El anuncio del Santander y el BBVA de que a partir de otoño cobrarán dos euros a quienes retiren efectivo de sus cajeros sin ser clientes de la entidad ha provocado el enfado de las asociaciones de consumidores y les ha valido un primer aviso del Banco de España: aunque descarta sanciones por ahora, el regulador advirtió a principios de agosto de que sacar dinero es un único servico y que, como tal, sólo puede cobrarse al usuario final una vez, con independencia de que lo haga el banco emisor de la tarjeta –como ocurría hasta ahora– o la entidad dueña del cajero.
Por su parte, la asociación de usuarios y consumidores Adicae denunció este jueves al Banco de España ante el Banco Central Europeo por no impedir esta práctica y por incurrir en lo que califica de "dejación de funciones". Adicae entregó además 349.533 firmas para reclamar la prohibición de la doble comisión y sostuvo que los ingresos obtenidos con estas comisiones "ilegales" estarían alterando las cuentas de los bancos "en su propio beneficio, lo que supone un elemento desestabilizador y ocultador de sus balances".
En cualquier caso, este tipo de comisiones, que en España introdujo por primera vez Caixabank a finales de marzo y que hasta ahora no habían merecido ninguna respuesta por parte del supervisor bancario, no representan más que una pequeña parte de un pastel mucho mayor: en 2014 los bancos y establecimientos financieros de crédito se embolsaron casi 14.000 millones de euros en comisiones con sus negocios en España, del que menos de un tercio corresponde a lo ingresado gracias a los cajeros.
La guinda del pastel
En concreto, las comisiones relacionadas con los servicios de cobros y pagos supusieron el 30,7% del total, según el Boletín Estadístico del Banco de España. En ese epígrafe se consignan las tarifas recaudadas con los cajeros, pero también las cobradas gracias a la emisión y renovación de las tarjetas de débito y crédito, por ejemplo. El resto, hasta alcanzar los citados 14.000 millones, corresponden a importes ingresados con la venta de fondos de inversión, pensiones o seguros (26,9%) y a las comisiones de las operaciones en bolsa (10,7%).
El pasado 2014 marcó, además, un punto de inflexión en la suerte de los bancos ya que, por primera vez desde el inicio de la crisis, las entidades vieron repuntar sus ingresos por comisiones con un incremento interanual del 2%, hasta los 13.709 millones de euros. Aun así, la cifra se sitúa lejos de los 16.225 millones que cobraron las entidades en España en 2007, el ejercicio que marcó un récord que hasta ahora no se ha rebasado.
Esa tendencia al alza se ha mantenido en los primeros meses de 2015, aunque con una subida algo más modesta, del 0,8% entre enero y marzo de este año. Los informes del regulador muestran que en ese periodo la banca ingresó 3.384 millones gracias a las comisiones, frente a los 3.355 millones de un año atrás.
Caixabank, líder en comisiones
Las cuentas de los grandes de la banca española en 2014 revelan que Caixabank es la entidad que lideró los ingresos por comisiones en ese ejercicio. El grupo que preside Isidro Fainé logró cobrar 1.825 millones a sus clientes, un 3,7% más que en el ejercicio previo, y en el informe económico y financiero correspondiente al cuarto trimestre de 2014 atribuye el dato a factores como el "éxito de las campañas comerciales" de la entidad.
Por áreas de negocio, los cobros relacionados como la operativa bancaria más frecuente (cuentas corrientes, tarjetas) y por operaciones en bolsa son los más lucrativos –son el 70% del total–, pero los únicos que cayeron. En cambio, los relacionados con la venta de seguros y planes de pensiones avanzaron un 21% y los derivados de fondos de inversión un 38%. En los seis primeros meses de este 2015, la subida del conjunto de las comisiones ha sido igualmente destacada: Caixabank ha ingresado 1.027 millones frente a los 930 de 2013, un 10,4% más.
Inmediatamente detrás del grupo catalán figura el Santander, que se embolsó 1.796 millones de euros en comisiones en 2014 por su negocio en España, un 2% menos que un año atrás; mientras que en tercer lugar aparece BBVA, que en 2014 elevó sus cobros por comisiones un 5,7% interanual hasta los 1.454 millones y que en los seis primeros meses del año ha tarifado a sus clientes en España 810 millones, un 10,5% más que en el mismo periodo de 2014.
El quinteto de la gran banca española lo completan Bankia y Popular. El primero de ellos recaudó 1.036 millones en comisiones en 2014, un 3,2% menos que en 2013, y en el primer semestre de este año ha ingresado 522 millones por esta vía, con una reducción interanual del 1%. Popular, por su parte, se embolsó 711 millones en 2013 y 632 en 2014, una caída del 11%, y entre enero y junio la bajada ha sido aún mayor, del 14,7%, según reflejan sus informes trimestrales.
