Buscaban darle la vuelta al conflicto contra reloj. Pero no sólo no ha sido posible, sino que las posiciones entre Iberia y los sindicatos siguen muy alejadas. De hecho, CCOO, UGT y USO mantienen la convocatoria de cuatro días de huelga entre el 5 y el 8 de enero, ambos incluidos, coincidiendo con el fin de semana de Reyes y con la operación retorno de las vacaciones navideñas en los aeropuertos españoles. Lo habían intentado el miércoles 3 y antes a finales del pasado mes de diciembre, pero el acuerdo entre la dirección de la compañía y las organizaciones sindicales nunca ha llegado.
El motivo de la protesta sindical es, en esencia, la negativa de Iberia a realizar el autohandling –se denomina handling a los servicios de asistencia en tierra a terceros– en los ocho aeropuertos importantes del país, excepto el de Madrid, en los que ha perdido la concesión en un concurso convocado por Aena. Sin licitación no puede ofrecer servicios a terceros, pero sí hacer autohandling, aunque Iberia considera que "no es rentable". Fuentes de la empresa lo explican: “Si no puedes ofrecer el servicio a 90 compañías más, además de a las propias –su filial de handling lo prestaba a terceros a algo más de 90 aerolíneas, al margen de las de su grupo–, habría un excedente de personal y, sí o sí, una parte se tendría que subrogar, que son los más nuevos, los que tienen un salario más bajo. Si haces autohandling, no ganas dinero porque te lo haces a ti mismo y encima te quedas con los costes de personal con los salarios más caros, con lo que pierdes competitividad frente al resto de los agentes de handling”.
Desde Iberia aseguran que les han propuesto un decálogo de alternativas a los sindicatos, pero que estos se han enrocado en el autohandling y temen que al final “arrastren a Madrid” al polvorín. “El origen es que se han perdido las licencias, pese a que creíamos que contábamos con apuestas ganadoras y a que se ha trabajado mucho”, señalan fuentes de la compañía, para añadir: “Es más, como creemos que es injusto, hemos recurrido a los tribunales, pero la realidad es que hemos perdido esas licencias y no podemos operar a terceros”. Admiten no contar de momento con la pócima mágica para desenredar el nudo, pero no comparten las acciones convocadas por los representantes de los trabajadores, al sostener que éstos “están protegidos por el convenio del sector”. “Van subrogados a otra empresa –las adjudicatarias del concurso de Aena– con las mismas condiciones laborales, con el mismo salario, los mismos beneficios sociales, las subidas salariales pactadas, los días de vacaciones, la antigüedad, los planes de pensiones… No se van a la calle”, deslizan.
¿Qué hay detrás de la huelga navideña entonces? Fuentes sindicales proporcionan una clave que aporta cierto sentido a una decisión que ha enfadado a muchos pasajeros repartidos por todo el Estado: se muestran convencidas de que Iberia "ha querido perder ese concurso, se han presentado a la baja y le han ganado", disparan. Y no se quedan ahí. Justifican que se agarran al autohandling porque la empresa "está incumpliendo los acuerdos firmados en 2013", derivados de la fusión de Iberia con British Airways, en los que "además de que los trabajadores adquirieron una serie de compromisos que pasaban por reajuste de condiciones hasta que la empresa empezase a generar ingresos, como ya está pasando, Iberia se obligó a no segregar los negocios y a ser la prestadora principal de los mismos". "Por eso reclamamos el autohandling", recalcan, al margen de lo que suceda en los juzgados, ya que, "el juicio se puede demorar mucho y va a ser muy complicado", avisan.
Los sindicatos echan en cara a la dirección que permanezca "anclada en los números y en el déficit competitivo frente a terceros" y no estudie propuestas. Niegan con rotundidad que Iberia les haya ofrecido diez alternativas. En concreto, José Antonio Regueiro, secretario de Acción Sindical en Iberia de UGT, puntualiza que sólo han abordado dos. "Llevamos detrás de ellos desde el pasado 26 de septiembre que supimos los resultados del concurso, trasladándoles que entendíamos su postura de ir judicialmente con el asunto, pero que había que ver alternativas, porque, lo que nos dice el histórico, es que estas cosas nunca salen bien", arranca. A partir de ahí se produjo el silencio, hasta que "nos presentaron una única opción: una empresa participada en un 80% por un operador ganador y en un 20% por otra del grupo IAG -el holding que engloba a Iberia y British Airways-. Pero eso es ilegal, ya que para hacer autohandling tienes que tener el 51%", detalla. Según Regueiro, la segunda posibilidad que han tratado "la ha puesto encima de la mesa el ministerio –de Transportes y Movilidad Sostenible–, que es crear una empresa participada por Iberia al 100%, y hoy han dicho que no les vale. Nosotros estamos dispuestos a hablar de ésta, de una entidad que bajo un nuevo nombre comercial aglutine a los trabajadores y las trabajadoras de los ocho aeropuertos perdidos y gestione el autohandling de grupo", garantiza.
