El uso de la televisión como Smart TV y como pantalla de videojuegos bate récord histórico este noviembre: 49 minutos de media diarios frente a la pantalla, superando así el máximo que ahora se situaba dos minutos por debajo. Mientras tanto, la televisión tradicional enfila su caída en picado con 23 minutos menos de consumo con respecto a 2022. La consultora Geca publica su análisis mensual de los datos de audiencias y revela diferencias que crecen a pasos de gigante a la hora de apagar la televisión. Las temáticas en abierto reciben mejor las últimas audiencias ya que el 30,5% de share lo sitúa como el mejor noviembre de su historia. En el otro lado de la balanza, se encuentran las cadenas autonómicas, que firman su mes de menor éxito del año, un 8% de los espectadores. Aragón TV es la autonómica que más sufre la caída de las audiencias.
Cuando las familias compran una Smart TV reducen su consumo de programas de televisión tradicional. Los hogares con acceso a internet desde su televisor consumen 41 minutos menos de televisión convencional que hace cinco años. Desde la consultora, indican que la brecha de consumo de la televisión en abierto está cada vez más marcada por el acceso de los hogares a una de estas televisiones inteligentes. Si no tienes una Smart TV, tu consumo de tele es un 85,1% mayor.
Los adultos de entre 45 y 64 años son los que más abandonan la televisión
La tendencia de la última década indica que son los jóvenes de entre 13 y 24 años los que más han dejado de ver la televisión, un 61,3% menos. Geca apunta también que en 2023 la tendencia ha cambiado y ahora la mayor caída del consumo de televisión se registra entre los adultos de 45 a 64 años. Jose Manuel Eleta, adjunto a la dirección de la consultora Barlovento, explica en conversación con infoLibre que se está produciendo una migración muy evidente de públicos menores de 45 años de la televisión tradicional hacia lo que se conoce cómo televisión conectada, nueva televisión o televisión no tradicional, que es principalmente la televisión VOD o A la carta. A medida que descienden los minutos dedicados a la televisión tradicional, aumentan los dedicados a la televisión conectada y, por lo tanto, "el tiempo frente al televisor como electrodoméstico se mantiene invariable en el tiempo", sostiene. El único momento en el que aumentaron considerablemente las horas frente a la tele fue durante el confinamiento de 2020.
Ver la televisión no sólo es poner Antena 3
Roberto Huertas Gutiérrez, investigador y profesor de Estudios Televisivos en la Universidad Carlos III de Madrid, matiza que es un hecho que el consumo televisivo tradicional haya bajado, pero pide prestar atención a la forma de medir de las consultoras audiovisuales: "No hay que confundir la etiqueta estadística No TTV con consumo ajeno a la TV", afirma. Con esta siglas, la medidora de audiencias, Kantar, define los otros usos que los consumidores hacen de la televisión como aparato tecnológico, como ver series en las plataformas de streaming, ver vídeos de YouTube, RTVE Play o jugar a videojuegos. "Todos esos usos dificultan la tarea de estudiar ese consumo”, insiste Huertas.
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"Dadas las dificultades técnicas de estudiar ese consumo, no comprendemos tan profundamente el comportamiento del espectador como sí lo hacemos con la televisión tradicional", afirma Huertas. Lo que ocurre con la pequeña pantalla es la fragmentación del consumo ante una oferta ya fragmentada, así ocurrió cuando llegaron las privadas, las temáticas de pago, la TDT... "En definitiva: ¡Convergencia mediática!", sostiene. Lejos de considerar que las plataformas, videojuegos y nuevos contenidos pueden hacer peligrar la televisión convencional, explica que "las nuevas formas de consumo no sustituyen a las antiguas, sino que se complementan".
No obstante, desde la productora Gestmusic indican en conversación con infoLibre que su forma de generar contenidos para las cadenas televisivas sigue siendo la misma a pesar las variaciones en las audiencias. Los programas que crean se idean pensando en los espectadores a los que van dirigidos y después se lo ofrecen a las televisiones.
Para tener una perspectiva certera del consumo televisivo habría que sumarle los contenidos a los que se acceden a través de los dispositivos móviles, una medición que no está incorporada en los datos de audiencia. Los instrumentos que se usan para medir las audiencias solo tienen en cuenta el contenido que se reproduce en la pantalla del televisor y las consultoras no tienen manera de analizar el público que ve un programa en una plataforma distinta si no comparten ellos mismos el dato.
El uso de la televisión como Smart TV y como pantalla de videojuegos bate récord histórico este noviembre: 49 minutos de media diarios frente a la pantalla, superando así el máximo que ahora se situaba dos minutos por debajo. Mientras tanto, la televisión tradicional enfila su caída en picado con 23 minutos menos de consumo con respecto a 2022. La consultora Geca publica su análisis mensual de los datos de audiencias y revela diferencias que crecen a pasos de gigante a la hora de apagar la televisión. Las temáticas en abierto reciben mejor las últimas audiencias ya que el 30,5% de share lo sitúa como el mejor noviembre de su historia. En el otro lado de la balanza, se encuentran las cadenas autonómicas, que firman su mes de menor éxito del año, un 8% de los espectadores. Aragón TV es la autonómica que más sufre la caída de las audiencias.