más tarde, a más de 86.000 personas. Ni sumando vecinos y vinos, bebidos con buenos amigos, alcanzaría la población de este municipio manchego tal aglomeración de gente reunida por un mismo motivo: el Viña Rock. Un Festival de Arte-Nativo que combina rock, mestizaje y hip-hop. Y que este año celebra su XVIII edición.