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Trescientas cartas reflejo de la lucha antifranquista

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Emilio García Prieto vivió entre rejas los últimos años de la dictadura franquista. Su papel en la lucha política clandestina como militante del Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP) le llevó a pasar por las cárceles de Carabanchel, Soria y Segovia entre 1972 y diciembre de 1975. Le detuvieron al considerarle responsable de una imprenta montada en un chalet del municipio madrileño de San Agustín de Guadalix en la que se editaba el periódico de la organización. Fue condenado a 9 años de prisión. La muerte del dictador le permitió cumplir poco más de tres. Más de mil días en los que su principal prioridad fue que la condena no le separase de Karen, su mujer y compañera de militancia. En estas condiciones, las más de 300 cartas intercambiadas se convirtieron en el nexo de unión.

Ahora, después de seis años jubilado tras trabajar como profesor de matemáticas en un instituto –licenciado en Económicas– y pasar por cargos relativamente importantes en el Ministerio de Educación, García Prieto ha utilizado esas misivas para escribir Cartas desde la cárcel, un relato en el que intenta narrar la "historia auténtica de un preso político" durante los últimos coletazos de la dictadura. Editada por Libros.com, la obra está intentando alcanzar desde el pasado 30 de junio en la página web los 150 mecenas necesarios para ver la luz y para que los lectores puedan revivir, a través de los ojos de Emilio, cómo eran las condiciones de vida de las miles de personas que, por sus ideas políticas, terminaron dando con sus huesos en un calabozo.

"Hace unos meses, con más tranquilidad, cogí las dos cajas en las que hemos conservado todas las cartas y las empecé a releer. En base a su lectura y a los recuerdos que conservo de aquellos años empecé a escribir", cuenta García Prieto en conversación telefónica con infoLibre. Casi cuarenta años después de su salida de la prisión de Segovia, la última en la que estuvo, todavía se siente orgulloso de su participación en la lucha política clandestina durante aquellos años: "Sabías que te estabas jugando la vida o, como poco, la cárcel. (...) Pero lo hacía encantado porque estaba convencido de que tenía que hacerlo. Era mi obligación moral luchar contra esa dictadura horrorosa", cuenta. Recuerda aquellos años "duros" en el FRAP con nostalgia. "Tenías que vivir un poco esquizofrénico. Con mucho cuidado por la calle, vigilando que no te siguieran".

Emilio, que ya tiene algunos libros a sus espaldas –La acción educativa española en el exterior (2011, FETE-UGT); ¿Qué es el programa Erasmus? (2013, Pirámide) o Claves para obtener una plaza en el exterior (2015, FETE-UGT)–, define su obra como "un testimonio para sacar a la luz una época" con el que trata de reflejar dos aspectos: "Por un lado, contar la historia de un preso político y cómo se veía desde la cárcel la etapa final de Franco, y por otro, relatar cómo mantuve viva la relación con Karen, mi mujer, los lazos que han logrado que estemos juntos cuarenta años después", apunta. En definitiva, busca que los lectores recuerden que España "ha pasado por momentos muy duros". "El no habernos acordado en determinados momentos está haciendo que ahora tengamos los problemas que tenemos", sentencia.

"Un proyecto especial"

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Raúl Gil es el encargado de llevar el proyecto de Cartas desde la cárcel en la editorial. Cuenta a infoLibre que en cuanto conocieron la propuesta de Emilio se dieron cuenta de que era "un proyecto especial" que les interesaba publicar. Buscan obras que "hagan reflexionar, pensar". Por eso, la idea de un libro que recoja las vivencias de un preso político durante el franquismo a través de misivas les gustó desde un primer momento: "Hay que recuperar la historia de esa gente que luchó contra la dictadura y por la libertad de todos", explica Gil. "Hacer un poco de memoria, que en este país se ha hecho poco", completa.

Con el manuscrito entre sus manos, García Prieto apostó por la editorial Libros.com, un proyecto donde el crowdfunding se convierte en el eje central de las publicacionescrowdfunding y son los mecenas los que deciden si una obra sale a la luz o no. "Quería hacerlo así porque le parecía más participativo y que encajaba mejor con el tipo de libro que quería publicar. Seguramente en una editorial tradicional, lo habría tenido más difícil porque le habrían dicho que ese tema ya no vende", señala Gil. 

Cartas desde la cárcel ya cuenta, a ocho días de que se cierre el plazo, con 138 mecenas de los 150 que pide la editorial. En este proyecto, Libros.com ha puesto a disposición de los usuarios 9 tipos de donaciones diferentes, que van desde los 18 hasta los 120 euros. Dependiendo de la cifra que se decida invertir en el proyecto, además de un ejemplar de la obra con el nombre en una de las páginas de cortesía, Libros.com ofrece diferentes alicientes: desde ebooks hasta el regalo de las pruebas de imprenta o el manuscrito original con las correcciones de la editorial y la firma del autor.

Emilio García Prieto vivió entre rejas los últimos años de la dictadura franquista. Su papel en la lucha política clandestina como militante del Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP) le llevó a pasar por las cárceles de Carabanchel, Soria y Segovia entre 1972 y diciembre de 1975. Le detuvieron al considerarle responsable de una imprenta montada en un chalet del municipio madrileño de San Agustín de Guadalix en la que se editaba el periódico de la organización. Fue condenado a 9 años de prisión. La muerte del dictador le permitió cumplir poco más de tres. Más de mil días en los que su principal prioridad fue que la condena no le separase de Karen, su mujer y compañera de militancia. En estas condiciones, las más de 300 cartas intercambiadas se convirtieron en el nexo de unión.

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