El mapa de la riqueza apenas cambia en España de año en año según lo dibujan los Indicadores Urbanos que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE). Se trata de una adaptación del proyecto europeo Urban Audit, que recoge datos comparables sobre las condiciones de vida en las ciudades de la UE. Por ejemplo, Pozuelo de Alarcón, en Madrid, lleva siendo al menos desde 2015, el primer año en que se analizó la información, el municipio con mayor renta media anual por habitante, el más rico de España. Y Níjar, en Almería, el más pobre. Sin embargo, de acuerdo con los últimos datos publicados este lunes, que se refieren a 2019, antes de la pandemia, se han producido algunos cambios en el mapa de la riqueza nacional.
Pozuelo de Alarcón, el municipio con mayor renta media per cápita, con 26.367 euros anuales, es de los pocos entre los 50 más ricos, que han perdido riqueza respecto a 2018, un 6,9%. En esa lista, también se han empobrecido Alcobendas, un 7,42%, igualmente en Madrid, y dos municipios catalanes, Castelldefels –un 7,4%– y Esplugues de Llobregat –2,2%–. Por el contrario, en el grupo de los 50 más pobres, todos mejoraron sus rentas en 2019, excepto Níjar, cuya renta media, de sólo 7.097 euros al año, cae un 2,8%, y Alcalá La Real (Jaén), que pierde un 1,6% de su renta respecto del ejercicio anterior.
Lo que permanece invariable de un año a otro es la brecha territorial: los 50 municipios más ricos se ubican en Madrid, Cataluña y País Vasco, con el añadido de Bétera y Alboraia en la Comunidad Valenciana, Oleiros, Santiago de Compostela y A Coruña en Galicia, Oviedo y la inclusión este año de Ibiza; mientras que los más pobres se localizan en Andalucía, Murcia, Alicante, Tenerife y Ciudad Real. Y si en 2018 la renta del más rico multiplicaba por 3,87 la del más pobre, un año más tarde esa distancia casi ni se ha movido, puesto que el multiplicador es 3,71. La renta media de un habitante de Pozuelo de Alarcón ha crecido 4.465 euros desde 2015 hasta 2018, un 18,7%, mientras que la de un residente en Níjar ha mejorado 1.053 euros, un 16,6% en cuatro años. Dos puntos menos.
Pero el cambio más sorprendente se ha producido en la evolución de la riqueza en los barrios. De los 15 distritos más ricos de España, 11 son madrileños. El resto, barceloneses. Los cuatro barrios con mayor renta media per cápita de España están en Madrid: El Viso, Castellana, Piovera y Recoletos. Superan, en mucho, la riqueza de Pozuelo de Alarcón. Pero en 2019 esos cuatro distritos perdieron renta. La primera vez que eso sucede desde que el INE publica estos datos. A ellos hay que añadir los barrios de Nueva España y Aravaca-Plantío-Valdemarín, junto con el barcelonés de Sant Gervasi-Galvany. Y en magnitudes apreciables. Un 9,5% respecto al año precedente.
En concreto, El Viso, el barrio más acaudalado de España, que alcanzó una renta media per cápita en 2018 de 44.825 euros anuales, perdió un 6% en 2019. Recoletos, más aún, un 18,25% y se quedó en 35.613 euros. Castellana, con 37.212 euros, se dejó un 4,3% en un año. Piovera –36.928 euros–, un 8,8%, Nueva España –33.001 euros– cayó un 8,32%. La riqueza per cápita de Aravaca se redujo un 5,1%. También bajó la de Ciudad Universitaria, que desaparece de la lista de los 15 barrios más ricos. Sant Gervasi-Galvany perdió un 4,7%.
Además, se da la circunstancia de que también aparece un barrio madrileño en el grupo de los más pobres de España. El de San Cristóbal, en el sur de la capital, y con hasta un 40% de población inmigrante. Su renta per cápita media es de sólo 6.955 euros al año, seis veces menos que la de un residente en El Viso. En 2019 aumentó 238 euros, un 3,5%, respecto al año anterior. Desde 2015, ha mejorado 529 euros, un 8,2%. La de El Viso, 5.857 euros anuales, un 16,1%. Es decir, el doble.
En esa clasificación de los 15 menos pudientes, también es clara la brecha geográfica –excepto en el caso del barrio madrileño antes citado– porque son seis municipios ubicados en Sevilla, cuatro en Córdoba, uno en Málaga, dos en Alicante y uno más en Murcia. Pero en todos los casos, sus rentas han subido en 2019: en el caso de algunos de Sevilla, por encima del 5% y el 6%.
