Máxima tensión. La Autoridad del Canal de Panamá (ACP) ha acusado al consorcio que encabeza la constructora Sacyr en las obras de amplación del canal de llevar a cabo un "chantaje" "chantaje" con la reclamación de sobrecostes (1.600 millones de dólares, 1.200 millones de euros) que ha paralizado el proyecto. Pero aunque la tensión es máxima y se han superado todos los plazos acordados para cerrar un acuerdo, los puentes no están rotos por completo.
Mientras Sacyr sufría un fuerte castigo en Bolsa (-6,8%), su presidente Manuel Manrique desvelaba en declaraciones a la Cadena Ser que el martes, con las negociaciones aparentemente rotas, el consorcio que encabeza (lo forman Sacyr, Salini - Impregilo, Jan De Nul y Constructora Urbana) remitió a la ACP una "carta" con una "última propuesta". En la carta, el consorcio, ofrecía seguir negociando. infoLIbre intentó constrastar el contenido de la carta con el portavoz de Sacyr, sin conseguirlo.
Por parte de la ACP, su administrador, Jorge Quijano, tampoco cerraba todas las puertas. "Aunque el protocolo de negociación ha concluido, ello no significa que el acuerdo no sea posible, aunque la ventana para ello se cierra minuto a minuto", proclamó Quijano en su comparecencia ofrecida por el canal de televisión 'Tvn Noticias'.
Romper la baraja
En línea con el propósito de no romper la baraja, la ministra de Fomento, Ana Pastor, que hace unas semanas viajó a Panamá para tratar de facilitar un acuerdo sostuvo ayer, en declaraciones públicas realizadas en la visita a la obra ferroviaria entre Alicante y Murcia que "lo peor sería que la obra no continuara",viajó a Panamá por lo que apeló "a la responsabilidad de las partes".
Aparentemente, las posturas sí están muy alejadas. El administrador de la ACP, Jorge Quijano, ha empleado en las últimas horas calibre grueso en las declaraciones que daban cuenta de la ruptura. "No permitiremos chantajes de nadie en obras del Canal" aseguró, según la prensa panameña.
La extensa comunicación enviada por Sacyr a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el martes también reflejaba las profundas diferencias entre la ACP y el consorcio: "La ruptura de las negociaciones pone la expansión del Canal de Panamá y hasta 10.000 puestos de trabajo en riesgo inminente. Sin una solución inmediata, Panamá y ACP enfrentarán años de disputas ante los tribunales nacionales e internacionales sobre los pasos que han llevado el proyecto al borde del fracaso"
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Escenarios
La disputa dibuja dos escenarios. Uno es que se logre culminar la obra con el consorcio que encabeza Sacyr mediante alguna fórmula salomónica que no dilate más allá del año 2015 la entrega de la obra. Si no es así, expertos panameños como Gabriel Diez, exdirector de la Cámara Panameña de la Construcción, consideran que ni siquiera haría falta una empresa grande para culminar el 30% de la construcción que queda por realizar. La obra, señalan,podría ser completada a través de un contratista de poca envergadura o varias empresas panameñas.
Para que no falte ningún ingrediente, en la polémica asoma siempre el interés de EE UU. El grupo de ingeniería y construcción Bechtel Group concursó sin éxito para lograr la obra del canal. El pasado viernes, horas antes de que se agotara el plazo negociador entre la ACP y el consorcio, la autoridad panameña hizo pública la visita a las obras del embajador de EE UU, Jonathan Farrar. Todo un gesto.
Máxima tensión. La Autoridad del Canal de Panamá (ACP) ha acusado al consorcio que encabeza la constructora Sacyr en las obras de amplación del canal de llevar a cabo un "chantaje" "chantaje" con la reclamación de sobrecostes (1.600 millones de dólares, 1.200 millones de euros) que ha paralizado el proyecto. Pero aunque la tensión es máxima y se han superado todos los plazos acordados para cerrar un acuerdo, los puentes no están rotos por completo.