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El derecho a decidir de Cataluña se convierte en un arma clave en la pelea por el liderazgo de UGT

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Un congreso que se adivinaba animado –tras 22 años de liderazgo indiscutido de Cándido Méndez–, pero pacífico, amenaza ahora con tornarse bronco. La disputa entre tres candidatos a la sucesión garantizaba un cierto dinamismo. Hasta ahora, la búsqueda de avales y la campaña para convencer a los delegados había discurrido por los cauces de rutina. Pero las declaraciones del aún secretario general del sindicato sobre el derecho a decidir de los catalanes, que defiende uno de los candidatos a sucederle, Josep María Álvarez, enojaron a los dirigentes de las dos principales federaciones de UGT, la de Servicios Públicos y la del Metal. Julio Lacuerda y Carlos Romero amenazaban con votar no al informe de gestión que presentó este miércoles Cándido Méndez.

Ambos fueron los primeros en dar un paso al frente en apoyo de Álvarez, secretario general de la UGT catalana desde 1990. O más bien de empujar a la pugna por el liderazgo a un Josep María Álvarez que no presentó formalmente su candidatura hasta casi la víspera del congreso. Fuentes próximas a Méndez aseguran que éste se siente “traicionado” por el dirigente catalán. El secretario general saliente dejó claro el perfil que consideraba idóneo para sucederle: de entre 45 y 55 años, con experiencia en la organización y procedente de un sector industrial. El dirigente catalán tiene 59 años y lleva al frente del sindicato en Cataluña más tiempo que Méndez como responsable nacional de UGT.

Con esos dos –grandes– soportes y los de otras organizaciones territoriales, Álvarez adquiriría un músculo considerable para ganar el 42º Congreso, que se abrió este miércoles y concluirá el sábado con la proclamación del nuevo secretario general. “Tengo el aval de más del 50% de los delegados”, ha reconocido nada más llegar.

Compiten con él Miguel Ángel Cilleros, responsable de la Federación de Servicios para la Movilidad y el Consumo, y Gustavo Santana, secretario general de la UGT canaria. El primero parte como el candidato oficialista, el segundo reclama un cambio integral que incluya primarias. Aunque pudieron ser más en la pugna. Una cuarta opción que llegó a estudiarse en su día fue la secretaria de Igualdad, Almudena Fontecha, pero finalmente no cuajó, según las fuentes del sindicato consultadas por este periódico.

En una elección más abierta de lo esperado, el soberanismo y Cataluña se ha situado en el centro de un debate hasta ahora dominado por las cuestiones internas de organización. “La reducción de seis a tres federaciones fuertemente sectorializadas es un cambio estratégico de primera magnitud”, ensalzó Cándido Méndez en su discurso ante los delegados. Un trabajo que el secretario general deja hecho a su sucesor. Y que deberá ir acompañado de un “vuelco” de UGT hacia el trabajador y el afiliado.

En esa estrategia todos los candidatos se muestran de acuerdo. También en que el nuevo Gobierno debe derogar la reforma laboral. De hecho, aseguran fuentes del sindicato, de las 4.500 enmiendas presentas al Congreso, sólo 29 siguen “vivas”, el resto han sido ya transaccionadas y consensuadas.

“Hizo alarde del derecho a decidir”

Y en esto apareció la cuestión catalana para desenfundar las espadas. “Cándido se ha visto obligado a contestar después de que Álvarez hiciera alarde del derecho a decidir y de que dijera que una Seguridad Social catalana era viable”, defienden otras fuentes próximas a Méndez, que también reprochan a Álvarez su cercanía a miembros de CiU y ERC. “Tanto UGT como CCOO”, recuerdan, “son herramientas para imprimir cohesión social en el país; no se puede jugar con esos temas”.

Por su parte, el dirigente de la UGT catalana ha dejado claro que defiende la caja única de las pensiones y el derecho a decidir, no el derecho de autodeterminación. “Históricamente en España el tema territorial no se ha resuelto, ahora deberíamos hacerlo con diálogo y mirándonos a la cara, reconociéndonos como somos”, explicó a infoLibre Álvarez, que es asturiano. “Si alguien cree que el problema de Cataluña, o de otras comunidades autónomas, se resuelve con medidas de fuerza, conmigo que no cuente”.

En su discurso tras abrir el Congreso, Méndez no dejó de mencionar la polémica, aunque se limitó a apuntar que el derecho a decidir debe ser de “todos juntos, del conjunto del pueblo trabajador español”. Y a hacer una encendida defensa de la “magnífica” Constitución con que cuenta España.

Para las fuentes consultadas, la amenaza de rechazar el informe de gestión no es más que “una pataleta” de los dirigentes que apoyan a Josep María Álvarez. “¿Qué se somete a examen, las declaraciones del secretario general o su gestión?”, se preguntan. En cualquier caso, la sangre no llegará al río. Nada más entrar en el Congreso, Álvarez anunció que sería “generoso” a la hora de votar el informe de Méndez, pese reconocer que sus declaraciones no han “sentado bien” a la UGT catalana. El debate sobre el informe de gestión comenzó en la tarde del miércoles, tras el discurso del secretario general, y continúa este jueves.

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“Actitudes reprobables”

Ante los delegados, Cándido Méndez reconoció la pérdida de afiliación sufrida por el sindicato en los últimos años, de la que culpó tanto a la crisis, por la “brutal destrucción de empleo”, como a los “errores” cometidos por la UGT. “Ha habido actitudes reprobables [en el sindicato]”, admitió también Méndez, pero enseguida apuntó que no queda “ni un solo imputado en su cargo”. “O dimitió o fue expulsado fulminantemente, tuviera el carisma que tuviera”, resaltó en referencia a José Ángel Fernández Villa, líder histórico del sindicato en Asturias.

El dirigente ugetista advirtió también a sus compañeros de que el sindicato “no puede fallar en la gestión y control de los fondos públicos y las cuotas de sus afiliados”. Se refería al caso de los ERE en Andalucía –el expresidente de la Junta Manuel Chaves se encontraba entre los que le escuchaban desde las primeras filas– y al de las facturas falsas. Antes había mencionado la “etapa muy complicada” que cerraba su mandato y reivindicado la actividad sindical: “Es como el aire que respiramos: nadie lo nota salvo cuando le falta”. Los sindicatos, remarcó luego, son “insustituibles en la negociación colectiva y muy necesarios para los cambios que se están produciendo en España”.

Un congreso que se adivinaba animado –tras 22 años de liderazgo indiscutido de Cándido Méndez–, pero pacífico, amenaza ahora con tornarse bronco. La disputa entre tres candidatos a la sucesión garantizaba un cierto dinamismo. Hasta ahora, la búsqueda de avales y la campaña para convencer a los delegados había discurrido por los cauces de rutina. Pero las declaraciones del aún secretario general del sindicato sobre el derecho a decidir de los catalanes, que defiende uno de los candidatos a sucederle, Josep María Álvarez, enojaron a los dirigentes de las dos principales federaciones de UGT, la de Servicios Públicos y la del Metal. Julio Lacuerda y Carlos Romero amenazaban con votar no al informe de gestión que presentó este miércoles Cándido Méndez.

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