Paro y actividad
Los indicadores urbanos incluyen igualmente la tasa de paro por municipios, que arroja la conocida división entre localidades con un número de desempleados por debajo del 7% –la mitad de la tasa nacional– y otras que rozan el 31% –duplican la tasa nacional, por tanto–. Entre los primeros, Pozuelo de Alarcón, con sólo un 6,2% y Sant Cugat del Vallés, con un 6,4%. Estas cifras se refieren ya a 2021, el año de la recuperación poscovid. Las Rozas tiene un 7,1% y Majadahonda, un 7,4%. Les siguen Donostia y Getxo, en el País Vasco, por debajo del 8%, pero también Santiago de Compostela, por debajo del 10%. Y Lugo con un 10,3%.
En cambio, Linares (Jaén) sufre un 30,9% de paro, y La Línea de la Concepción (Cádiz), un 30,3%. Alcalá de Guadaíra (Sevilla), Jerez de la Frontera (Cádiz) y Santa Lucía de Tirajana (Gran Canaria) superan el 26%. El resto de los 15 con más paro son poblaciones andaluzas y canarias.
Este mapa, con esa grieta entre norte y sur tan nítidamente trazada, no se corresponde sin embargo con la distribución de la tasa de actividad, el número de personas entre 16 y 65 años disponibles para trabajar, y que incluye tanto a los parados como a los ocupados. El municipio con mayor tasa de actividad es Rivas-Vaciamadrid, con casi un 70%, seguida de otras dos localidades del sur madrileño como Valdemoro –68,8%– y Parla –67,4%–. Pero también figuran entre las de mayor proporción de activos poblaciones con tasas récord de paro y rentas bajas como Santa Lucía de Tirajana, Arrecife y Dos Hermanas (Sevilla), al lado de Las Rozas y Castelldefels, que resultan estar entre las más ricas de España.
Ver másLas zonas pobres se quedan aún más atrás
Por el contrario, los municipios con menos población activa son del norte de España. Ferrol, una ciudad aún renqueante tras los muchos años de reconversión industrial, figura a la cabeza, con sólo un 49,9%. Después, León y Salamanca con apenas un 50%. Con historialesde decaimiento industrial parecidos al ferrolano se encuentran Avilés, Gijón o Cádiz, que apenas llegan al 51%. Otras poblaciones son territorio vaciado y poseen poblaciones envejecidas, como Ourense, Zamora o Palencia. Seis de ellas pertenecen a Castilla y León.
Los ricos, los más longevos; Melilla, la más fecunda
La línea geográfica que separa a los más ricos de los más pobres tiene además su traslación directa en la esperanza de vida. Los habitantes de los municipios más ricos son además los más longevos. En Pozuelo de Alarcón viven una media de 85,5 años. En Majadahonda y Las Rozas también superan los 85. Pero en la Línea de la Concepción la esperanza de vida se queda en 79,9 años, mientras que en Ceuta y Melilla no supera los 80. En otras poblaciones andaluzas –Algeciras, Almería, Huelva, Chiclana– apenas sobreviven a los 81 años de media.
En el otro extremo de la pirámide demográfica, la tasa de fecundidad casi llega a dos hijos por mujer –se necesitan 2,1 para garantizar el reemplazo— únicamente en Melilla. En Lorca es de 1,61 y en La Línea de la Concepción, de 1,59. Pero donde menos hijos tienen las mujeres es en cuatro localidades canarias, encabezadas por San Cristóbal de La Laguna, con una media de sólo 0,83. Les acompañan las localidades asturianas de Gijón, Avilés y Oviedo, y las gallegas de Ourense, Vigo y A Coruña, que llegan con dificultades a un hijo por mujer de media.
El mapa de la riqueza apenas cambia en España de año en año según lo dibujan los Indicadores Urbanos que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE). Se trata de una adaptación del proyecto europeo Urban Audit, que recoge datos comparables sobre las condiciones de vida en las ciudades de la UE. Por ejemplo, Pozuelo de Alarcón, en Madrid, lleva siendo al menos desde 2015, el primer año en que se analizó la información, el municipio con mayor renta media anual por habitante, el más rico de España. Y Níjar, en Almería, el más pobre. Sin embargo, de acuerdo con los últimos datos publicados este lunes, que se refieren a 2019, antes de la pandemia, se han producido algunos cambios en el mapa de la riqueza nacional.