"Tenemos claro que unas 1.000 personas de las 4.000 afectadas se irán por la pérdida de clientes, de las compañías terceras –acepta–, pero para el resto, en la disposición transitoria 31 del convenio se habla de no segregación de negocio y de proveedor preferente a todas las compañías del grupo IAG. Lo único que estamos pidiendo es llevar a cabo el acuerdo que tenemos", resume. A su parecer, "Iberia está dilatando esto y nos da la sensación de que se está burlando de la gente", dice. Y vuelve también a 2013 para recordar que "la compañía perdió un millón de euros y firmamos unas condiciones leoninas para sacarla adelante, perdimos un 11%, un 7% luego y tenemos las mayores medidas de flexibilidad de todas las empresas del sector. Este año van a tener los mejores resultados de su historia y lo que se les ocurre es pegarle la patada a gente con 30 años en la compañía", lanza. Y remata: "Y sobre el autohandling , que le pregunten a Ryanair si es rentable o no. Con volumen puede serlo, pero hay que estar dispuestos a estudiar alternativas", remacha.
Desde la órbita sindical confían en que el seguimiento de los paros de los próximos días sea "masivo", porque reconocen que la situación está "absolutamente estancada". En un comunicado conjunto, UGT y CCOO critican que Iberia esté "sometida a las decisiones del grupo IAG". "Parece que desde Londres no hay mucho interés por parte del Empresario del Año 2023 (según la cámara de comercio España-EEUU) en solucionar este conflicto", lamentan, en alusión al consejero delegado de IAG, Luis Gallego. Pese a todo, no se niegan a la posibilidad de seguir negociando para "buscar soluciones" y "encontrar una salida equilibrada" a la pugna laboral, siempre que la otra parte "abandone la actitud pasiva".
444 vuelos cancelados
La huelga ha obligado a la empresa a cancelar 444 vuelos, 270 de ellos de la propia Iberia, 64 de Iberia Express y de 110 de Air Nostrum. Se pueden consultar en este link de la página web de la entidad. Los pasajeros afectados de manera directa por la supresión de vuelos ascienden a 45.641, pero habrá otros que sufran los ecos del conflicto laboral en forma de retrasos a la hora de subir o bajar de los aviones, o en la recogida de equipajes, por ejemplo.
Iberia ha conseguido dar solución a más del 90% de los viajeros perjudicados. Esto significa que, o bien han logrado un cambio de fecha o de horario de sus vuelos, alrededor del 80%; o bien los afectados han obtenido el reembolso del dinero de los billetes. Además, a través del servicio Iberia Conecta, al introducir el teléfono o el correo electrónico para hacer una reserva, se advierte de que ese avión "ha sido afectado" por la protesta sindical y se proponen alternativas. "Estamos siendo pro activos y estamos informando de todo para intentar que la huelga tenga la menor incidencia posible entre los pasajeros", garantizan desde la compañía. Los clientes aún pueden solicitar modificaciones a través de la web de la aerolínea, de las agencias de viaje en las que hayan realizado la compra o del Centro de Atención al Cliente de la compañía, que ha reforzado su personal, pero en el que los tiempos de espera pueden ser superiores a los habituales.
En total, los paros alcanzarán la actividad de casi una treintena de aeropuertos donde Iberia presta su servicio de handling, entre ellos Madrid, Barcelona, Málaga, Sevilla, Palma de Mallorca, Gran Canaria, Tenerife Norte, Tenerife Sur, Valencia, Bilbao o Ibiza. Y el paro se dejará sentir en los vuelos del grupo IAG, como los de Vueling, Air Nostrum, Level y Air Lingus; también complicará el final de las Navidades a las más de 90 aerolíneas a las que presta servicio de asistencia en tierra.
A aumentar la angustia de los viajeros contribuirá, asimismo, el que a este embrollo laboral se ha sumado la convocatoria de huelga de los trabajadores de las torres de control de plataforma del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, que se prolongará, a priori, hasta el domingo 7 de enero.
Buscaban darle la vuelta al conflicto contra reloj. Pero no sólo no ha sido posible, sino que las posiciones entre Iberia y los sindicatos siguen muy alejadas. De hecho, CCOO, UGT y USO mantienen la convocatoria de cuatro días de huelga entre el 5 y el 8 de enero, ambos incluidos, coincidiendo con el fin de semana de Reyes y con la operación retorno de las vacaciones navideñas en los aeropuertos españoles. Lo habían intentado el miércoles 3 y antes a finales del pasado mes de diciembre, pero el acuerdo entre la dirección de la compañía y las organizaciones sindicales nunca ha llegado.