Cada vez más quejas
Las polémicas comisiones bancarias son una fuente de quejas en aumento por parte de los consumidores, tal y como se observa en la Memoria de Reclamaciones que publica el Banco de España de forma periódica. Aunque los últimos datos disponibles corresponden al ejercicio 2013 –cuando no se había introducido, por ejemplo, la tarifa por retirada de efectivo en cajeros a no clientes por parte de algunas entidades–, muestran que las quejas relacionadas con tarjetas aumentaron un 35% en términos interanuales: pasaron de 428 a 582. Por su parte, las vinculadas a las comisiones por transferencias se mantuvieron estables: 125 en 2013 frente a 127 en 2012.
En este sentido, el regulador recuerda que las entidades no están obligadas a informarle de forma previa de las comisiones que cobran a sus clientes por las operaciones bancarias y que tampoco existe un límite a estos cobros: cada banco tiene libertad para cobrar tanto como quiera por cada una de las operativas. Sin embargo subraya que, pese a esa liberalización, "subsiste la necesidad de mantener una información pública sobre las comisiones habitualmente percibidas por operaciones y servicios más frecuentes" y de mantener folletos a disposición de los clientes y "debidamente actualizados".
Así, los únicos requisitos que el organismo establece son que las entidades dispongan en su página web y en cada una de las sucursales de información acerca de las comisiones que van a cobrar a sus clientes y que sólo cobren esas tarifas por servicios solicitados o aceptados expresamente por los clientes. La banca también está obligada a remitir cada enero una comunicación personal en la que indique los intereses cobrados y pagados a cada cliente, así como los gastos y comisiones que le ha repercutido.
Y esas comisiones, sostiene la asociación de consumidores Adicae, no han hecho más que subir en los ultimos tiempos, según un estudio que elaboró a comienzos de año a partir de las tarifas del Santander, Ibercaja, Banco Popular, Caixabank, Sabadell, BBVA y Bankia, y que denuncia una subida de precio de los servicios bancarios entre 2013 y 2014. Entre las comisiones que más se incrementaron en ese periodo figuran la tarifa por descubierto (subió un 14,5% de media) y la de mantenimiento anual de cuenta corriente (con un incremento del 13,1%).
Diferencias entre entidades
La libertad de las entidades para fijar los precios de sus servicios también se traduce en la práctica en que hay amplias diferencias entre lo que tarifan unas y otras por servicios como el mantenimiento de una cuenta corriente, la emisión o renovación de una tarjeta de crédito o débito o por operativas como el ingreso de cheques, la realización de transferencias o la retirada de efectivo en cajeros, márgenes que varían además en gran medida en función de si el cliente ha domiciliado sus ingresos en la entidad.
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De acuerdo con el último estudio sobre esta materia elaborado por la asociación de consumidores Facua, fechado en septiembre de 2014, para los clientes sin ingresos regulares mantener una cuenta corriente puede salir gratis o costar hasta 72 euros al año; una tarjeta de débito puede costar hasta 30 euros anuales y una de crédito puede costar hasta 50 euros. También hay márgenes notables entre lo que cobran unos y otros por ingresos de efectivo en cuentas de no clientes –puede salir gratis o costar hasta 4 euros– o por quedarse en número rojos –entre el 0% de interés que aplica ING y el 10% de Bankinter–.
El análisis concluye que las entidades más ventajosas en cuestión de comisiones para los consumidores sin nómina y que realicen pagos con tarjetas, transferencias, ingresos de cheques y tengan dos descubiertos al año son ING, Triodos y Abanca, que les cobraría 25, 3o y 80,96 euros al año respectivamente por sus servicios, mientras que en el extremo contrario de la clasificación elaborada por Facua figuran Barclays, Santander y Unicaja, que tarifan por la misma operativa entre 240 y 270 euros.
Las tarifas se reducen sensiblemente, en cambio, para quienes domicilian su salario, aunque algunas entidades siguen cobrando por las tarjetas de crédito y débito y las transferencias, entre otras operaciones habituales, y exigen importes muy diferentes en la nómina para empezar a aplicar descuentos. Mientras bancos como ING no establece un mínimo, Barclays pide rebasar la barrera de los 5.000 euros mensuales para acceder a las condiciones más ventajosas.
El anuncio del Santander y el BBVA de que a partir de otoño cobrarán dos euros a quienes retiren efectivo de sus cajeros sin ser clientes de la entidad ha provocado el enfado de las asociaciones de consumidores y les ha valido un primer aviso del Banco de España: aunque descarta sanciones por ahora, el regulador advirtió a principios de agosto de que sacar dinero es un único servico y que, como tal, sólo puede cobrarse al usuario final una vez, con independencia de que lo haga el banco emisor de la tarjeta –como ocurría hasta ahora– o la entidad dueña del cajero.